Articulo de opinion Truman capote
LFCD yoloReseña24 de Junio de 2016
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“Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio.” Truman Capote
AUTOR: Luis Contreras
“Un camino de mil millas comienza con un paso” fueron las palabras expresadas por el estadista y científico estadounidense Benjamín Franklin, y es la frase con la que expresan a la perfección lo que nos ofreció el novelista Truman Capote con una de las novelas más exitosas que nos ha podido ofrecer. Un clásico entre clásicos y con una historia que, por más que su enfoque haya sido un caso que al ser vista en medios no recibiría mucho impacto, es en este libro donde verdaderamente se ve la fuerza que tiene este estilo. Un gran aporte al periodismo. Por ello es importante leerlo, pero muchos se preguntaras ¿Por qué? ¿Para qué? Pues, a base de este artículo, se haga entender la fuerza de este libro y el gran aporte que nos ha podido dar.
El libro nos abre las puertas de la siguiente manera: “Hasta una mañana de mediados de noviembre de 1959, pocos americanos –los cuales eran en realidad pocos habitantes de Kansas- habían oído hablar de Holcomb (pueblo en el que suceden los acontecimientos más importantes de esta historia). Como la corriente del río, como los conductores que pasaban por la carretera, como los trenes amarillos que bajaban por los raíles de Santa Fe, el drama, los acontecimientos excepcionales nunca se habían detenido allí. Los habitantes del pueblo -doscientos setenta- estaban satisfechos de que así fuera, contentos de existir de forma ordinaria... trabajar, cazar, ver la televisión, ir a los actos de la escuela, a los ensayos del coro y a las reuniones del club 4-H. Pero entonces, en las primeras horas de esa mañana de noviembre, un domingo por la mañana, algunos sonidos sorprendentes interfirieron con los ruidos nocturnos normales de Holcomb..., con la activa histeria de los coyotes, el chasquido seco de las plantas arrastradas por el viento, los quejidos lejanos del silbido de las locomotoras. En ese momento, ni un alma los oyó en el pueblo dormido..., cuatro disparos que, en total, terminaron con seis vidas humanas. Pero después, la gente del pueblo, hasta entonces suficientemente confiada como para no echar la llave por la noche, descubrió que su imaginación los recreaba una y otra vez..., esas sombrías explosiones que encendieron hogueras de desconfianza, a cuyo resplandor muchos viejos vecinos se miraron extrañamente, como si no se conocieran".
En sí, nos presenta lo que es un asesinato. Un caso que quizás para muchos no sería un caso de mucha relevancia. Este nos presenta a las víctimas, la familia Clutter, unos miembros muy queridos dentro de la comunidad en el que vivían, los cuales fueron quienes ofrecieron la información necesaria para la creación de la historia. Este suceso se dio a conocer cuando Truman se encontraba leyendo un artículo el 16 de noviembre de 1959 en el New York Times, y aprovechando el deseo de dar con el caso decidió ir al lugar de los hechos, Holcomb, donde empezó su proyecto de 4 años hablando, preguntando y tratando de recolectar todo lo que se podría captar a base de los testimonios de los vecinos, policías y con todos los que tuvieran alguna relación con la familia Clutter, y su asesinato. Con esto sabemos qué tipo de libro es el que tenemos presente. Uno que ofrece un estilo propio donde se mezcla el estilo periodístico con una manera de narrar. Prácticamente ofrecerle una personalidad propia en el libro
Ya antes Truman tuvo un contacto dentro del mundo del periodismo donde extrajo todas las bases necesarias para la realización de este gran libro. Comenzó entrando a la revista The New York Yoker, en el que tenía que seleccionar tiras cómicas y recortar periódicos después de haber dejado sus estudios y decidido dejar a sus padres después de muchos problemas familiares que tuvo que pasar. Una acción que parecería arriesgada para muchas personas y más dentro de una época del siglo XX donde la vida se regía en bases tradicionalistas, pero fue ese deseo de querer salir adelante por sus propios medios lo que lo impulsaría a querer sobresalir más allá de lo que ya podía lograr.
Y no fue cuando publicó una serie de relatos, el inicio de su carrera, publicados en el The Atlantic Monthly aun después de haber sido rechazado en la Harper’s Bazaar. Relatos conocidos con los nombres “Mirian”, “The headless hawk” y “shut a final door”. Toda la crítica se alzó ante los trabajos realizados por Truman, incluso fue considerado como el discípulo de Poe, y gracias a esa fama que logró recolectar sirvió como incentivo para la elaboración de su primera novela titulada “Otras voces, otros ámbitos” en donde expresó con total libertad y sin prejuicios el tema de la homosexualidad. Esto lo hizo por su inclinación sexual, y como una pequeña respuesta o afirmación de su parte a su público. Como comentario propio, se ve ese deseo de ser escuchado por parte de Truman, y de querer ofrecer historias que van más allá de la ficción o casos inventados con personajes asombrosos capaces de desarrollar tales hazañas, pero que no dejaban de ser eso, ficción. Con esta novela ya nos daba a conocer un poco sobre él y dar a conocer sin problema alguno un tema que, quizás para muchos seria irrelevante o muy impactante, hacerles saber qué es lo que sucede y que no podemos simplemente ignorarlo.
“Desde el punto de mi destino creativo, la obra más interesante que produje durante toda esa segunda fase apareció primero en The New Yorker, en una serie de artículos y a continuación, en un libro titulado Se oyen las musas. Trataba del primer intercambio cultural entre URSS y los EEUU. Concebí toda la aventura como una breve novela real cómica: la primera.” (Truman Capote)
Fue después de ese acontecimiento y publicaciones cuando se enteró del caso en el que se presenta el libro, algo ya expresado, sin embargo aun con información que exprimir del mismo. Mientras muchos medios solo tomaban lo que pasó sin mucha investigación en la misma, Truman fue más allá. Al llegar se encontró con todo lo que había ocurrido. Un caso de dos asesinos quienes mataron a una familia de cuatro por un botín absurdo. Prácticamente se trataba de un crimen brutal y sangriento sin motivo. Y esto fue lo que le llamó la atención. Lo que le dio ese deseo de querer ir al lugar de los hechos y captar todo lo necesario llegando incluso a conversar con los asesinos mientras eran llevados por los pasillos del lugar en donde se dio su juicio para si ejecución. Estos asesinos eran Perry Smith y Dick Hickock, dos psicópatas quienes habían logrado recoger rumores exageradas sobre una gran riqueza que había logrado recolectar la familia Clutter por parte de Floyd Wellsd, un compañero de celda de Hitckock, suficiente para cometer el crimen y tratar de escapar con menos de 100 dólares con rumbo a México. Con esto se puede ver el motivo y deseo que inspiró a Truman a querer reportar todo lo que había sucedido. Ofrecer algo que ningún medio había captado o visto. Prácticamente ofrecer un nuevo estilo, la “no-ficción”. Un estilo que actualmente es muy usado en la creación de crónicas, pero quizás no se hubieran logrado al nivel del que se presentan actualmente si no hubiera sido por este gran aporte a la literatura.
Como menciona el mismo Capote: “Los escritos más interesantes que realice en aquella época consistieron en sencillas observaciones cotidianas que anotaba en mi diario. Extensas transcripciones al pie de la letra de conversaciones que acertaba a oír con disimulo. Habladurías del barrio. Una suerte de reportaje, un estilo de ver y oír que más tarde ejercitaría verdadera influencia en mí, aunque entonces no fuera consciente de ello…”
Esto nos da a entender que no necesariamente se requiere de mucha información, esta solo ayuda a nutrir nuestro trabajo. Ofrecer ciertos datos importantes o relevantes dentro de nuestro relato, pero es más el talento mismo y la forma en la que relatas la historia misma y dar ese interés para lograr enganchar al lector y no aburrirlo en las primeras líneas perdiendo su interés en el mismo. Esto nos lo demostró Capote cuando sacó a la luz después de un arduo trabajo, “A Sangre Fría”, el mejor ejemplo que demuestra que, tanto el periodismo como la literatura pueden ir de la mano y formar una muy interesante relación. En este libro se puede sentir lo mismo que nos ofreció Haruki Murrakami con un estilo del entrecruzado en las historias que presenta, junto a un atractivo que logra enganchar al lector desde el primer momento, con un uso del lenguaje absurdo y amoroso, acompañados de metáforas muy bien definidas dentro de la narración. Todo esto para formar a Capote el maestro del considerado “nuevo periodismo”, definido como: “corriente ficticia que fluye bajo el cauce de la realidad.”
Incluso este libro va más allá que muchos de los trabajos realizados por otros escritores como Haruki, ya que su historia se basa en hechos reales. Logra profundizar notablemente que lo hace ver como algo trivial, convirtiendo lo que sería una simple nota periodística a ser un clásico que ha logrado perdurar hasta tiempos modernos. Fue la primera novela de este estilo y fue la primera en colocar la primera piedra dentro de las novelas de este tipo. Llegó a ser incluso una gran influencia para importantes novelistas como Thomas Wolfe, Hunter S. Thompson y compañía, símbolos muy representativos del siglo XX
Esto es lo que se expresa en una crítica sobre el libro: “No puedo recordar exactamente cómo fue que hablamos sobre el señor Clutter. Debió de ser cuando recordamos los empleos, los distintos trabajos que habíamos hecho [...] Le conté que yo había trabajado durante un año en un importante campo triguero, en el oeste de Kansas. Para el señor Clutter. Quiso saber si el señor Clutter era un hombre muy rico. Le dije que sí. [...] Y desde entonces nunca jamás dejo Dick de preguntarme cosas de aquella familia. ¿Cuantos eran? ¿Qué edad tendrían los niños? ¿Cómo se llegaba a la casa exactamente? [...] Dick empezó a hablarme de matar al señor Clutter. Decía que él y Perry se irían para allá a robar y matarían a todos los testigos, a los Clutter y a quien quiera anduviera por allá. Me describió docenas de veces como iban a hacerlo, como él y Perry iban a atarlos y después a pegarles un tiro. ” Gracias la confesión de Wells, la policía los atrapo cuando, agotados de su periplo por Méjico, ya sin dinero, habían vuelto con la intención de Hickock de colocar algunos cheques falsos a ex-compañeros. Detenidos y condenados, esperando por la ejecución en la horca, Capote tuvo el tiempo necesario para ganarse su confianza y reconstruir su vida y su itinerario antes y después del asesinato.” (De la Torre, I. 2006)
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