Teoría Humanista – existencial de la personalidad

Teoría Humanista – existencial de la personalidad

Como una persona puede sentir que su vida es satisfactoria, como puede emplear su vida para que, al momento de su descenso, pueda pensar “mi vida valió la pena” ¿debemos emplear nuestra vida en busca de un sentido a la misma? ¿debemos emplearla para alcanzar “la mejor versión” de nosotros? Pero más importante ¿Cómo logramos esto?

Presentamos a 2 autores de la teoría humanista que bajo sus teorías buscan dar una respuesta a estas interrogantes por un lado tenemos a Maslow exponiendo la “autorrealización” contra la “búsqueda del sentido. Y Viktor Frankl que nos dé que encontraremos el sentido en el amor, dolor y la vida, donde cualquiera puede encontrar el sentido de la vida y disfrutar de la plenitud.

Experiencias cumbre, son aquellas vivencias en donde la persona tiene un sentimiento de gran éxtasis, asombro y de poder. Donde pierde la ubicación del tiempo y espacio, se expande la visión, de modo que el sujeto es en cierto grado transformado y fortalecido.

Con Maslow como llegar a la autorrealización con las experiencias cumbres como paso importante (solo 2% de la población se autorrealiza) pero todos pueden llegar a esta.

Uno de los pasos para llegar a la autorrealización es satisfacer las necesidades fisiológicas, de seguridad, de amor y pertenencia y de estima.

Motivación del ser, una vez que las necesidades deficitaria se han satisfecho adecuada, la persona funciona a un nivel superior al que Maslow denomino motivación del ser, en donde el ser humano empieza a tener la necesidad de satisfacer su potencial “Un hombre debe ser lo que puede ser”. Es el deseo de convertirse en todo lo que uno es capaz de ser.

Una persona autorrealizada es aquella persona que potencializa sus capacidades, talentos y virtudes; aquel que no tiene temor hacia los obstáculos y las dudas. La persona autorrealizada puede disfrutar la vida a pesar del dolor, es importante destacar que no son seres perfectos, pero, que estosestán en constante cambio hacia una plenitud.

Frankl, por otra parte, ve lo que Maslow llamaría la autorrealización como el descubrimiento del sentido en la vida del hombre, el que siempre ha estado ahí pero nunca se había dado el tiempo de descubrirlo. Nos dice que no solo la vida tiene un sentido para cada uno de nosotros, sino también debemos encontrar el sentido del amor y del sufrimiento.

El sentido del amor

El amor constituye la única manera de aprehender a otro a otro ser humano en lo más profundo de su personalidad.  Mediante el amor, la persona que ama hace posible que el amado manifieste sus potencias, al hacerle consciente de lo que puede llegar a ser, el amado convierte en realidad sus potencias.

El sentido del sufrimiento

Este es el sentido más profundo, porque lo que más importa es el es la actitud que tomemos hacia el sufrimiento, nuestra actitud al cargar con ese sentimiento en situaciones en las que uno debe enfrentarse a situaciones donde es imposible cambiar su destino como una enfermedad terminal. Hay situaciones en las que uno se le priva de la oportunidad de ejecutar su propio trabajo y de disfrutar la vida, pero lo que nunca podrá desecharse es la inevitalidad del sufrimiento, al aceptar el reto de sufrir valientemente, la vida hasta el último momento un sentido y lo conserva hasta el fin.

El sentido de la vida

Este difiere de un hombre a otro. Así pues, lo que importa no es el sentido de la vida en términos generales, sino el significado concreto de la vida de cada individuo en un momento dado. No deberíamos buscar un sentido abstracto a la vida, pues cada uno tiene en ella su propia misión que cumplir, por lo tanto una persona ni puede ser reemplazado en la función, ni su vida puede repetirse, su tarea es única así como su oportunidad de instrumentarla.

Conclusión

Observando con detenimiento podemos darnos cuenta que la teoría de Maslow es sumamente influida por la corriente marxista de la época, por lo cual trata de basar su teoría en un punto al cual Marx daba por importante, este es, la satisfacción de las necesidades básicas del humano, las cuales ya satisfechas pueden darnos un mejor panorama de lo que nosotros podemos otorgar a nuestra sociedad, inclusive dando un poco de la dialéctica de la cual Marx era un gran exponente.

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