Velasco Ensayo

INTRODUCCION:

La presente investigación está justificada con la labor y el deber que tiene un estudiante de conciencia analítica que ama e idealiza a un Perú más justo e igual para todos, eso implica la curiosidad de saber lo que en verdad significan los procesos por los cuales paso durante el largo proceso de su formación, en especial la de este militar muy conocido y querido por su pueblo como lo es el ex presidente Velasco Alvarado , para así ser conscientes de la realidad actual y hacia donde queremos dirigirnos como futuros forjadores del nuevo Perú que queremos transformar.

ESTRUCTURA:

A principios de 1975, todo parecía estar bajo control. Las reformas se habían ejecutado y los resultados eran visibles, Se había quebrantado el poder de la oligarquía y la estructura de la propiedad había sufrido una profunda transformación. La reforma agraria estaba en plena marcha y Las grandes nacionalizaciones en los sectores minera, energética, pesquero y del transporte eran una realidad, y se preparaba la expropiación de la compañía explotadora del hierro; Faltaba aún consolidar a las organizaciones de masa creadas por el gobierno, pero eso era solo una cuestión de tiempo. Al fin y al cabo, en 1968 se había previsto un período de régimen militar de unos quince o veinte años como mínimo.

En enero de 1975, colaboradores de confianza habían pasado a ocupar posiciones claves en el Ejército siendo el más destacado y con una La triple función de comandante del Ejército, ministro de Guerra y primer ministro recayó en Morales Bermúdez, quien había ido ganando la confianza de Velasco; el presidente había colocado a Morales en el umbral de la jefatura de gobierno, designándolo jefe del Estado Mayor del Ejército.

Morales asumió el cargo de primer ministro el 1 de febrero, en sucesión de Mercado Jarrín, El grupo de representantes de la Fuerza Aérea en el gabinete estaba encabezado por Gilardi, el miembro de la Junta en quien Velasco tenía absoluta confianza

Hasta el 1 de febrero de 1975, las perspectivas de continuación del régimen parecían sumamente favorables sin embargo un incidente insignificante, ocurrido en febrero de 1975, desencadenó una serie de sucesos que generarían la desestabilización del gobierno de Velasco. El maltrato de un camarada por parte de Ibáñez un general del Ejército fue la gota que hizo rebalsar el vaso: empezaron a circular cartas de protesta entre las fuerzas del orden, exigiendo la dimisión de Ibáñez.

Graham habló con el presidente sobre las futuras protestas de la Policía y era necesario realizar un gesto de buena voluntad. La intranquilidad entre los policías fue tema de debate incluso en el Consejo de Ministros. El 3 de febrero, el personal subalterno de algunas comisarías en el centro de Lima se declaró en huelga. Se nombró un «comando institucional» como comité que formuló las exigencias: un puesto en el gabinete para el director general de la Guardia Civil, mejoras salariales para el personal más bajo y designación de un nuevo jefe de la Casa Militar. Al cabo de algunas horas, la mayoría de los agentes de Policía se habían adherido al comité de huelga

El Consejo de Ministros decretó el estado de emergencia para todo el país y delegó el «mando político-militar sobre las zonas de seguridad». Pero entre los jefes de Estado Mayor también dominaba la confusión, agravada por la sobre posición de facultades entre el presidente del Comando Conjunto La situación de desconcierto tuvo como consecuencia una serie de sorprendentes negligencias

El día 5 de febrero se cometieron asaltos en el centro de Lima, ese mismo día, una multitud comenzó a cercar los edificios de los periódicos gubernamentales .Luego se descubrió que el APRA «había dirigido los sentimientos populares». Estudiantes de la Villarreal (universidad aprista), salieron a la calle para protestar contra el gobierno. La ciudad era patrullada por tanques a los que les disparaban desde ventanas y techos. Entre la masa de personas en las calles cayeron muertos y heridos aplacándose los saqueos, pero continuaron los incendios intencionados y aumentó el número de víctimas.

Rodríguez Figueroa, comandante de la Segunda Región, decretó el toque de queda

La estabilidad del régimen de Velasco ya se había empezado a corroer, en realidad, antes de esos sucesos. Su posición y liderazgo habían sido incuestionables hasta 1973 en donde surgió un nuevo problema sobre la sucesión presidencial debido a que Velasco se enfermó tan gravemente que se temía por su vida. El 23 de febrero se emitió un escueto comunicado anunciando que el presidente de la República había sido internado en el hospital y sometido a dos operaciones. El Consejo de Ministros se reunió varias veces en una sala del hospital. Se temía por la reacción de Velasco, pero la vida continuaba: había que firmar leyes, recibir a los visitantes. ¿Quién ocuparía, aunque fuera temporalmente, el lugar de Velasco; la Constitución estipulaba que, en caso de que un presidente no estuviera en condiciones de gobernar, debería ser reemplazado durante el tiempo en que se prolongara esa situación.

Pero según la Constitución, el presidente interino debería ser el vicepresidente electo. ¿Cuál de los miembros de la Junta asumiría las funciones del presidente?

Gilardi insistió en que el derecho de sucesión recaía en el de mayor antigüedad, El Consejo aprobó la proposición y aplaudió a Gilardi por acogerse a la voluntad de la mayoría

El 12 de marzo se publicó un comunicado de prensa. Velasco había sido informado sobre el comunicado a Través del jefe de la Casa Militar, El presidente convocó a una reunión y Con voz apenas perceptible, Velasco propuso dos cambios: Mercado no estaría autorizado para recibir credenciales de embajadores, y el presidente reasumiría sus funciones a partir del 31 de

Marzo.

El 1 de abril, el presidente reanudó sus funciones, y el 4 de abril, sentado en su sillón de ruedas, dio su primera conferencia de prensa. Parecía estar recuperándose rápidamente de la grave operación.

La

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