Transformaciones Derivadas De La Explotacion Social
luizgomes19 de Mayo de 2013
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Transformaciones Derivadas De La Explotación Petrolera
Publicado el 10 marzo, 2012 por isaura
Transformaciones Derivadas De La Explotación Petrolera
I.- Los cambios en la estructura económica
Durante el período petrolero se opera un conjunto de cambios de gran trascendencia en la organización y funcionamiento de la economía nacional, los cuales orientaron en gran medida, el tipo de desarrollo económico, político y social que se ha operado en el país desde entonces. Podemos destacar como los cambios más importantes:
1.- La industria petrolera ha pasado a ser el sector fundamental de la economía venezolana.
Se entiende por sector fundamental de una economía, aquel que tiene mayor influencia sobre la actividad productiva y sobre el crecimiento económico general. En el período anterior la agricultura de exportación ocupó ese lugar clave, de allí que girara alrededor de ella toda l vida económica, social y política del país. El rápido crecimiento de la producción y de exportaciones petroleras permitió que éstas superaran rápidamente a las del sector agropecuario (1926) con lo cual la industria petrolera pasó a ser el sector fundamental de nuestra estructura económica. Este cambio va a tener profundas implicaciones en la vida del país.
En primer lugar, se trata de un, sector extranjero, cuyas decisiones se toman desde el exterior, lo que colocó desde el comienzo a nuestro país en una nueva situación de dependencia con respecto a los países originarios de las empresas petroleras; dependencia no sólo económica y tecnológica, sino también política a partir de entonces se institucionalizó la intervención abierta o solapada de gobiernos extranjeros, especialmente el de Estados Unidos, en nuestra política interna, justificándola con la defensa de los intereses de sus empresas en nuestro país.
En segundo lugar, los ingresos provenientes de la agricultura de exportación circulaban a través de casi todo el país, abarcando sectores importantes de la población venezolana, mientras que los ingresos petroleros apenas beneficiaban directamente a un número de empleados y obreros que no superó nunca el 3% de la población trabajadora. Por otra parte, dichas empresas adquirían en el exterior todos sus materiales y equipos, así como los bienes de consumo que necesitaban sus trabajadores, constituyéndose en enclaves separados del resto de la economía nacional, sin vinculaciones directas con los demás sectores, lo que hacía que su crecimiento tuviera una importancia directa casi nula sobre el resto de la economía. En tal sentido su efecto fundamental se ejercía indirectamente a través del pago de impuestos y regalías al Estado venezolano, lo cual, como ya hemos señalado, hace cobrar a la política de gasto público del gobierno una importancia decisiva para el destino del país.
La producción de petróleo que era de 502.000 barriles diarios en 1940 sube a 1.500.000 en 1950, a 2.849.000 en 1960 y a .3.708.000 en 1970. A partir de este último año tiende a bajar ligeramente, pero su aporte a la economía del país crece considerablemente en virtud, del alza a los precios petroleros que de alrededor de 2 bolívares por barril en la década de los 60 subió, en 1974, a más de 13 dólares, de tal manera la industria petrolera mantiene hasta el presente su condición de sector fundamental de la economía venezolana, como lo comprueban los siguientes indicadores calculados para 1973.
a) El petróleo representa el 95 del valor de las exportaciones venezolanas.
b) El petróleo representa, aproximadamente, un 55% del valor del producto físico del país, es decir, un valor igual al de toda la producción industrial, minera y agrícola nacional.
c) El petróleo aporta directamente el 70% de los ingresos ordinarios del Estado.
d) El petróleo aporta directamente el 60% de todas las divisas extranjeras que ingresan al país, las cuales son las que sirven para pagar nuestras importaciones.
2.- La explotación del mineral de hierro.
En el año de 1950 se inicia la explotación de mineral de hierro en el Estado Bolívar, realizada, al igual que la de petróleo por empresas extranjeras representantes de grandes trusts internacionales, la Iron Mines of Venezuela, subsidiaria de la Bethlehem Steel Corporation y la Orinoco Mining, de la Unired Steel Corporation, consorcios norteamericanos.
La historia del hierro repite la serie de venalidades iniciada por las empresas petroleras. Veamos como las relató el Dr. Salvador de la Plaza:
“En 1925 fueron descubiertos los depósitos de El Pao y en 1927 se le otorgó concesión de explotación a un señor Boccardo, de Ciudad Bolívar, quien la traspasó en 1932 a la iron Mines Co., subsidiaria del trusi norteamericano Bethlehem Steel Corporation. Estos depósitos están ubicados en el Distrito Piar del Estado Bolívar y la superficie de la concesión abarca 8.600 hectáreas. Sorpresivamente en 1928 fue sancionada una nueva Ley de Minas con la sola finalidad de modificar los artículos relativos al impuesto de explotación y en tal forma, como veremos luego, que quedaron eximidos los concesionarios de pagarlo. A la Iron, no obstante que la concesión había siclo otorgada a Boccardo en 1927, se le concedió en 1932 la “gracia” de convertir su concesión a esa nueva Ley, por lo que quedó exenta de pagar impuesto de explotación.”
“El hecho de que los trusts norteamericanos, entre ellos Bethlehem Steel con la concesión a la Iron, comenzaron a interesarse en el hierro de Venezuela, debido principalmente a que los riquísimos depósitos de alto tenor de Estados Unidos estaban dando señales de un próximo agotamiento, llevó al Gobierno de ese entonces a designar en 1937 una Comisión para el estudio y exploración de la Guayana, especialmente en lo que a hierro se refería. Esa Comisión rindió en 1939 un amplio estudio sobre la Sierra Imataca.”
“El 10 de noviembre de 1946 y con el nombre de Oliver Iron Mining Co., la Orinoco Mining Co., subsidiaria del trust norteamericano Uníted State Steel Corporation, solicitó y obtuvo del Estado la concesión de explotar unos depósitos de hierro en el Distrito Heres del Estado Bolívar. Sobre esos mismos depósitos le había sido otorgada concesión a un señor Alfredo Gruber, quien la vendió y traspasó a la Orinoco. Esos depósitos integran el hoy renombrado Cerro Bolívar y las concesiones abarcan una superficie de 8.093 hectáreas. El hierro contenido en esas concesiones lo ha avaluado la Orinoco en 35.000 millones de bolívares.”
“Al año siguiente, el 3 de diciembre de 1947 le fueron otorgadas a la misma Orinoco otras concesiones en el Territorio Delta Amacuro, con superficie inicial de exploración de 30.000 hectáreas, las que al ser convertidas en concesiones de explotación quedaron reducidas a 12.500 hectáreas. Dado que para la fecha de otorgamiento de esas concesiones ya había sido declarado ese Territorio de reserva nacional, hubo, para ceñirse a la Ley, que establecer ciertas “ventajas especiales” en el título de la concesión y, entre ellas, la h) que obligaba a la Orinoco a: crear y sostener una pequeña granja agrícola modelo en la región, sin fines de lucro, de conformidad con las disposiciones legales y pertinentes y contratar a ese fin los servicios de un agrónomo venezolano. Esta granja será instalada después de que las concesiones entren en explotación en lugar inmediato a éstas (Gaceta Oficial N° 22.481 del 3-12-47). Como entre una concesión de hierro y una granja agrícola modelo no existe relación alguna, La ilusión de tal “ventaja especial” no dejó de llamar la atención. La única explicación que hasta ahora ha sido sugerida es que la Orinoco, basada en experiencias técnicas, se proponía emplear como explosivo para la extracción de hierro en el Cerro Bolívar en lugar de la dinamita, el nitrato de amonio, el que mezclado con aceite de desperdicio o con petróleo, tiene la propiedad de que su manipulación es más sencilla y menos peligrosa, pues no deja residuos, como ocurre algunas veces con la dinamita, residuos que al hacer explosión en el momento en que son triturados los bloques de rocas, ocasionan pérdidas de vida y deterioro de bienes. Pero el nitrato de amonio es también un fertilizante y como tal la Orinoco no pagaría derechos al importarlo por tratarse de que sería consumido en la Granja Agrícola Modelo. Así pues, la Junta Revolucionaria de Gobierno de los años 46 y 47 no sólo otorgó riquísimas concesiones de hierro al trust norteamericano United State Steel Corporation —Casa Matriz de la Orinoco Mining Co.— sino que con la modesta “ventaja especial” h) le donó, libre de derechos arancelarios, la importación del explosivo que sería usado en la extracción del hierro en el Cerro Bolívar. En 1958 y posiblemente por ser bajo el tenor del mineral, la Orinoco renunció a las concesiones en el Territorio Delta Amacuro.”
“En el mismo Estado Bolívar y con superficie de 6.000 hectáreas, otro trust norteamericano, Republic Steel Corporation. Con el nombre de The María Luisa Ore Company y por traspaso que le hiciera el señor Tade4 Shoen, obtuvo una concesión.”
“Otras concesiones y en otros años fueron otorgadas por el Estado, pero lo de interés en constatar es que los trusts norteamericanos, por otorgamiento directo o p traspasos, llegaron a controlar para diciembre de 1957 más de 40.000 hectáreas de concesiones. Por renuncia de algunas de ellas caducidad de otras, para el 31 de diciembre de 1961 el área de concesiones había disminuido a 31.893 hectáreas y para el 31 de diciembre de 1962 a 26.893 hectáreas, según reciente información del Ministerio de Minas e Hidrocarburos, por haber sido declarada 1 caducidad
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