Tema 2: Fin de la II Guerra Mundial

Tema 2: Fin de la Guerra.

La II Guerra Mundial supuso el proceso de mayor devastación a todos los niveles en la historia de la humanidad. Sus consecuencias marcaron la historia del mundo en las décadas recientes. Tras la guerra fue necesario reordenar el mapa político entre dos bandos divergentes: el comunismo y las democracias capitalistas occidentales. Dos bandos enemigos pero unidos por la necesidad de derrotar al fascismo, habían ganado la guerra y estaban obligados a entenderse. El 2 de septiembre de 1945 los japoneses firmaron la rendición. Sabemos la fecha del fin de la guerra pero no hay consenso sobre su inicio. La versión más extendida, fecha el inicio con la ocupación alemana de Polonia y la declaración de guerra por parte del Reino Unido y Francia. Sin embargo, otros autores apuntan que la II Guerra Mundial (IIGM) fue una extensión de la primera pero algo queda claro: Desde finales de los años 30 y hasta 1945, una parte muy importante del mundo se sumió en un marasmo de destrucción y muerte, la IIGM representó el proceso de destrucción más formidable en la historia de la humanidad. La guerra enfrentó a dos grandes bloques: el Eje, con Alemania, Italia y Japón; y los Aliados, con Reino Unido y Francia en un primer momento y más tarde con EEUU y la URSS. Alemania, instalada desde 1933 en un régimen totalitario formalizó en octubre de 1936 un pacto con Italia: el denominado Eje Roma-Berlín. Con la firma del Tratado Antikomintern, Japón se unía al Eje con la idea de partida de crear un frente común ante la expansión comunista.

Hitler se había alzado como una evidente amenaza y ocupaba ahora buena parte de Europa, con aliados en Hungría, Rumanía, Bulgaria, Italia o España. En agosto de 1939 firmaba un pacto con la URSS de no agresión en el que se comprometían a resolver pacíficamente sus disputas. Polonia, protagonista del documento firmado, se consideraba zona de común interés. Con estas precedentes, y aunque Alemania había prometido cesar su ocupación en Europa, unos días después, el primero de septiembre, invadía Polonia. El día 3 Reino Unido y Francia declaraban la guerra a Alemania. Se iniciaba así una nueva gran guerra se cernía sobre Europa.

Muchos factores explican la caída de Hitler: el agotamiento, la dificultad de operar en varios frentes o las resistencias internas en muchos países ocupados. Sin embargo, un factor que fue a todas luces determinante para iniciar su declive fue, como ocurriera en la IGM, la participación de los EEUU. El punto determinante de la entrada en la guerra por parte de los EEUU fue el ataque a su base de Pearl Harbor en el Pacífico por parte de los japoneses tras esto declaraba la guerra a Japón y, en consecuencia, a sus aliados. Por otro lado, había prestado a los países aliados, principalmente a Reino Unido, suficientes millones de dólares como para temer que si ganaba el Eje tendrían serias dificultades de recuperar una cantidad muy importante de dinero.

Lo cierto es que desde 1941 inició una campaña que duraría hasta finales de 1945 en el Pacífico hasta ganar la guerra con Japón. Entretanto, Roosevelt y Churchill habían firmado la Carta del Atlántico y preparaban una alianza militar para derrotar a Hitler en Europa. Los EEUU también apoyaron el frente del Mediterráneo, decisivo para estabilizar el norte de África y sobre todo para iniciar la toma de Italia desde el sur del país a finales de 1943. En abril de 1945, tras la muerte de Mussolini en Milán, la URSS, que había librado el peor enfrentamiento, con la batalla más mortífera (Stalingrado) pudo frenar a Hitler en el momento en el que empezaba a ser atacado por nuevos frentes: el mediterráneo y el occidental. Poco después de encontrarse ambos frentes, los americanos y los soviéticos, en el río Elba, Hitler se quitó la vida. Era el 30 de abril de 1945. Dos días después Berlín capituló, poniendo fin a la batalla en el continente.

En el frente del Pacífico las tropas del frente europeo pudieron redoblar el ataque estadounidense hasta reprimir las fuerzas japonesas que se resistían a la rendición. El 6 de agosto la aviación americana tiró la primera bomba atómica de la historia sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. El día 9 de agosto tiraron una segunda bomba sobre Nagasaki. Finalmente, Japón firmó la rendición el 2 de septiembre de 1945.

Millones de personas se quedaron sin hogar y deambulaban por la mayoría de países de Europa desposeídos de sus tierras, sus casas y sus familias. Principalmente de sus familias. En materia de coste humano, la IIGM tampoco tiene comparación posible con cualquier otro conflicto bélico. Se estima que perdieron la vida casi 60 millones de personas. La dimensión de la tragedia en los diferentes frentes de batalla es tan abrumadora que hace palidecer al resto de contiendas bélicas hasta la fecha. En el bando del eje murieron unos 10 millones de personas, en el bando aliado, si contamos los fallecidos en China, las muertes ascienden a 50 millones.

Como apunta Tony Judt, sobrevivir a la paz fue, para muchos, más difícil que sobrevivir en tiempos de guerra. Europa vivió también un período inédito de deportaciones, migraciones y en general movilización de personas. Hitler había iniciado su política de traslados raciales: expulsaron a eslavos, polacos, judíos. Los soviéticos a casi un millón de polacos después de la ocupación, desplazándolos al oeste. Tas la caída de regímenes fascistas en toda Europa miles de colaboracionistas o simpatizantes huían por temor a los nuevos gobiernos o los partisanos. El problema de los judíos era mucho mayor. No tenían una patria dónde ir. Algunos fueron aceptados en Francia, Reino Unido e incluso en EEUU o Canadá. La resolución del problema pasó por la creación del Estado de Israel donde se enviaron más de 300 mil judíos europeos.

La trágica situación obligó a la creación por parte de Naciones Unidas de la UNRRA, un organismo centrado en la gestión de la tragedia de postguerra así como la Organización para los Refugiados (IRO) que luego se convertirían en la actual ACNUR.

Planificar la paz resultaba tan relevante como planificar la guerra. El primer encuentro formal entre EEUU y Reino Unido tuvo lugar en el verano de 1941. Cuando Hitler estaba en plena expansión, acaba de iniciar la invasión de la URSS y los estadounidenses no habían iniciado su participación en la guerra. Roosevelt y Churchill firmaron la “Carta del Atlántico”, un documento que no era un tratado ni una planificación de la paz sino básicamente una explicitación de principios comunes entre ambas potencias que tuvo una importancia evidente una vez terminó la guerra. De alguna manera era una declaración contra el avance expansionista alemán o soviético y un alegato contrario a los sistemas totalitarios de diversa índole.

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