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Venezuela En La década Militar De 1948-1958.

josegomez696 de Enero de 2013

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Venezuela en la década militar de 1948-1958. Geopolítica de posguerra y petróleo

Resumen

Este artículo tiene el propósito de examinar la importancia de la diplomacia petrolera iniciada en forma sistemática y racional en la década militar 1948-1958. Intenta desarrollar un conjunto de aspectos que contribuyeron a hacer de Venezuela, desde el punto de vista de la geopolítica, la potencia petrolera más importante del hemisferio occidental. En ese sentido, el gobierno nacional propició una política petrolera para estar en sintonía con las nuevas circunstancias históricas exigidas por el entorno nacional e internacional.

Palabras clave: Venezuela, petróleo, década militar, misión al Medio Oriente

Introducción

La élite político-militar y petrolera que condujo la cuestión de los hidrocarburos y el gas en la década militar, percibió con preocupación las consecuencias que alteraron el panorama energético mundial y nacional, después de la posguerra. Captó qué problemas complejos y difíciles afectarían el futuro de nuestro petróleo y que, por tanto, era necesario estudiarlos con profundidad, para tomar las medidas adecuadas que permitieran, en forma racional, intentar resolverlos. Desde el inicio, 1949, esta élite estuvo de acuerdo en que la única vía para confrontar esos asuntos era la construcción de una política petrolera en correspondencia con las necesidades energéticas internacionales y nacionales.

En esa política, por supuesto, el ingrediente militar fue un factor importante y no desechable. Para las figuras claves del gobierno militar la geopolítica fue un medio para la expansión y organización del espacio nacional. Factor, sin lugar a dudas, significativo en el ámbito de América Latina.

Estas figuras importantes del sector público (Manuel Rafael Egaña, Edmundo Luongo Cabello, Giacopini Zárraga, Pedro Manuel Arcaya, Vicente Lecuna, Eugenio Mendoza y José Rafael Pocaterra) estuvieron conscientes del nacimiento de un ciclo político a lo largo y ancho de la geografía planetaria, por lo que había que encarar esa dinámica y sus incidencias energéticas y económicas en la República. El primer problema difícil que enfrentó el petróleo venezolano, después de la posguerra, fue el surgimiento de nuevos competidores en el mercado petrolero mundial. La Segunda Guerra Mundial demandó un mayor consumo de petróleo, lo que provocó el aumento del precio del barril y aceleró la exploración y explotación en países potencialmente petrolíferos.

El conflicto bélico y otras incidencias, determinaron una ruptura del monopolio de los hidrocarburos que habían mantenido un conjunto de países durante unas décadas:

Tomás Berman, técnico petrolero, llamó la atención al respecto:

El hecho más llamativo y para Venezuela más importante, es el estupendo estimado de producción en la región del Medio oriente. Y en consecuencia, el cambio de la importancia de Venezuela en la producción mundial.

Este factor de carácter cuantitativo, que resaltó la importancia petrolera del Medio Oriente, debilitó la posición monopolista que tuvo Venezuela en el suministro de petróleo hasta hace unos cuantos períodos.

Sobre este punto, Tomás Berman señaló:

Venezuela tenía hace muy poco tiempo la posición de un monopolista del petróleo que abastecía a casi todo el mundo fuera de los Estados Unidos. Ahora con la producción del Medio Oriente Constantemente en aumento, Venezuela se transforma frente a las compañías en oligopolista, siendo los Gobiernos del Medio Oriente los otros oligopolistas.

Harold L. Ickes, experto petrolero norteamericano, captó el cambio radical que ocasionó el petróleo en el mundo internacional, después de la posguerra.

Sobre el futuro petrolero en nuestro país, no dejó de decir lo siguiente:

Reposa en la capacidad para afrontar de manera eficiente y eficaz las condiciones de competencia mundial. Éste será el reto al que tendrán que prestarle su principal atención los dirigentes de la industria petrolera en Venezuela, una vez que haya terminado la guerra.

El cartel petrolero, aprovechó este panorama complejo y competitivo mundial para intimidar al gobierno militar. En forma sutil e inteligente llegó a sugerir al Ejecutivo Nacional, una conducta más flexible en torno a la materia impositiva y laboral petrolera, porque de lo contrario se incrementarían los costos a las concesionarias y les crearía una situación desventajosa en el comercio mundial de los hidrocarburos. Esto obligaría al capital a trasladarse hacia otras geografías, menos exigentes en el campo legislativo.

Sin duda el Medio Oriente fue un fuerte competidor para los hidrocarburos venezolanos. En términos de productividad y de costos, las ventajas fueron para los países árabes destacó esos elementos:

Debido a la inmensa capacidad productiva de Arabia Saudita y del Medio Oriente, el costo de producción en estos países viene a ser el más bajo del mundo. Por tanto, el cartel petrolero, consciente del nuevo mapa competitivo, por un lado presionó al gobierno militar para que se otorgaran nuevas concesiones, y por el otro intentó, por todos los medios, evitar un acercamiento entre Venezuela y el Medio Oriente. El cartel intuyó, en el fondo, la posibilidad de que estos países conformaran una organización petrolera mundial en el Tercer Mundo. Ello fue una realidad en 1960 con la fundación de la OPEP.

A pesar de que Rómulo Betancourt en su libro Venezuela política y petróleo (1956) atacó el comportamiento entreguista, pro colonialista y complaciente del gobierno militar al servicio del capitalismo norteamericano e inglés, puede decirse que sus líderes, sin embargo, enfrentaron con dignidad, rectitud y osadía histórica la postura conservadora del cartel petrolero.

¿Qué hacer ante el peligro que representaba el Medio Oriente para el petróleo nacional? Un camino ineludible para evitar el descalabro del petróleo venezolano fue el promover una diplomacia internacional inteligente y audaz para acercarse a dichos países, futuros competidores. Ello requería el estudio sobre la historia, la economía, la cultura y el petróleo de los países del Medio Oriente. De un valor inestimable y significativo en esa perspectiva, fue la importancia del consejero petrolero del gobierno militar, Giacopini Zárraga, en ese momento, el venezolano con mayor conocimiento sobre el mundo árabe, y quien junto con otros expertos petroleros inició una labor erudita sobre el fin señalado; entre otras cosas se tradujeron al árabe los textos petroleros de la legislación venezolana. Este propósito histórico se consolidó con dos acontecimientos de envergadura política para la República: el viaje al Medio Oriente (1949) y la Primera Convención Nacional de Petróleo (1951).

El intercambio de informaciones petroleras entre el Medio Oriente y Venezuela,

Tomás Berman, experto petrolero, lo consideró vital:

Proponemos fomentar en cuanto sea posible el intercambio de informaciones, por vía diplomática con los gobiernos de los países del Medio Oriente. Con la finalidad de convencerlos de que altos impuestos y participaciones en las ganancias de los concesionarios harían posible el desarrollo de miras amplias de sus países y la mejora del nivel de vida de su población, para todo esto, Venezuela es un ejemplo prominente8.

La misión al Medio Oriente (1949), cuya responsabilidad estuvo a cargo de Edmundo

Luongo Cabello, Luis E. Monsanto y Ezequiel Monsalve Casado, fue una de las empresas históricas de mayor interés para la diplomacia venezolana. Esta iniciativa buscó, en definitiva, una conexión directa con los países del Medio Oriente. Era ineludible convencer al liderazgo petrolero del mundo árabe de que sería un suicidio mantener, en el futuro inmediato, una competencia a muerte entre esos países y Venezuela, por lo que era necesario impulsar un diálogo claro y transparente sobre el futuro petrolero de ambas regiones. Había que crear un mecanismo para estar atentos al comportamiento petrolero mundial y sus incidencias en esos países (un cartel). Los resultados de este acontecimiento político fueron altamente positivos. Por un lado, sentaron las bases de la diplomacia venezolana hacia el Medio Oriente, y por el otro, se convirtieron en el antecedente más importante que dio origen a la OPEP en 1960. Además, de esta experiencia histórica surgió una parte esencial del liderazgo petrolero tercermundista.

En conversación con Manuel Rafael Egaña (Caracas, 1982), experto petrolero, éste dijo que esta misión fue una de las obras más importantes de la década militar. Asimismo, Edmundo Luongo Cabello, experto petrolero y hombre fundamental del gobierno militar, en conversación telefónica, (Mérida-Caracas, 10-10-1989, 3 p.m.) con emoción y entusiasmo, recordaba lo trascendental de este hecho para la nación.

La inauguración de la Primera Convención Nacional (1951) fue una decisión fundamental para el gobierno nacional. Esta iniciativa tuvo como objetivo dar a conocer a los delegados petroleros del mundo, el rango de importancia histórica que había adquirido la industria petrolera nacional y mundialmente en los últimos treinta y cinco años (1914-1949). La industria petrolera del país, en ese largo período histórico, se transformó en una industria compleja y eficiente en el manejo del negocio de los hidrocarburos. A esta convención asistieron delegados del Medio Oriente, miembros del cartel petrolero y de los productores independientes. Para

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