Servicio Profesional De Carrera En Ags

Desarrollo

La aparición en años recientes del servicio profesional de carrera, tanto en el gobierno federal como en algunos estados de la República Mexicana, han estado acompañadas de una serie de mitos. Concretamente entre lo que acontece en el deber ser y su contraste con lo que la realidad ha evidenciado su ejecución.

La aparición del fenómeno de la profesionalización vía la construcción de un servicio civil o servicio profesional de carrera (Puón, 2005) en los gobiernos y las administraciones públicas en Mé (Moroyorqui, 2005)xico es un fenómeno reciente y, por lo tanto, sujeto a permanentes revisiones, reorientaciones y posibles reformas. Si bien es cierto que en el camino se adelantaron instituciones de carácter sectorial como la Secretaría de Relaciones Exteriores (Servicio Exterior Mexicano), el Instituto Federal Electoral (Servicio Profesional Electoral), la Procuraduría Agraria (el Servicio Profesional Agrario), etcétera. Sin lugar a dudas, el escenario más atractivo lo es y sigue siendo el servicio profesional de carrera en la administración pública federal. Las razones para pensar en ello son obvias: en primer lugar, porque concentra al mayor número de servidores públicos, alrededor de tres millones entre la administración pública centralizada y paraestatal; por ser el principal instrumento de gestión del presidente de la República en el que se diseñan e implementan las políticas públicas más importantes para todo el país, Pero, además, porque el servicio profesional de carrera, tanto por su propia naturaleza como por el espacio en el que se encuentra inserto, es susceptible de posibles modificaciones, debido a los cambios de gobierno. Por ejemplo, hasta hace poco se ha visto sacudido por uno de ellos, como producto de la elección de 2006 y al cambio en la primera magistratura, y, por ende, en los puestos de los secretarios de Estado.

Por su parte, José Contreras al respecto argumenta que “En las últimas dos décadas en México, el tema del Servicio Civil de Carrera o de la profesionalización en el ámbito de la administración pública y de la instauración de un servicio civil de carrera, ha sido objeto de atención y estudio por parte de una diversidad de personajes del mundo académico como administrativo con muchas variantes y objetivos, pero siempre intentando propiciar y fomentar en los trabajadores estatales, la vocación para el servicio público y realizar una auténtica carrera profesional dentro del sector.

Aguascalientes no es la excepción al tema, con fecha de 4 de Agosto de 2005 el H. Congreso del Estado de Aguascalientes tuvo a bien emitir la LEY DEL SERVICIO CIVIL DE CARRERA PARA EL ESTADO DE AGUASCALIENTES. En la que esencialmente se estipulan las disposiciones aplicables para los servidores públicos del Poder Ejecutivo, de los Municipios y de los Organismos Públicos Descentralizados del Estado, los Servidores Públicos de los Poderes Legislativo y Judicial deberán también sujetarse en todo momento a las disposiciones conducentes de sus respectivas Leyes Orgánicas, de los Reglamentos Interiores que de ellas emanen.

Empero, la misma ley señala “quedando exceptuados de su aplicación los titulares de las dependencias, subsecretarios, directores generales o sus equivalentes que sean señalados en el Manual de Operación del Servicio Civil de Carrera y aquéllos considerados como de base por el Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio de los Gobiernos del Estado de Aguascalientes, sus Municipios y Organismos Descentralizados.”

Situación que desde mi perspectiva cimenta las bases para la politización de puestos de alta envergadura dentro del aparato gubernamental, no hace más que promover una carrera maratónica entre los altos jerarcas de los partidos políticos por acceder a un “hueso” o premio mayor y de mejores remuneraciones pero sobre todo, que le provea de un importante estatus al interior de la élite política.

El Servicio Profesional de Carrera se presenta como uno de los cambios estructurales que pueden dar al Estado competitividad y eficiencia en el manejo de las políticas y finanzas públicas, pero sobre todo como instrumento que contribuya a contar con los mejores hombres y mujeres al servicio de la administración pública, para dar mejor respuesta a las demandas de la sociedad, en un esquema de transparencia, rendición de cuentas y gobernabilidad democrática.

Lo indiscutible es que la inserción de esta figura a nuestra vida política —por cierto, figura no novedosa—, como los servicios profesionales de carrera, no ha sido fácil y sencilla. Sin lugar a dudas viene a trastocar intereses y, como tal, contribuye a transformar la cultura política-administrativa prevaleciente. Es un proceso de largo plazo, en el que están en juego muchas cosas que van desde formar personas, adoptar nuevos valores, desarrollar herramientas nuevas que mejoren la gestión de los individuos, que, en su conjunto y en gran medida, transformarán a nuestra propia administración pública.

Como conclusión me parece importante señalar que existe una brecha sumamente considerable entre lo que se debería hacer y lo que en la praxis funciona. Es necesario estandarizar modelos de estructuras profesionalizantes al interior de las dependencias que contribuyan a mejorar gradual y permanentemente todas y cada una de las áreas no sólo en su capital humano, sino también, en sus manuales de procedimientos, en sus tareas organizacionales y por qué no? Hasta en sus diseños estructurales y de capacidades.

Bibliografía

Aguascalientes, L. L. (2005). LEY DEL SERVICIO CIVIL DE CARRERA PARA EL ESTADO DE AGUASCALIENTES. Aguascalientes, Ags.

Moroyorqui, A. E. (2005). PANORAMA DEL SERVICIO PROFESIONAL DE CARRERA EN LA LEGISLACIÓN MEXICANA. México, D.F.

Puón, R. M. (2005). "Los desafíos de la comparación internacional"Los desafíos del servicio profesional de carrera. México: Centro de Investigación y Docencia Económicas, Secretaría de la Función Pública.

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