Confesiones de un sicario.
mb18Ensayo15 de Mayo de 2016
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Confesión de un sicario
El objetivo de este ensayo es plasmar una opinión y reflexión personal así como ofrecer algunas medidas que en base a mi criterio pudieran mejorar la situación plasmada en el libro: “Confesión de un sicario”, redactado por el periodista Juan Carlos Reyna en base a los testimonios otorgados por el ex sicario “Drago”, cuyo nombre no fue revelado con el fin de proteger su identidad.
La literatura previamente descrita es fuerte de leer, sin censura y demasiado descriptiva, objeto que en un principio causo un impacto en mi persona, pero al mismo tiempo un gran asombro al saber la cruda realidad del país en el que vivo y de la cual no sabía. Todas las personas de mi círculo social estamos enteradas de que existen el narcotráfico, las drogas, los sicarios, etc., sin embargo la magnitud y corrupción con la que se llevan acabo todos estos trabajos fueron mucho más allá de lo que yo pudiera imaginar. Es alarmante y devastador saber que en nuestro medio hay personas viviendo un infierno, haciendo trabajos que probablemente nunca imaginaron hacer y poniendo su vida en juego por el simple hecho de tener una vida mejor.
En el libro claramente “Drago” nos habla de la terrible niñez que vivió y como el delito de secuestro lo llevo a la cárcel a la corta edad de 15 años, lugar donde “supuestamente” las personas deben salir rehabilitadas y en función de readaptase a la sociedad, cuestión que no ocurre y por lo contrario fue ahí donde entro al terrible mundo del narcotráfico.
En el albergue tutelar de menores conocí a “Ganso” del cual me hice amigo, fue el quien me prometió que me conseguiría la entrada al cartel dedicado al narcotráfico. Apenas fui libre Ganso cumplió su promesa y fue así como entre al narcotráfico (Drago, 2004). Esto me llevo a cuestionarme ¿Qué sistema de readaptación tenemos? Puesto que las personas que cometen algún delito salen de las penitenciarias con mucho mas odio y rencor hacia la sociedad y con un mayor número de contactos que solo les ofrecen trabajos ilícitos. Por lo que viendo la situación desde este punto la correccional sale contraproducente.
Pero, ¿Cómo podemos solucionar este problema? Si para ello se requiere formar ciudadanos con valores y actitud de servicio a la sociedad, y ¿Cómo se logra este tipo de personas? cuando el salario mínimo es de 65 pesos al día por una jornada laboral de 8 horas, de cuales ganancias tienen que vivir 5 o 6 integrantes de una familia, o ¿como pedir? que baje el nivel de violencia en el país cuando los impuestos suben cada día mas. Desgraciadamente el apoyo del gobierno hacia la gente más necesitada es escasa, provocando con ello que la gente pobre sea cada vez mas pobre y los ricos se vuelvan más ricos. Si queremos tener una sociedad con bajos índices de violencia y narcotráfico debemos de otorgar una igualdad de oportunidades para los ciudadanos, para que la gente no tenga la necesidad de entrar a negocios ilícitos con el fin de buscar (relativamente) una vida mejor.
Por otra parte tenemos la corrupción del gobierno, las autoridades policíacas y los empresarios, personas que con el fin de tener más poder y dinero matan o engañan a quien lo requiera para poder llegar a su objetivo. “El Chango tenia a su mando una célula de judiciales que trabajaba para nosotros despejando las rutas por las que transportábamos la droga” (Drago, 2004, p.67). Esto nos refleja la falta de ética y moral que existen en las personas donde el materialismo y la avaricia es sin duda el punto central de su interés.
Considero que si el gobierno invirtiera un mayor financiamiento económico en educación los niveles de violencia descenderían en gran número, cuestión que puede apreciarse en países europeos donde existen un alto nivel educativo y un bajo índice de violencia.
Como ultimo punto quisiera tocar el tema de “segundas oportunidades”, a que me refiero con esto, en el libro el ex sicario “Drago” nos habla de cómo ha sido su vida desde que se ha salido del narcotráfico; vive con el miedo que lo maten en cualquier momento y no puede pedir ayuda pues la misma policía lo ha traicionado, ¿Será que una persona que ha matado a mas de una docena de civiles se merezca una segunda oportunidad en la sociedad?, tal vez ya no merezca tener una libertad como las personas que no han cometido delito alguno, pero al menos merece sentirse seguro en algún lugar, como he mencionado antes, el no entro a este negocio por voluntad sino fueron la necesidad lo que lo empujo a ello.
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