Santa Anna

EL SEDUCTOR DE LA PATRIA.

RESUMEN.

Enrique Serna es el autor de esta obra y tomo el nombre de una obra titulada “siglo de caudillos”, donde Enrique Krause se refiere a santa Anna como “el seductor de la patria”. En la novela nos muestra la vida tanto política como personal de santana.

Comienza cuando Antonio López Santa Anna le escribe una carta a su hijo Manuel, donde le cuenta entre muchas cosas lo que ha significado su regreso después de 18 años de exilio, esta carta deja entre ver una gran tristeza. Señala en pocas palabras que de haber sido una gran figura, todo quedo reducido a cenizas ya que todo mundo lo desprecia; dice Santa Anna- “daría la poca vida que me queda por limpiar mi nombre y recibir el postrer homenaje de mis compatriotas. Después de todo soy el fundador de la República…no pido mucho: me conformo con lucir dignamente mis entorchados en un desfile con arcos triunfales y salvas de artillería…”. Esta carta que recibe Manuel va acompañada con una carta de Dolores Tosta, la segunda esposa de Santa Anna, en la que chantajea a Manuel diciéndole que tiene que contestar la carta a su padre, o de lo

contrario mostrara una carta en cual lo compromete políticamente, por esa razón Manuel se ve obligado a contestar a su padre, en la cual le dice que ponga los pies sobre la tierra. Notablemente se anima Santa Anna con la respuesta de su hijo y le pide que lo ayude a escribir su biografía ya que lo que mas le interesa es el tribunal de la historia; dice Santa Anna- “…reconozco que en varios momentos confundí mi provecho personal con el bien de la patria… ahora soy victima del exceso contrario por que si bien tuve enormes defectos y a veces defraude las esperanzas del pueblo, yo solo no pude hacer un daño tan grande…”.

Manuel accede a ser el biógrafo de su padre, Santa Anna comienza diciéndole a su hijo que no fuel mejor ni peor que otros solo que le toco morir demasiado tarde.

La niñez de Santa Anna no fue fácil, el fue el primero de los hijos, cuando contaba con un año de edad nació su hermano Manuel López Santa Anna, en el que se filtraban todas las atenciones porque era alto, blanco, de ojos claros, y por esta razón opacaba a Antonio, esta situación ocasiono que naciera una envidia entre ellos, la misma que en gran parte logro formar el carácter de Santa Anna, se volvió muy rebelde ya que con eso lograba acaparar la atención de sus padres. Ellos habitaban en jalapa, donde su padre era subdelegado del gobierno de Tezuitlan, pero al

morir su hermano Ángel heredo la notaria, razón por la cual tuvieron que mudarse a Veracruz, cuando Antonio contaba con la edad de 10 años. Al llegar a Veracruz, el sacerdote José (tío de santa Anna) se ocupo de su educación ya que sabia como manejar a Antonio, hasta que un día, Pepe que era una persona que defendía las injusticias, enfureció ya que un viejo indio que todos los domingos asistía a misa, había sido brutalmente golpeado, por lo cual falleció, el culpable era su patrón, al enterarse pepe salió a buscar al hacendado y se enfrento a el.

El hacendado se enfrento al sacerdote y lo acuso de haber seducido a muchas mujeres del pueblo, esta situación fue la desgracia del sacerdote. Los tribunales lo condenaron a no confesar a hombres y a mujeres, fue desterrado de su comarca, a pasar 30 años en un convento…etc.

Cuando Manuel cumplió 16 años viajo a México para estudiar leyes en la escuela de Jurisprudencia, las hermanas de Antonio se casaron, Francisca con un importador de vinos y Mariana con un regidor del ayuntamiento. Antonio se quedo solo en su casa sin hacer nada, por lo que su padre lo mando como meritorio en la tienda de ropa la europea, propiedad del español José Cos, pero Antonio se sentía aburrido con ese trabajo, razón por la que se escapaba al puerto, pero un día un naviero que era amigo de su padre lo llevo a su casa y

lo acuso con su padre, el cual enfureció y le dijo que era un bueno para nada. Antonio le dijo a sus padres que quería ser militar que le dieran la oportunidad de demostrárselos, al principio su padre se negó, pero con la ayuda de su madre logro convencerlo. Días después su padre lo llevo a matricularse en el regimiento fijo de Veracruz, donde conoció al coronel Joaquín Arredondo, quien gracias a las humillaciones que le hacia a Santa Anna logro forjarle un gran carácter.

Santa Anna logro ganarse al coronel gracias a la afición que ambos sentían por los gallos. Santa Anna pronto dio un gran cambio, se dejo crecer las patillas para diferenciarse de los mestizos y de los indios lampiños. Al poco tiempo de estar en el regimiento tuvo su primer oportunidad de mostrarle a sus padres para que estaba hecho, ya que lo mandaron a luchar contra los insurgentes, su mama al despedirse de el le entrego una medallita de la virgen de Guadalupe y le hizo prometer que no se la quitaría por nada del mundo. Poco después de salir a la lucha Santa Anna fue herido en un brazo izquierdo, razón por la cual le concedieron un permiso para volver a su casa y en la plaza de armas el gobernador Dávila le impuso un insignia con el escudo de Isabel la católica y le concedió el grado de subteniente de fusileros, gracias a esto se invirtieron los papeles y ahora Manuel era

el que sentía envidia hacia Santa Anna, por eso ahora su hermano se enlisto en las fuerzas del ejercito. Después de terminar su licencia, Antonio volvió al regimiento y gracias a su afición por el juego quedo endeudado con el doctor Garza con una cantidad de 300 pesos, para conseguir esta cantidad falsifico una firma para cobrar una libranza y así saldar su cuenta. Fue descubierto por el coronel Arredondo el cual comunico lo sucedido a su padre. Otro personaje que ayudo a Santa Anna fue el gobernador José García Dávila quien lo invitaba todos los jueves a comer en su casa y gracias a las conversaciones que escuchaba logro aprender algo de política.

La esposa de Dávila era Isabel Carreño, la cual se enamoro de Santa Anna y lo ayudo a moldearse, a tener mas clase y a ser el consentido de su esposo (lo nombro ayudante del gobernador). La criada de Isabela Licha fue la única involucrada en la relación de Isabela y Santa Anna. Después de una larga relación Santa Anna (“…yo quería pasar a la historia como un general victorioso, no como un protagonista de un adulterio sonado…”) se dio cuenta del grave peligro que generaba estar con Isabel.

Dávila mando a Santa Anna a capturara a Guadalupe victoria, pero este al investigar mas sobre victoria se dio cuenta de que a este no se le detenía con acciones militares. Por ese motivo propuso a Davila fundar

pueblos en las regiones ocupadas por los rebeldes para ofrecerles techo y medios de sobrevivencia a excepción

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