Revolución Industrial
arantxasalas14 de Noviembre de 2012
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2.1. A fines del siglo XVIII, la economía europea se había basado en la agricultura y el comercio. Lo que hoy llamamos productos industriales eran, artesanías, como por ejemplo los tejidos, que se fabricaban en casas particulares. En una economía artesanal, el comerciante entregaba la lana a una familia y esta la hilaba, tejía y devolvía a su patrón el producto acabado a cambio de dinero.
Aquella manera de producción se modificó en el siglo XVIII .El país donde comenzaron estos cambios fue Inglaterra. Se daban una serie de condiciones que hicieron posible que, en poco tiempo, se transformara en una nación industrial.
Este fue un proceso lento pero determinante, por el cual la humanidad pasó de unas formas de vida tradicionales basadas en la agricultura, la ganadería y la producción artesanal, a otras fundamentadas en la producción industrial y la mecanización. Todo ello propició un acelerado proceso de urbanización que alteró profundamente las estructuras económicas, sociales, así como la mentalidad de los hombres.
Es el inicio de un tipo de crecimiento nuevo y auto sostenido. A causa del uso de nuevas materias primas, nuevas formas de energía y aplicación de innovaciones técnicas que se dan en todos los sectores económicos como: agricultura, productos manufacturados, transporte, comercio y finanzas.
Algunos autores la definen de distintas maneras, para Kunh (2001) “Con la expresión “Revolución Industrial” se designa el conjunto de transformaciones económicas y sociales que se registraron en Gran Bretaña a partir de 1760 y tuvieron su eclosión a lo largo del siglo XIX; tales etapas se contemplan como propias de una etapa de transición desde una situación pre industrial hasta otra en la que se implantó el capitalismo” y, por otro lado, según Notte(2000) “La palabra Revolución Industrial trae consigo a esa serie de sucesos descritos como “Los dramáticos desarrollos que tuvieron lugar en algunas partes de Inglaterra a finales del siglo XIX”
“La definición o “etiqueta” de la expresión “Revolución Industrial” más utilizada en los siglos XVIII Y XIX, era la versión simplista que sostenía que este fenómeno consistía en una serie de transformaciones económicas, políticas, sociales, etc.” (Silva, 2007), en este caso podemos ver que él define a la Revolución Industrial como una serie de transformaciones.
“La tradición de la revolución industrial del “hombre practico”, que adquiría experiencia y se formaba en el puesto de trabajo” Rubio (2006). Mientras que Kemper (2001) nos dice que es el aumento en producción que apoya aquellas necesidades de ampliación en áreas de mercado, facilitadas por incitación al consumo y mejora en comunicaciones según objetivos de resolución política y libertad económica.
La Revolución Industrial fue relativamente rápida, se produjo prácticamente en tan sólo una centuria. Su importancia es equiparable a la de la Revolución Neolítica. Sin embargo, el proceso de industrialización no fue simultáneo ni adquirió las mismas características en todos los lugares. En la actualidad existen en el mundo zonas poco industrializadas, que coinciden normalmente con las más pobres del planeta.
Como base a todo lo dicho a cerca de la definición , podemos concluir que Revolución Industrial es el “complejo de innovaciones tecnológicas que, al sustituir la habilidad humana, por maquinaria y la fuerza humana y animal por energía mecánica , provoca el paso desde la producción artesanal a la fabril, dando así lugar al nacimiento de la Economía moderna” Lettieri (2001)
3.1. Es el desarrollo industrial que se dio en el periodo de Revolución Industrial .El proceso de industrialización se basa en transformaciones estructurales de la economía; Crafts (1985) afirma que el crecimiento económico queda condicionado por la calidad de los factores de producción. Los primeros signos de cambio que llevaron a la Revolución Industrial comenzaron en el último tercio del siglo XVIII en Inglaterra. “Una serie de factores intervinieron en el proceso: Transformaciones en sector agrario, permitieron incrementar los excedentes alimentarios y disminuir la mortalidad catastrófica; transformaciones demográficas, implicaron un constante incremento de la población y la emigración del campo a la ciudad; transformaciones en la industria, ésta pasó de ser artesanal a concentrarse en fábricas que utilizaban máquinas y nuevas técnicas, lo que redundó en una producción masiva, transformaciones en el comercio, los intercambios internacionales se intensificaron y se creó un mercado nacional interno gracias al desarrollo de las comunicaciones y los transportes” aporto Bergier(1982)
El proceso de industrialización y el problema de la pobreza, junto con el efecto de la revolución industrial sobre los pobres y los desvalidos, pero primero definimos la revolución industrial. Aunque la Revolución Industrial fue una de las grandes discontinuidades de la historia -"la gran transformación", como la llamó K. Polanyi-, puesto que marcó la línea divisoria entre un mundo en crecimiento lento y un mundo en crecimiento sustancial y sostenido, los historiadores no la definieron, en general, con suficiente precisión y cuidado. En realidad, durante mucho tiempo el interés de los historiadores de la revolución industrial se centró en la distribución y en los males de la industrialización.
Sin embargo, es más pertinente considerar fundamentalmente la revolución industrial como el primer ejemplo moderno de crecimiento económico y trasladar, por lo tanto, el foco de la atención de la distribución a la producción. Podríamos definir la revolución industrial como ese crecimiento económico que se produjo desde c. 1750 hasta c. 1850 como resultado de la industrialización. Durante ese lapso de cien años tuvo lugar una revolución en la estructura y el funcionamiento de la economía que condujo a un crecimiento económico sostenido. El aumento de la productividad fue la consecuencia de tres cambios interrelacionado.
Primero, un cambio estructural (esto es, la transferencia de recursos de una agricultura de baja productividad a industrias y servicios de alta productividad); segundo, el incremento de los factores actuantes (rápido aumento de la población y de la acumulación de capital, ampliación de las áreas de labranza y masivo incremento de la extracción de materias primas, especialmente carbón y hierro); tercero, creciente eficiencia (mejor organización económica a través del desarrollo de la manufactura en reemplazo del trabajo en el taller o el hogar, y el de la agricultura estructurada en torno a un núcleo en reemplazo de la agricultura a campo abierto, mejor capital de trabajo merced al cambio tecnológico, mejor capital humano a través de un nivel educacional y alimentario más adecuado, economías de escala y creciente división del trabajo que permitió un mayor grado de especialización).
Estos progresos fueron posibles gracias a la liberación de las fuerzas creadoras e innovadoras del hombre como resultado de cambios fundamentales en las instituciones políticas y sociales, en particular a través del desarrollo de la democracia política y la economía de mercado. Esta poderosa combinación de democracia y mercado libre fue el factor que condujo a la primera revolución industrial.
La revolución del whig destruyó finalmente las tendencias centralistas del estado nacional dominado por el rey, dispersó la iniciativa política y fortaleció al gobierno local, reforzando también, al mismo tiempo, el imperio de la ley
Crisp (2001) “La industrialización cambio profundamente este mundo ruralizado, no sólo de un punto de vista económico, sino en sus estructuras demográficas, sociales y culturales. El cambio estructural en la economía se plasmó – en términos relativos- de la importancia de la agricultura, a favor de los sectores secundarios (industria) y terciario (servicios)”.
Feliu; Suidrán (2007) complementa esta idea diciendo que el factor trabajo se convirtió en un factor abundante a inicios de la Revolución Industrial. La población agraria inglesa siguió creciendo e incluso los mismos trabajadores pasaban de trabajar a mano a máquina y así las empresas aprovechaban a los especialistas.
El caso de los denominados "First comers", es decir, "los primeros en llegar". Destacaron Francia, Bélgica y Alemania. Francia contaba con abundantes recursos mineros de carbón y hierro, así como abundantes capitales para invertir en la industria. Bélgica, al igual que la anterior, era rica en minas y poseía una buena red de comunicaciones, parte de la cual era fluvial. Alemania se industrializó tempranamente antes de su unificación. Destacó Prusia, que creó un mercado común, el "Zollverein".
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, nuevas potencias se incorporaron a la industrialización: Estados Unidos, Japón y norte de Italia. Rusia lo hizo a finales del siglo XIX, pero sobre todo, a partir de la Revolución Bolchevique, en los años 20 y 30 del siglo XX.
La Revolución Industrial trajo el triunfo definitivo de la empresa como forma de organización de producción adaptada al maquinismo, aunque la fábrica preexistía, la hicieron indispensable después de la Revolución Industrial. El trabajo en fábrica posee un aspecto criticado, sometida a varias horas de trabajo monótono y mal pagado, pero tiene su lado positivo y es que es un lugar perfecto para los microinventos, las modificaciones del crecimiento del aprendizaje que permite introducir mejoras importantes para la empresa.
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