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EL JURISTA Y EL SIMULADOR DEL DERECHO


Enviado por   •  9 de Octubre de 2012  •  4.669 Palabras (19 Páginas)  •  868 Visitas

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EL JURISTA Y EL SIMULADOR DEL DERECHO

RESUMEN DEL JURISTA Y EL SIMULADOR DEL DERECHO.

INTRODUCCION.-

El Presente trabajo contiene la síntesis del libro del Doctor en Derecho y maestro emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México Ignacio Burgoa Orihuela, he intentado mantener sus ideas inteligentes, doctas y que por cierto son mas que interesantes, y marcadas por un valiente análisis de lo que debe ser un verdadero JURISTA y lo que es en realidad, en este SER Y DEBER SER, nos permite reflejarnos a nosotros mismos como estudiantes neófitos del derecho y enmarcar incluso a nuestros propios conocidos y referenciarlos con la profesión del derecho y el verdadero jurista. En el transcurso del cuerpo de la síntesis se encontraran comentarios y opiniones diferenciarlas del texto. Al final expongo una opinión personal del libro y mis consideraciones al respecto, a continuación inicio con la síntesis:

NECESIDAD DEL DERECHO COMO ORDEN NORMATIVO DE LA SOCIEDAD Y DEL ESTADO.

El derecho es un orden normativo jerarquizado, por eso pertenece al mundo del deber ser. Expresa indispensabilidad del orden jurídico formal integrado por normas bilaterales, imperativas y coercitivas.

Se ha sostenido que la seguridad social es un fin del derecho independiente de la justicia,

Sin el derecho que implanta el orden normativo necesario para la vida social, ésta no podría desarrollarse, la normatividad jurídica es para toda colectividad humana.

Esta aseveración por cierto seria interesante contrastarla con los acontecimientos enunciados en la novela de EL SEÑOR DE LAS MOSCAS, donde los niños sobrevivientes se encontraron sin la supervisión de los adultos y sin la influencia de normas sociales mucho menos jurídicas, lo que desencadena en la conversión de un grupo de ellos en salvajes; pero volvamos a lo nuestro.

El derecho en la actualidad se considera que esta en crisis, y esta siendo obstáculo para los cambios sociales, ya que como orden normativo, debe reflejar en sus prescripciones fundamentales las transformaciones sociales, económicas, culturales y políticas que se registran dentro de la vida dinámica de las sociedades humanas.

El derecho como orden normativo no es infraestructura ni superestructura de la sociedad, lo que cambia es su contenido ya que no esta sujeto ni al tiempo ni al espacio. Todas las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales tienen la tendencia natural de plasmarse en un orden jurídico determinado.

La transcendencia del derecho se corrobora si se toma en cuenta que de el surge el Estado como persona moral suprema y en la cual se estructura toda sociedad humana. El derecho es la fuente normativa del estado, es decir el elemento que organiza y estructura a la sociedad humana en una entidad estatal. Esta circunstancia confirma la trascendencia del derecho que sus inconsultos impugnadores desconocen, así como muchos alumnos estudiosos del derecho en muchas escuelas y facultades del estado de Morelos.

SEMBLANZA DEL JURISTA.

Es el jurista el cultor del Derecho, Por ello es un garante de la sociedad en cuanto que se debe procurar que en ella imperen la justicia y la seguridad. Esta tarea es simultáneamente científica, artística moral y cívica. El derecho es la experiencia histórica vital, sensible, experiencia que es necesario captar y entender, es la política bien comprendida del poder.

No puede haber una visión del mundo, sociedades, países, estados, pueblos, sin deberes y obligaciones sin derechos claramente establecidos, por tal las ideas rectoras de paz, libertad, justicia, convivencia, orden y progreso requieren del derecho.

La vida espiritual de una cultura es siempre jurídica como la vida moral.

Ahora veamos lo siguiente: el jurista, principalmente abogado debe ser LIBRE, no debe estar vinculado permanentemente a ningún sector público privado o social es decir objetivo. Tal vinculación entraña el menoscabo de su libertad para seleccionar los asuntos jurídicos que estime justos, honrados, rectos y respaldados por el derecho.

Lo que es evidentemente contrario al aspecto económico que define dependencia y lealtad al centro de trabajo.

Su libertad profesional lo faculta para atender cualquier negocio independientemente de los sujetos que en ellos sean protagonistas, pudiendo defender al rico como al pobre, al trabajador y al patrón, al gobernado y al gobernante, con la única limitación de su sentido ético y de justicia. Siendo justo, honesto, objetivo, responsable y probo evidentemente.

Los licenciados en derecho afiliados a las agrupaciones cuyo objeto esencial consista en prestar servicios profesionales parcializados no son verdaderos abogados.

El estar al servicio de alguien, sea persona física o moral, publica o privada, obliga a obedecerle pero el es un profesionista no un trabajador, lo que actualmente ocurre con muchos abogados, sino ¿de qué van a comer ?. Por tanto debe tener facultades de mando, de poder gobernar a su patrocinado y no al revés.

Los directores jurídicos de las dependencias oficiales no son abogados, puesto que están al servicio de ellas y de sus superiores jerárquicos, esto es subordinación, lo que ocurre con alguno de nuestros catedráticos en la facultad ¿o no ? .

Lo anterior explica porque los juristas están proscritos de los regímenes dictatoriales, la función no solo es delicada sino peligrosa para los dictadores

Otra característica importante del jurista es ser AUTENTICO. Se revela en un comportamiento acorde con lo que se piensa y se siente. Es decir opuesto al vicio de la falsedad e hipocresía.

La VERACIDAD, es otro atributo importante del jurista, ser veraz entraña simplemente rectitud de pensamiento, no certeza trascendente en lo que se piensa.

Por otro lado sin VALOR CIVIL, ningún jurista puede ser considerado como tal, el cobarde por naturaleza o por conveniencia no representa jamás al “caballero del derecho” ni la “luchador por la justicia”.

No es concebible un jurista opacado y asustadizo que no tenga CARÁCTER Y FORTALEZA, y que sea cómplice encubierto de la sujeción esclavizante del pueblo.

Los nuevos políticos, aquellos que alcanzan la posición de amos, no son más que la cayos disfrazados, dominadores brutales, contra los de abajo, cobardes y serviles ante los de arriba, pero al jurista el Derecho le da sentimiento de seguridad en lo que se refiere a sus relaciones humanas.

Otra de las imprescindibles cualidades morales del jurista es la HONESTIDAD, que en su sentido amplio equivale a no ser corrupto, la corrupción entraña, deshonestidad, ineficiencia dolosa, ineptitud e incompetencia perseverante, engaño o falacia, desvió doloso de la conducta, adulación y servilismo, complicidad y encubrimiento, indiferencia y apatía.

Es evidente que el jurista debe tener un hondo SENTIDO DE JUSTICIA, no solo tiene que atender a la problemática individual, sino abocarse a las cuestiones sociales, ya que es un servidor de la sociedad. la justicia social es síntesis armónica y respetabilidad reciproca entre los intereses sociales y los particulares.

La LIBERTAD del hombre es uno de los valores sin los cuales el ser humano se convierte en un ente servil y abyecto.

De lo anterior fácilmente se deduce la ingente labor del jurista como defensor de la justicia social, son los grupos desvalidos de la sociedad los que mas requieren sus servicios cuya prestación redunda en la preservación misma de las garantías sociales y del derecho que las proclama.

LA CULTURA JURIDICA.

La cultura en general es grosso modo, la sustentación, ampliación y perfeccionamiento del conocimiento en los diversos y variados sectores del saber humano y proyectada al ámbito social.

La cultura jurídica comprende el conocimiento cada vez mas extenso y profundo del Derecho en todas sus ramas y manifestaciones, entraña una ciencia y un arte, o sea un saber y un actuar, es decir que muchos de nuestros actuales abogados en Morelos no son buenos actores ni artista.

El derecho como ciencia:

La ciencia implica conocimiento general y abstracto de las cosas, la ciencia del derecho no estriba meramente en conocer casos concretos, sino en saber los principios jurídicos conforme a los cuales se deben analizar y resolver. el conocimiento de la ley positiva solo es un aspecto de la ciencia jurídica.

El derecho al vincularse con la historia, se relaciona también con la filosofía, la sociología, la economía y otras disciplinas humanísticas y hasta científico – positivas

La jurisprudencia, la ciencia del derecho se revela como conjunto de conocimientos o sabiduría respecto de determinadas materias es una disciplina que versa sobre las cosas divinas y humanas según Ulpiano.

El derecho como arte:

El arte es la actividad del hombre tendiente a la realización en el mundo de la concreción, de valores del espíritu. El arte jurídico importa un hacer, un actuar para tratar de conseguir estos dos primordiales objetivos la bondad y la justicia. La lucha por el derecho no seria posible sin la fe que a veces ostenta perfiles religiosos.

El derecho es un arte dinámico, no estático y quien lo ejerza su vida debe caracterizarse por encarnar a un Quijote combativo sin salir de su locura sublime, llena a veces de utopías o quimeras. Ciencia y arte del derecho se complementan.

El derecho como moral:

Vivir honestamente implica un comportamiento exento de corrupción, vicio, etc. El derecho es a la vez moral en su contenido aunque no en su forma. No dañar a otro es también postulado moral del derecho. Que la ley no damnifique a nadie en detrimento de la justicia o que el poder publico del estado o los particulares no lesiones a sujeto alguno contra el orden jurídico.Dar a cada quien lo suyo reafirma a la justicia como fin del derecho dentro de su dimensión ético – axiológica.

El derecho como fenómeno social:

El orden jurídico surge como una necesidad insoslayable de convivencia humana, es decir como fenómeno social ineludible. En el derecho se reflejan todas las variedades esenciales de la solidaridad humana, afianza su imperio sobre la realidad y mira hacia el ideal.

En resumen, la cultura del derecho abarca el ámbito más extenso en el amplio campo de las humanidades.

El “homo juridicus” como tipo paradigmático envuelve al hombre mas sabio, en atención a la vinculación estrecha con otras aéreas especializadas.

El verdadero jurista debe ser a la vez, historiador, filósofo y moralista, refiero lo expuesto po Paillet, recordado por Molierac:

“Dad a un hombre todas las cualidades del espíritu, dadle todas las del carácter, haced que lo haya visto todo, aprendido todo y recordado todo, que haya trabajado sin descanso durante treinta años de su vida, que a la vez sea literato, critico y moralista; que tenga la experiencia de un anciano y el empuje de un joven, con la infalible memoria de un niño, haced por fin, que todas las hadas hayan venido sucesivamente a sentarse al lado de su cuna y le hayan dotado de todas las facultades y quizás con todo ello, lograreis formar un abogado completo” es decir un jurista.

TIPOLOGIA DEL JURISTA

En esta clasificación encontramos al jurisconsulto, el abogado, el maestro del derecho, el juez y como su autor lo indica el caballero del derecho y soldado de la justicia.

a).- el Jurisconsulto.-

Sinónimo del jurisprudente, pues ambos denotan sabiduría, entendimiento, o maestro de la ciencia jurídica. Esta sabiduría del derecho se adquiere con el permanente estudio y con la constante experiencia en el cultivo de esta disciplina.

Según J. Couture, advierte “estudia, el derecho se transforma constantemente, si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos abogado”. La ambición por el poder, el relumbrón burocrático o el anhelo de hacer dinero convierte a algunos en jurisignorantes. El jurisconsulto debe ser un crítico de la legislación, como si fuera un pretor o un censor romano. En su carácter de atalaya humana, es depositario de la confianza general que se asienta más que en su sabiduría, en sus cualidades cívicas y morales.

Es importante resaltar la pertinencia de la vocación por el derecho sin esta el jurista es inminentemente nada, quien no tenga una arraigada vocación jurídica será victima del pesimismo y de la indiferencia, aun cuando reconozca que la mejor elección sea la que proporciona satisfacción personal y beneficios económicos.

El jurisconsulto es el ser humano que mediante la sabiduría del Derecho pone su razón, su voluntad, su fe y su emoción al servicio de lo que honesta y sinceramente cree justo y recto.

b).- El abogado

El abogado debe ser un jurisprudente, un sapiente del Derecho, se vale de su sabiduría para patrocinar, dirigir o asesorar a las partes contendientes en un litigio. Litigio entiéndase contender, disputar, pleitear o seguir un pleito. se inicia con el ejercicio de una acción.

Ninguna profesión requiere a tan alto grado la inteligencia de tantas cosas tan diversas con el conocimiento del hombre y el uso acertado de la razón. según Osorio “la abogacía no es una consagración académica sino una concreción profesional.

Es importante señalar el término de abogado, por encima del titulo de licenciado para resaltar la trascendencia de su función.

Al abogado le es forzoso conocer el hecho concreto y las reglas que lo rigen para poder aplicar debidamente el derecho, se debe actualizar y mantenerse al día como ahora con este mundo globalizado es tarea de todas y cada una de las demás profesiones.

Sin la inteligencia, talento y vocación no se puede ser abogado en la amplia extensión del concepto, aunque se posea el grado de licenciado o doctor en derecho.

La libertad profesional es substancial, consiste en no depender de la voluntad de quien utilice sus servicios, el abogado sujeto a un sueldo no disfruta de esa libertad porque si aplicamos la verdad popular “el que paga manda” lo limita pero entonces de que vive?, esto es difícil de superar claro esta pero no imposible.

El abogado debe ser también emotivo, es el gusto por la profesión nutrido por el sentimiento de justicia. Un abogado que trabaja a disgusto, sujeto a un horario se rutiniza e incide en la mediocridad, enemiga de la grandeza.

La vocación, la libertad, la independencia y la emotividad invisten al abogado con una fuerza interior que le da firmeza y confianza en si mismo, apoyado con el conocimiento del derecho, la veracidad y la rectitud de conciencia y honestidad.

Por otro lado aconsejar y dirigir la burla y el fraude a la ley entraña una conducta vituperable del anti abogado, por mas hábil y astuto que se suponga.

El abogado debe ser orgulloso, jamás vanidoso, el orgullo es signo de dignidad personal, en contrario el vanidoso de auto inventa, y ostenta meritos que no tiene.

Otra cualidad del abogado es la cívico – moral, el valor civil es la libertad profesional y critica al servicio de la sociedad.

El espíritu de solidaridad entre juristas es otra de las cualidades del abogado, para trabajar de manera colegiada, cosa tan importante que en nuestro propio grupo se ha perdido

c).- El maestro de Derecho (magister juris).

Es inobjetable que el maestro del derecho debe ser jurisprudente especializado ya que nadie enseña lo que no sabe.Se realiza en dos ámbitos diferentes: la enseñanza y la educación jurídicas. Se debe ser docente e investigador, tiene el deber de procurar ser un expositor ameno para evitar el tedio y la distracción de sus alumnos, cuando la oportunidad lo sugiera algún tema debe asumir el carácter de discurso substancioso, interesante y elocuente. Debe de profesar la honestidad intelectual. Lo anterior es evidentemente difícil para algunos docentes que conozco debido a su carrereada agenda de trabajo enmarcada principalmente por la necesidad de trabajar y proveer económicamente a su familia.

Educar entraña la conducción del alumno hacia los valores del espíritu que concurren en la axiología jurídica. La educación es el cultivo de los valores de la libertad y la justicia, implica la emotividad, la pasión y la vehemencia con que debe inflamar sus exposiciones.

El docente debe ser autentico en cuanto educador, ser congruente entre el decir y el hacer

d) el juez.-

Es la persona que puede detener, menguar las injusticias contenidas en la norma o ley de quien irrumpió a la vida social, al Juez le incumbe ser el defensor del principio de juridicidad como elemento esencial de la democracia, cuando con su conducta y proceder se muestra corrupto e indigno merece la execración publica, por cierto a la fecha no conozco ningún caso relacionado a magistrados de la suprema corte aun cuando se les ha imputado parcialidad en las contiendas electorales dado el ámbito, pero a jueces civiles en Morelos si.

El juez que no escucha al abogado, que rehúye el dialogo por que ya tiene el caso “resuelto en su mente”, exhibe su pusilanimidad, su inseguridad, su desconocimiento del derecho o su corrupción. A veces suelen darse ejemplos de jueces ignorantes que son un verdadero peligro social, su falta de conocimiento jurídico los obliga a recurrir a sus secretarios que se convierten en una especie de “poder tras el sitial judicial”. Por cierto esto es peligroso si consideramos que en México existe un “gobierno de jueces”

Para ser un buen juez se requiere tener un sentido de justicia social, la imparcialidad y el valor civil, las injusticias que comenten los jueces por quebrantar el derecho se revierten contra ellos. Existen dos factores importantes además: la independencia y la inamovilidad judiciales, en contrario de la designación por la voluntad mayoritaria popular.

Las prestaciones económicas del juez deben ser fijadas sin ser objeto voluble de la voluntad de los gobernantes.

c).- observación final.

El jurisconsulto, el abogado, el magister juris, y el juez serian inadmisibles sino fueran honestos, auténticos, valientes y dignos.

Todos deben luchar por los valores humanos en sus respectivas tareas y sobre todo combatir por la justicia y el bien, y hacerlo con amor y fe, impulsados por la vocación jurídica. O como lo dice el propio autor: “como caballero del derecho y soldado de la justicia”.

EL SIMULADOR DEL DERECHO

La simulación es la acción de fingir o imitar lo que no se es, El simulador hace de su vida una farsa, o sea, una comedia. Su personalidad psíquica envuelve muchos vicios como la vanidad, la egolatría, la megalomanía, la mentira, el engaño, el fraude, la falsedad, la mediocridad, la corrupción y otros que seria prolijo mencionar.

En fin sobran los epítetos para calificar al simulador judicial, en su mediocre pero nociva personalidad concurren vicios como el desconocimiento del derecho, la cobardía, la dignidad, la prepotencia y la proclividad adulatoria. En pocas palabras la antítesis del verdadero jurista: EL ANTIJURISTA”.

OPINION PERSONAL.

En el transcurso de la lectura es obvio y difícil no encontrarse reflejado en las palabras del autor, pero también nos permite tener un espejo interesante para poder amoldarlo a la lupa del escrutinio a nuestros conocidos, amigos, docentes, compañeros de grupo y de trabajo, etc. ¿Qué tan buenos juristas son o han sido?, ¿Qué tan buenos juristas podremos nosotros llegar a ser?, yo creo que la respuesta está en el bien pensar, el bien decir, el bien hacer y por tanto nos dará el anhelado bien tener. También en realizar un valiente análisis personal respecto a nuestra propia vocación con respecto a la profesión del derecho.

Es importante reconocer como Ignacio Burgoa, nos induce a la critica y el análisis del quehacer del jurista por medio de su ensayo partiendo de la óptica del ser y sobre todo el deber ser, lo que es de manera indiscutible lo inquietante es que “nunca el deber ser ha sido y el hacer ha reflejado el querer y no el deber”

Pero por otro lado si nos permitimos aventurarnos en la óptica de la psicología en el derecho y nos atenemos a la definición clásica de Derecho, como el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones sociales en una sociedad determinada, encontramos este conjunto de normas en el deber ser, el súper yo Freudiano, a mi entender entonces, encontramos al derecho y a la ley entendida como norma jurídica en un súper yo social legitimado jurídicamente por la clase dominante, y articulado con un yo social, con el empleo de un lenguaje palpable estructurado jurídicamente y regulando a un ello social, donde encontramos acciones que son considerados delito punibles y rechazados socialmente en su mayoría pero que existen a pesar de ser castigados.

Lo interesante del caso entonces es encontrar en que medida ocurre esta interiorización de la norma jurídica en el individuo, en nosotros como próximos abogados y “ juristas en formación” en el ser motivo de este análisis, y si partimos de la idea que se da por los medios de socialización comunes en nuestros tiempos, entonces ¿por qué ocurren tantas infracciones a la ley, y por que tan atiborrados los penales en nuestro país?, ¿porque tantos corajes con los alumnos al sacarlos de clase, calificaciones bajas, bajo rendimiento en la facultad, problemas incluso no académicos y si administrativos?

La respuesta es obvia, no existe una conexión entre el deber ser y el ser, y no se da porque el deber ser esta siendo marcado de manera antagónica a los derechos y necesidades fundamentales del ser humano y se están descuidando de manera importante aspectos tan trascendentes como justicia social equidad, en lo social y en lo individual, honestidad, respeto, dialogo, tolerancia, conciliación, sentido común, que es el menos común de los sentidos, lo anterior me atrevo a mencionarlos debido a que actualmente en la mayoría de los proyectos institucionales enmarcados en planeación estratégica se marcan estos valores como principios rectores de conducta dentro las empresas e instituciones, ¿si estuvieran presentes y evidentes en las relaciones de los seres humanos, porqué colocarlos como una directriz de comportamiento en su planeación?, la respuesta es muy sencilla, están propuestos incluso dentro de la misma UAEM, porque es una conducta a seguir, es una valor ubicado como tal en el anhelo del deber ser.

La distancia que existe entre el deber ser y el ser en la realidad es la diferencia que nos marca entre una institución de calidad y una facultad más dentro de las muchas dentro de la propia universidad o de nuestro Estado de Morelos

En fin me quedaría por lo pronto con el comentario final del jurista Burgoa tratar de ser como aquella figura Quijotesca: “SER COMO CABALLERO DEL DERECHO Y SOLDADO DE LA JUSTICIA”

En este caso el Dr. Burgoa nos plantea tanto la Imagen Verbal (logos) y la Imagen Profesional del Abogado; una interdependencia entre ambos aspectos; la Dialéctica entre el Jurista (tesis del abogado en armonía a la esencia de la profesión y los estímulos a sus diversos públicos acorde a la misma esencia) y la antítesis del “Simulador del Derecho” (Una especie de anti tesis, que no va acorde a la esencia de la Profesión y vive actuando y estimulando a sus públicos de forma distorsionada, causando una falsa Imagen de la Profesión).

Este texto me contestó una pregunta que tenía desde hace mucho tiempo; los fundamentos epistemológicos del Derecho, lo que le da carácter de Ciencia, quizá no ciencia pura pero ciencia al fin que se fundamenta en: La Historia, la Economía, la Filosofía, La Política y la Antropología (esta no se dice como tal en el texto, pero entre líneas es la conclusión personal a la que se llega)

Historia: “Todo jurisconsulto debe ser historiador y todo historiador debe ser jurisconsulto” (Ignacio Burgoa)

Economía: como el reparto de la riqueza y recursos, de ahí la justicia en el reparto

Filosofía: la madre de todas las ciencias, así mismo se busca llegar al origen del Método (que le da estatus de ciencia al derecho) y la reflexión Ético- moral de los actos y hechos jurídicos, así mismo la axiología como el estudio de los valores

Política: Que es diferente a la “grilla”, partiendo del principio Aristotélico del "Zoon Politikon”

Antropología: como el estudio del hombre y aspectos como la cultura, sus costumbres, sus características, etc.

El Derecho por lo tanto es una Ciencia, y como tal es una ciencia necesaria en toda organización social, como el agua a los peces; al ser social, es humana y por lo tanto se requiere que el jurista sea un humanista, que encarne en si la esencia de la Ciencia Jurídica:

De ahí que el Jurista debe asumir una serie de elementos que lo hacen ser diferente ante su anti tesis (el simple simulador); No basta tener un titulo y una cédula, sino ser capaz de sustentar esos conocimientos, por muy modestos que estos sean, así tenemos dentro del Jurista la siguiente tipología:

a) El Jurisconsulto: Debe cultivar el Derecho por medio del estudio; Licenciatura, Diplomados, Especialidades, Maestría, Doctorado, a lo que agregaríamos estar suscrito a revistas especializadas, estar al pendiente de la existencia de programas de radio sobre el tema, así como todo lo que pueda ser útil para estar actualizado, esto incluye el auto estudio y la consulta de lo que se escribe y se dice en los Medios como formadores de opinión pública y tener una visión crítica al respecto, de ahí que el Jurisconsulto debe ser crítico.

b) El Abogado: Que debe buscar la Justicia y ser independiente; la independencia permite ver en una organización social, lo que tal vez ni los titulares y los miembros de la misma muchas veces no ven; así mismo permite asumir un papel neutral ante la situación.

c) El Maestro del Derecho (magíster juris): El Maestro no solo enseña, sino aprende en ese binomio que es la educación; enseñanza- aprendizaje; sin embargo la educación del derecho debe ser coherente en el decir y el actuar, el maestro se diferencia del profesor en lo siguiente; el maestro vive lo que dice en clase y el Profesor instruye simplemente; el Maestro es capaz de crear; escribe, da conferencias, interpreta lo que otros dicen no es eco sino voz, es capaz de abrir el diálogo, pero ate todo combina la Ciencia del Derecho con la Ciencia de la Educación: Pedagogía.

d) El Juez: Administra la Justicia como tal debe ser sabio (prudente) de la ley (juris) (de ahí la palabra “Jurisprudencia; aplicación sabia de la Ley”), juzgar implica ser justo y no dejarse llevar por subjetividades.

CONCLUSIÓN: hay mas elementos rescatables del Texto del Dr. Ignacio Burgoa, sin embargo se rescatan algunos puntos importantes para el desarrollo de una Imagen del abogado, específicamente una Imagen Profesional, puesto que el abogado actual requiere de esa correcta Imagen acorde a la esencia y objetivos de esta necesaria Profesión; el libro del Dr. Burgoa es un texto indispensable para todo aquel que se quiera acercar al Derecho, principalmente jóvenes que sienten la inquietud y el llamado vocacional, pero que muchas veces por la falta de una adecuada orientación vocacional o por falsas imágenes que se tienen de la misma no quieren acercarse haciendo una elección profesional incorrecta. Por otro lado esta obra brinda un panorama al abogado en el ejercicio profesional y le dice como debe ser su imagen verbal (logos) y su desempeño laboral,

En lo personal si se me pide volver a hablar de la Imagen profesional del abogado, participar en actividades relativas al tema, puedo decir que este libro es una ayuda preliminar para poder ahondar en el tema, y que dicho sea de paso, el profesional del derecho debe también asumir una actitud humilde ante los demás, abierto a aprender de todos y que el derecho como tal esta relacionado con todas las profesiones; profesionales del Derecho, siéntanse orgullosos de lo que son y cuiden su imagen profesional, misma que les abrirá puertas tanto a ustedes como a mas miembros del gremio.

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