Alfabetización
chechucabrera238 de Agosto de 2014
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LA ALFABETIZACIÓN INICIAL Y LAS CONDICIONES PARA LA ALFABETIZACIÓN AVANZADA
INDICE
I. Introducción
II. Alfabetización
Definición. Analfabetismo puro y funcional
Alfabetización inicial y avanzada
El doble fracaso
III. Alfabetización: un continuum de prestaciones para el desarrollo de un continuum de habilidades
Conocimientos implicados: sobre la escritura, sobre el sistema de escritura y sobre el estilo de lenguaje escrito
Algunas consideraciones respecto de la articulación de los tres tipos de conocimientos
IV. La integración de las áreas en el proyecto alfabetizador
La alfabetización en el área de Lengua
La alfabetización en el área de Matemática
La alfabetización en el área de Ciencias Sociales
La alfabetización en el área de Ciencias Naturales
La alfabetización en el área de Formación Ética y Ciudadana
V. Observaciones finales
LA ALFABETIZACIÓN INICIAL Y LAS CONDICIONES PARA LA ALFABETIZACIÓN AVANZADA
I. Introducción
La alfabetización no es una adquisición natural, sino el aprendizaje del sistema y las estrategias de uso de un producto cultural, la lengua escrita, por lo que el modo de desarrollar la alfabetización y la forma de emplear las habilidades que implica dependen de circunstancias sociales y culturales concretas. El desarrollo de la alfabetización constituye un proceso social que empieza en las relaciones de los niños con las personas que les sirven de modelo lector y escritor en su entorno primario y se expresa y extiende en comunidades cada vez más amplias.
Para que la alfabetización garantice la distribución del conocimiento, se relacione cabalmente con la equidad y contribuya a superar desigualdades de partida en los entornos sociales de los alumnos, debe constituirse en un proyecto con intencionalidad política y pedagógica.
En un proyecto de esta naturaleza se destaca, cada día con más fuerza, el rol ineludible de la escuela y del maestro. Son imprescindibles una escuela y un maestro que asumen su rol, que conocen su tarea alfabetizadora, que pueden diseñar un proyecto alfabetizador y que pueden disponer conscientemente de una cantidad de estrategias de alfabetización. Sin embargo, en la constitución efectiva de ese perfil de escuela y de ese perfil de maestro, se observan actualmente dificultades de planificación estratégica (diseño, desarrollo y evaluación de planes y programas de alfabetización), de gestión institucional y curricular, de formación docente inicial y de capacitación, lo que forma parte sustantiva de las variables que dan lugar al fracaso escolar en una doble dimensión: fracasan los alumnos que no aprenden a leer y escribir y, por lo tanto, se van de la escuela y fracasan también los alumnos que aun permaneciendo en las escuelas no alcanzan los logros que el sistema educativo y la sociedad requieren en relación con esos aprendizajes.
Los marcos curriculares jurisdiccionales establecen los contenidos y recomendaciones generales necesarios para llevar a cabo los procesos alfabetizadores. En paralelo, sin diferencias significativas entre los testimonios recogidos en todo el país, la realidad del aula y las fuentes de información provenientes de las escuelas (cuadernos y registros de clases, planificaciones, pruebas de evaluación de la calidad) manifiestan la persistencia de metodologías y prácticas de escaso o nulo impacto en la construcción de los saberes básicos para aprender a leer y escribir con autonomía en el plazo razonable de la escolaridad básica. A través de distintas fuentes, es posible constatar que muchas veces, aun en los casos en que los alumnos permanecen en la escuela hasta la finalización de la EGB, el desarrollo del continuum de habilidades que supone la alfabetización queda interrumpido en el segundo ciclo de escolarización.
En relación con la formación y la capacitación docente, el documento Alfabetización para todos. Una década de la alfabetización de Naciones Unidas. Década de la alfabetización de NNUU. Documento base para la consulta, julio 2000, expresa:
“El importante avance de la investigación y el conocimiento que ha tenido lugar en las últimas décadas, particularmente en el campo de la alfabetización infantil y su adquisición en el medio escolar, no ha permeado aun a las instituciones y programas de formación y capacitación docente, sobre todo en los países y zonas de menor desarrollo. Paradójicamente, no obstante, es en estos contextos donde la alfabetización se convierte en reto más crítico y donde se requieren los recursos humanos más calificados.”
En relación con el fracaso, los mayores índices en los primeros años de escolaridad se producen entre los niños provenientes de los sectores urbanos y rurales más pobres de nuestro país. Los bajos logros de los aprendizajes en esta etapa tienen un efecto acumulativo que condiciona tanto la trayectoria de los niños dentro del sistema educativo como su participación posterior en los procesos sociales. Cuando esto sucede se ven limitadas las posibilidades de la escuela para romper el círculo de la pobreza.
Sin dejar de reconocer que los procesos de exclusión educativa y social son complejos y responden a múltiples variables, es necesario asumir la necesidad de que la escuela otorgue una significación diferente a la vida de esos niños. La escuela puede responder a un objetivo de equidad y aportar a un proceso de inclusión social desde su función específica, es decir, desde el interior mismo del proceso de enseñanza y aprendizaje, particularmente desde el desarrollo de las competencias vinculadas con la alfabetización.
II. Alfabetización
Definición. Analfabetismo puro y funcional
La palabra “alfabetización” se utiliza, en sentido amplio, al hacer referencia a las habilidades lingüísticas y cognitivas necesarias para el ingreso al mundo de los conocimientos -de la ciencia, el arte y los lenguajes simbólicos y matemáticos- que la humanidad ha producido a lo largo de su historia. Diversas definiciones acerca de la alfabetización coinciden en que estar alfabetizado hoy es disponer de un continuum de habilidades de lectura y escritura, cálculo y numeración aplicados a un contexto social que las requiera, como la salud y la justicia, el trabajo y la educación. También coinciden en que, independientemente del contexto social que las demande, esas habilidades se logran después de doce años de escolaridad.
Desde la teoría y la práctica de la alfabetización es analfabeta pura la persona que no puede leer y escribir los textos necesarios para desempeñarse en los ámbitos antes mencionados. Sin embargo, en esos contextos, el deletreo, la incomprensión o la comprensión fragmentaria del escrito y la incapacidad de gestionar la propia escritura, que son algunos de los descriptores del analfabetismo funcional, equivalen igualmente al fracaso del proyecto alfabetizador de la escuela, fracaso escolar y marginación social.
Según distintos relevamientos realizados en el país (Censo Nacional de 1991, Informe de 1997 del Senado de la Nación y otros), sólo el 4% de la población argentina es analfabeta pura. De acuerdo con esta cifra, el analfabetismo puro estaría en retroceso. Los investigadores (Conicet, Ministerio de Educación, FUA) coinciden respecto de que en la Argentina hay una cultura de la escolaridad, las familias quieren que sus hijos concurran a la escuela y depositan esperanzas en la escolarización. Puede afirmarse (investigaciones del Conicet) que un 97% de la población entre los 20 y los 25 años concluyó la escuela primaria. Sin embargo, esos mismos estudios indican que la categoría de los analfabetos funcionales, es decir, las personas que pierden la capacidad de leer y escribir por desuso o por deficiente apropiación de las habilidades de base necesarias para ello, está en aumento. Las cifras en este caso ascienden al 16,2% de semianalfabetos.
En función de los datos precedentes corresponde reflexionar en torno de la extensión y el alcance de un proyecto alfabetizador y su responsabilidad inexcusable en la superación del fracaso escolar y en la exclusión social.
Alfabetización inicial y avanzada
La alfabetización supone la secuenciación y articulación de dos procesos. Uno, el ingreso en el dominio de la lengua escrita, que se extiende a todo el primer ciclo. A este se lo conoce como primera alfabetización o alfabetización inicial. Otro, la puesta en marcha de la segunda alfabetización o alfabetización avanzada. Se entiende por alfabetización avanzada el dominio de los procesos de comprensión y las formas de producción de los textos de circulación social que posibilitan el desempeño autónomo y eficaz en la sociedad y la posibilidad de acrecentar el aprendizaje en los distintos campos del conocimiento. La alfabetización avanzada permite que los alumnos permanezcan en la escuela, evitando el desgranamiento y la repitencia, en la medida en que fortalece las habilidades de lectura y escritura de los alumnos y los capacita para seguir aprendiendo contenidos disciplinares cada vez más exigentes. Cuando se habla de iletrismo del escolarizado se habla de incompletitud en la apropiación de la cultura escrita y de la falta de autonomía que esta requiere. Por otra parte, estos dos procesos relacionados con la escritura modifican y perfeccionan el habla y la escucha, es decir, la oralidad, y la conducen hacia lo que se conoce como oralidad secundaria.
En síntesis, la alfabetización inicial sienta las bases para la apropiación del sistema de la lengua escrita
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