Revolución Industrial

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Según Hobsbawm el origen de la revolución Industrial podría atribuirse al año 1780, época que se produjo el llamado “take off”, en donde, la revolución emprendió el vuelo (datos estadísticos lo confirman), donde Gran Bretaña llegó a ser el primer taller del mundo u origen de la revolución Industrial. Lo cual se puede explicar por una serie de causas políticas, sociales y económicas que determinan las condiciones para su existencia.

Condiciones o causas sociales

Las causas sociales se enmarcan en que la nueva economía creó miseria y descontento, materiales primordiales de la revolución social, y la cual estalló en la forma de levantamientos espontáneos de los pobres en las zonas urbanas e industriales, que dio origen a las revoluciones de 1848 en el continente. El descontento no se limitaba a los trabajadores pobres, sino que también los pequeños negociantes, los pequeños burgueses y otras ramas especiales de la economía resultaron víctimas. A raíz de esto, los trabajadores sencillos e incultos reaccionaron frente al nuevo sistema destrozando las máquinas que consideraban responsables de sus dificultades; simpatizando con ellos los pequeños patronos y granjeros. Otra razón fue la explotación del trabajo que mantenía las rentas del obrero a un nivel de subsistencia, permitiendo a los ricos acumular los beneficios que financiaban la industrialización y aumentar sus comodidades.

Condiciones o causas económicas

Revolución agrícola: la principal actividad económica en la economía inglesa del siglo XVIII, era la agricultura, que vio aumentada su productividad gracias a la introducción de mejoras en las técnicas de cultivo, lo que permitió que, al crecer tanto la población, una parte de ella pudiera trabajar en actividades no agrícolas. Por lo tanto, la nueva agricultura consistió en la combinación de tres elementos: introducción de cultivos novedosos, la alimentación de la ganadería en establos y la eliminación del barbecho, lo que posibilitó la nueva agricultura que permite romper con el círculo vicioso de la contraposición entre agricultura y ganadería.

Las tierras que antes eran libres para el cultivo, ahora con la nueva ley de cercamiento se vieron perjudicados los campesinos sin tierras que ocupaban campos comunales y los cuales expulsados de sus tierras se transformaron en jornaleros o arrendatarios con contratos de corto plazo. De este modo la agricultura estaba preparada para cumplir sus 3 funciones en una era de industrialización:

1) Aumentar la producción y la productividad para alimentar a una población no agraria en rápido y creciente aumento

2) Proporcionar un cupo de potenciales reclutas para las ciudades y las industrias

3) Suministrar un mecanismo para la acumulación de capital utilizables por sectores más modernos de la economía, además

4) Crear un mercado amplio entre la población agraria

5) Proporcionar un excedente para la exportación que ayudase a las importaciones de capital

Manufactura: La actividad pre-industrial y manufacturera tuvo un crecimiento sostenido a los largo del siglo XVIII, en donde sus formas tradicionales sobrevivieron a la revolución industrial y se combinaron con el sistema de fábrica. También, fueron punto de partida de la acumulación de capital, para la capacitación de la mano de obra, para la constitución de un sector empresario y para la conformación de redes comerciales. La producción artesanal consistió en su expansión a través del sistema de industria a domicilio.

La manufactura centralizada se difundía en la minería, metalurgia, algunas ramas de la industria textil, del vidrio, de la cerveza, el papel, sal y otros rubros, y trataban en

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