Analisis America Nuestra

AMÉRICA NUESTRA QUE ESTÁS EN LA TIERRA: INTREGACIÓN Y REVOLUCIÓN.

CAPÍTULO 2: NUESTRA NATURALEZA.

La mayoría de los seres vivientes se adaptan al medio donde viven; el ser humano hace que el medio se adapte a él. Partiendo de esta idea se puede decir que el ser humano es diferente y está en una constante lucha por subsistir y evolucionar. Arnold Toynbee plantea que un medio con retos moderados favorece el desarrollo cultural de las civilizaciones y por ende la evolución, siendo este el tipo de medio el que rodea a Nuestra América.

La ubicación de América en el planeta la hace ver como un obstáculo entre los océanos Pacífico y Atlántico, pero también es la dueña de los dos pasos entre dichos de océanos como lo son el Canal de Panamá y el Estrecho de Magallanes, haciendo que Nuestra América tenga una posición excepcional y muy estratégica, aunque solo pueda disfrutar a plenitud de ellas cuando recupere totalmente el dominio de estas áreas.

Topográficamente América Latina cuenta con un territorio continuo, comprendido entre el hemisferio boreal, los dos trópicos y el hemisferio austral, interrumpido por grandes ríos y el Canal de Panamá. Éste territorio presenta sectores costeros y sectores andinos. Jack C. Plano y Roy Holton señalan que el mayor desarrollo del poderío nacional ha ocurrido en zonas donde el clima es templado, ya que en climas de extremo frío o calor se requiere de mayor energía y de recursos para el sostenimiento de la vida que en los climas moderados; teniendo América Latina y el Caribe todas las variedades de climas cálidos y templados, que posibilitan el amplio desarrollo de los cultivos, cosechas y actividades productivas, así como también gran diversidad de recursos naturales.

Los recursos naturales de América Latina y el Caribe mantenían holgadamente una población cercana a 100 millones de personas, en armonía con el medio ambiente.

La primera base de la economía indígena americana fue la renovación, las tribus nómadas se movilizaban de un lado a otro para no agotar todos los recursos. Los conucos y otras técnicas de agricultura itinerante permitieron cultivar la tierra sin empobrecerla irremediablemente; aun cuando la expansión de los pueblos recolectores y cazadores y los cultivos de grandes civilizaciones propiciaron cambios en flora y fauna, la destrucción masiva de la naturaleza americana comenzó con la llegada del europeo.

El descubrimiento significó para América la destrucción del 90% de la población, en gran parte debido a plagas y epidemias traídas de Europa, acarreando como consecuencia la muerte de unos 50 millones de personas, lo que significó el abandono del cultivo y perdida de grandes cosechas lo que se tradujo en importantes cambios climáticos.

El descubrimiento también inició el arrebatamiento de los recursos naturales por y para los europeos; usando a los sobrevivientes como herramientas para dicha expropiación. Los primeros saqueos fueron a metales preciosos como el oro y la plata, pero además también las perlas de Cubagua y Margarita y cosechas tales como cacao, café, tabaco, azúcar, añil y caucho, luego se explotó el hierro, carbón, cobre, salitre, petróleo, gas, uranio, titanio, tungsteno y germanio como materias primas.

Es importante destacar las grandes magnitudes de la explotación de minerales en América Latina y el Caribe, donde generalmente los países americanos ocupan los primeros lugares como por ejemplo el hierro, siendo Brasil el primer productor a nivel mundial, seguido de Estados Unidos en segundo lugar. La diferencia radica en que gran parte de la producción norteamericana es dirigida al consumo interno y a la exportación de bienes manufacturados como armamento y vehículos, y la nuestra a la exportación del mineral con poca o ninguna elaboración, y no es solo la producción de hierro, también es el caso del cobre,

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