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TEORIA DEL CONSUMISMO

ANAYELI083208797 de Marzo de 2012

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Teoría del consumismo

El comunismo (de común), entendido como organización social y económica, es una asociación basada en la comunidad de los medios sociales de producción y los bienes que con ellos se producen, mediante la participación directa de sus miembros en un ámbito de vida colectiva. A diferencia de lo que acontece en el socialismo, el comunismo implica el fin de la división social del trabajo y del dinero.

El comunismo, entendido como movimiento socio-político, es un conjunto de corrientes y agrupaciones cuyo principal objetivo histórico es -particularmente desde la adopción de la doctrina marxista- la supresión revolucionaria de la sociedad capitalista en tanto última forma de sociedad con clases, y el establecimiento de una sociedad socialista como paso previo a la construcción gradual de una organización social comunista. Las doctrinas de las diversas corrientes comunistas coinciden en la necesidad de suprimir la propiedad privada (especialmente la de los medios de producción sociales) y en la emancipación del proletariado como la primera clase oprimida sin economía propia,[3] negación de toda posible apropiación privada y por ende tendiente a desaparecer como clase en una comunidad comunista.

Debido a la popularidad de la revolución rusa de 1917 y la polarización política entre los regímenes socialistas y el capitalismo occidental, el Comunismo se ha identificado casi exclusivamente con la doctrina marxista-leninista. Sin embargo, existen otras doctrinas comunistas (algunas previas al marxismo-leninismo, otras contemporáneas, y otras posteriores) tales como el anarcocomunismo con fundamento en posturas sociobiologistas (Piotr Kropotkin, Aldous Huxley), el comunismo de consejos de base marxista pero no leninista, el comunismo cristiano premoderno y moderno (Tomás Moro, los Shakers de Manchester, Gerrard Winstanley), el comunismo feudal que llamó la atención del último Marx (los Mir tradicionales rusos, los isleños escoceses de St Kilda), variantes secularizadas del comunismo religioso milenarista (Gabriel Bonnot de Mably, Morelly) y movimientos no revolucionarios como el de las comunas hippies y los kibbutz israelíes, entre otros.

Comunismo primitivo y comunismo cristiano

Karl Marx vio el comunismo primitivo como el estado original cazador-recolector de la especie humana del que surgió el comunismo temprano. Para Marx, sólo después de que la humanidad fue capaz de producir excedentes (y de que algunos miembros de la sociedad se apropiaron de ellos), se desarrolló la propiedad privada y el Estado.

Comunismo igualitario

Se designa con esta expresión a todas las doctrinas premarxistas, que con muchísima diversidad, se las puede englobar como utopías sociales que abogaban por la propiedad colectiva (a diferencia de un régimen de propietarios iguales) y la igualdad total (incluyendo todas las necesidades) de todos los productores.Tales doctrinas primitivas resolvían el problema de las relaciones del individuo con la sociedad a través de la «sociedades de iguales», que bien podía ser una comuna, el Estado, etc.

Tales doctrinas se desarrollaron en la Época Clásica y en la Edad Media. Un ejemplo de comunismo igualitario es el implantado en Esparta por Licurgo también designado como comunismo militar. Este gobierno sólo consideraba como «iguales» a los ciudadanos de la polis, ya que mantenía un régimen esclavista.

Otro ejemplo de ciertas doctrinas comunistas en un marco antiguo son las propuestas por Platón en La República;

[...] existen el mejor Estado, la mejor constitución y las mejores leyes allí donde se aplica esta máxima: todo es común entre amigos. (Platón)

Pero el gobierno era pragmáticamente llevado por una aristocracia de filósofos.

Las tendencias igualitarias se desarrollaron en algunas de las primeras herejías cristianas, como también en las comunas anabaptistas. (El anabaptismo es una de las corrientes existentes dentro del cristianismo.)

Socialismo utópico

No queremos la igualdad escrita en una tabla de madera, la queremos en nuestras casas, bajo nuestros techos.

El comunismo como tradición política e ideológica surge a partir del siglo XVIII impulsado por las fuertes contradicciones sociales en Europa. Durante el gobierno del Directorio (1795-1799) en la Francia revolucionaria François-Noël Babeuf lleva a cabo la Conjuration des Égaux (Conspiración de los iguales), la primera acción revolucionaria llevada a cabo en nombre de una ideología comunista. El babuvismo proponía la abolición de la propiedad privada, la instauración de la propiedad comunitaria para asegurar la única y verdadera igualdad, no sólo política, sino también económica. El movimiento, claro está, fue salvajemente reprimido, si bien su pensamiento resistió el paso del tiempo y engendró la mayoría de los comunismos posteriores.

Sobre 1835, las ideas comunistas prosiguieron su desarrollo fuertemente vinculadas al concepto de socialismo,[2] a partir del llamado socialismo utópico (también denominado comunismo utópico), siendo sus principales exponentes Robert Owen, Charles Fourier y Saint-Simon.

Robert Owen fue el primer autor en considerar que el valor de los productos debía medirse con base al trabajo incorporado a ellos, y no al valor en dinero que se les atribuye. Charles Fourier fue el primero en proponer la abolición del capitalismo para la formación de una sociedad comunista. Y el Conde de Saint-Simon consideró que la nueva sociedad debía estar planificada para atender las necesidades de los pobres. Estos autores propusieron la transición hacia nuevas sociedades a través de comunidades rurales autosuficientes por el trabajo de voluntarios; sin embargo, no consideraban que la sociedad capitalista estuviera compuesta por clases sociales antagónicas.

El desarrollo de las doctrinas comunistas

Marxismo o socialismo científico

Karl Marx funda la Liga de los Comunistas (también conocida como Liga de los Justos) en 1847 en Bruselas, después de dos años de estancia en la capital belga. La Liga encarga a Karl Marx y a Friedrich Engels una proclama del movimiento comunista. En 1848 publican el Manifiesto Comunista (Manifest der Kommunistischen Partei).

Para Marx y Engels, la clase obrera industrial es la única que, por su imposibilidad de una adquisición privada, puede superar mediante la síntesis comunista la contradicción sin salida de la socialización estatal: es la negación comunista de la sociedad porque no puede transformarse en nueva clase explotadora, es la negación comunista del Estado porque sólo transformándose ella misma en poder público puede superar su carácter asalariado remanente de la sociedad burguesa, y es la negación comunista de la propiedad porque sólo distribuyendo de acuerdo a las necesidades y las capacidades puede adquirir los frutos de los medios de producción. De ello se deriva el lema De cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades.

El Manifiesto Comunista es considerado uno de los tratados políticos más influyentes de la historia.

En la Asociación Internacional de los Trabajadores se evidenciaron los conflictos ideológicos entre anarquismo y marxismo. La principal diferencia entre estos dos grupos fue que los marxistas proponían un período de transición después de la revolución social antes de la disolución final del estado, idea que los bakuninistas no aceptaban considerando que la revolución debía acabar inmediatamente con el estado. El resultado final de esta división fue la expulsión de los anarquistas y anarcosindicalistas de la Primera Internacional y su posterior disolución en 1876.

El anarcocomunismo es anarquismo porque niega toda jerarquía y es comunismo porque busca una sociedad comunista (la sociedad comunista es una sociedad sin Estado donde toda la propiedad es común), representada entre otros por Pedro Kropotkin y Errico Malatesta.

Desarrollos posteriores a la Revolución Rusa

En los desarrollos posteriores a Marx del comunismo marxista, ha existido cierto debate sobre cuales son los métodos más eficaces para lograr un cambio del sistema socioeconómico capitalista. En gran parte estos debates y desarrollos de estrategias consiguientes han estado ligados a personas influyentes dentro del movimiento comunista internacional. En ocasiones el debate ha estado más caracterizado por alineamientos personales con los principales teóricos, que por verdaderas e irreconciliables posturas ideológicas.

Marxismo-leninismo

El marxismo-leninismo engloba en realidad a varios desarrollos del marxismo posteriores al propio Marx. En esencia todos estos enfoques sugieren la necesidad de una élite intelectual o un partido centralizado que acelere o dirija propiamente el fin del sistema capitalista, que otras ramas del marxismo veían como un proceso auto-organizado que se daría por sí mismo sin la necesidad de dirigirlo. Por tanto, como política el marxismo-leninismo aboga por el dirigismo centralista de los procesos revolucionarios anti-capitalistas.

Maoísmo

Denominado habitualmente en occidente como maoísmo pero originalmente y oficialmente en China «Pensamiento Mao Tse Tung» o «Pensamiento Mao». Esta corriente son los aportes teóricos y prácticos que desarrolló Mao Zedong (1893-1976) en la guerra civil china y que significaron un desarrollo sustancial del leninismo. Los aportes son la adaptación del marxismo-leninismo a un país principalmente agricultor y con muy pocas industrias y una sociedad feudal.

Comunismo de consejos

Surgido a partir de la revolución alemana y de la ruptura de la izquierda comunista germano-holandesa con el bolchevismo ruso, el comunismo

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