CREER “El desafío de superarse siempre”

CREER

“El desafío de superarse siempre”

Diego Pablo Simeone

Por: Daniel Camilo Pardo Figueroa

Marzo de 2021

Contenido

CIMIENTOS DE UN CAMPEÓN        3

LIDERAR, COMPETIR PARA SOÑAR        4

CONCLUSIONES        6

REFERENCIAS        6

“El juego del fútbol no es solamente jugar bien a la pelota, también es entender que se puede ganar el partido por distintos caminos. Pasa en la vida todos los días.” Cholo Simeone 

CIMIENTOS DE UN CAMPEÓN

La familia Simeone es de un pueblo pequeño cercano a Nápoles, Italia, llamado Garófali, sin embargo, Diego se crio en Argentina, con la gran personalidad de su abuela italiana o como de cariño le decían “mannaggia”, quien le inculco la idea del orden y de sus padres recibió todo el apoyo y una manera de mirar el mundo de forma optimista, para ser practico y concreto en la vida.

Los Simeone al tener rasgos italianos marcados los manifestaban en su manera de percibir y vivir la vida, como la rebeldía, inquietud y personalidades muy fuertes y diferentes, pero sin chocar entre ellos. Quien marcaba el ritmo de la familia era la abuela que sentía los arraigos de sus antepasados, aportando una personalidad férrea, fuerza y orden para todo, lo que permitía ser la autoridad en el hogar, gritando, pero forjando personalidades de carácter.

Sus primeros recuerdos ya estaban acompañados de un balón, tal cual lo recuerda su padre con la anécdota “cuando empezó a hablar, la primera palabra fue gol” y su desarrollo en esta etapa estaba asociado a la pelota, como cuando le regalaron un juguete y lo transformó en una cancha de futbol para poder jugar a ser un director de técnico, sin perder las ocasiones donde tenía la oportunidad de armar con sus juguetes partidos de futbol (los equipos, tribunas, director técnico) y con ello fue descubriendo esa capacidad de intuición, de saber que podía pasar en el juego, tanto adentro como afuera, pasando la pelota entre todos hasta llegar al arco contrario. “Cuando un chico empieza a jugar a la pelota es como un malabarista que se dedica a un juego individual. Pero después se aprende que el futbol no es un juego de uno solo, que hay que jugar con otros y además enfrentar a otros” (Simeone, 2016).

Entre sus 8 o 9 años, se empieza a competir y lo único que se quiere es ganarle a todos, sin embargo no se piensa a esa edad en equipo, no obstante Diego eligió una posición neurálgica, que es la del mediocampo y se dio cuenta que en la creación de tácticas con sus compañeros el ya tenía el timing para atacar los espacios, interpretando la acción que significaba encontrar el balón en un espacio de ataque de un modo particular para lograr sacar ventajas desde la cabeza, mas no, desde los pies.

Al tener esto presente desde chico, Diego intuyo que jugar al futbol consistía en encontrar algo sobre el espacio, ya que se pasan mas minutos sin la pelota que con ella, y es clave ocupar muy bien los espacios cuando se juega sin pelota. “Entonces, este juego del que todos nos enamoramos por la pelota es sin la pelota.” (Simeone, 2016).

El sostén familiar ayudo en la construcción de la personalidad de Diego y a su vez dio las condiciones necesarias para llegar a ser un futbolista, porque para jugar a la pelota no basta con hacerlo bien, sino de tener una gran personalidad para transmitirle al juego otras virtudes que únicamente la destreza en el deporte, y adicionalmente el de creer, “cuando uno quiere cumplir un deseo, eso funciona como una obsesión, y ya no importa mucho alejarse de algunas cosas si uno se está acercando al objetivo” (Simeone, 2016).

LIDERAR, COMPETIR PARA SOÑAR

“Lo que más me interesa de la competencia es la pasión para afrontarla. Desde la infancia sentí eso. Mi hermana Natalia se acuerda de cuando éramos chicos y jugábamos a Titanes en el Ring” (Simeone, 2016) donde Diego se identificaba con un líder, que era el creador de todos los personajes, siendo su rol de titiritero y amo y señor de todo el sistema de juego. Desde pequeño fue elegido para liderar, y en palabras propias del Diego “Yo no competía por el liderazgo. No hay competencia para liderar. Al líder lo eligen quienes lo rodena y es imposible hacerse de ese lugar si esa elección”, siendo algo natural, de nacimiento, más allá de tener en cuenta que hoy en día existen escuelas de liderazgo pero que es algo que simplemente se tiene o no se tiene y que permite formarse para competir con un objetivo determinado, siendo la primera condición el no tener miedo y prepararse.

Según palabras de Diego Simeone, el futbol es un sistema complejo que involucra desde valores como nobleza, compañerismo hasta ámbitos como el dinero y el poder y comparándose a la vida misma, porque se debe conectar lo individual con lo colectivo como una pieza de una máquina, donde la pieza no vale nada si esta suelta y siempre prestando atención a las demás piezas para un correcto funcionamiento. Esta forma de pensar se presentaba en su juventud al gestar un mapa mental del juego completamente, apoyado de su rotación como jugador por cada posición sobre el terreno de juego para entender el rol y las diferentes organizaciones tácticas de acuerdo con el puesto.

Una vez realizo esa rotación, llego a la posición de volante central y ahí empezó a abrir la cabeza sobre como tenía que jugar, y era jugando sobre los espacios pero que hay que saber percibirlos y por mas que se quiera enseñar, se trata de un instinto comparado a la caza o propias palabras de Diego “Es como cazar. En un segundo se fue la presa y se acabó la oportunidad. No es cualquier segundo” (Simeone, 2016). La comparación de la intuición con la vida es que se organiza por situaciones que se presentan una sola vez y hay que aprovecharlas, aunque no con una velocidad tan extrema como la del fútbol.

...