EL ESPIRITU DE LA ARDILLA

“Todo gran poder implica una gran responsabilidad”.

Con esta afirmación se puede decir con exactitud, que la responsabilidad es sin duda uno de los valores más importantes que han existido a través de la historia, hasta nuestros días, teniendo en cuenta que desde pequeños se nos inculca este valor, que más bien nuestros padres tratan de convertir en habito, en un modo de ser, que debes hacer esto o aquello, que si lo debes hacer de alguna forma en especial o en un tiempo determinado.

Winston Churchill decía que “El precio de la grandeza es la responsabilidad “mientras que Jean Paul Sartre afirmaba que “Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre”, pero cuando hablamos de responsabilidad se nos viene a la mente la idea de una obligación que debamos cumplir, pues la responsabilidad en la adolescencia juega un papel muy importante dentro de lo que será nuestra vida.

Al leer el contenido de la lectura me di cuenta de cómo hoy en día, o en los últimos años las promesas o el valor de la palabra va perdiendo fuerza y confianza. Pues manifiestan que una promesa hecha tenía tanto valor como el honor mismo. Que si uno prometía algo se hacía cargo de sus palabras, costara lo que costara. Actualmente es muy difícil cumplir lo que prometemos, pues siempre habrá una disculpa para evadir esa responsabilidad.

Todo ser humano tiene la libertad de prometer lo que quiera, pero lo difícil es poder cumplir a lo que sea comprometido.

José Martí: en su texto "El arte de pelear" afirma que se debe pelear cuando se dice la verdad, pues no podemos asumir que una batalla se pierde con cada día que pasa, lo contrario debemos asumir que un día nuevo es una meta u objetivo mas que debo cumplir para mi superación personal, el orgullo de mi familia y el reconocimiento de la sociedad en la que me desenvuelvo.

La Libertad es la capacidad de autodeterminación de la voluntad, que nos permite a nosotros los seres humanos actuar como se desee.

“La libertad se define como el derecho de la persona a actuar sin restricciones siempre que sus actos no interfieran con los derechos equivalentes de otras personas.

Por otro lado, la libertad consiste en elegir algo trascendente; pero el hombre puede elegir mal y para evitarlo debe recurrir a la ayuda de Dios.

La libertad debe beneficiar a la personas, y la deben dar los jefes a sus subalternos, pues está comprobado que los subalternos con un poco de libertad y buena toma de decisiones pueden elevar las ganancias en una empresa, tan solo hay que saber confiar en las personas y en nuestro instinto.

Por lo tanto se es libre cuando no se es dominado. Se es libre cuando se pueden

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