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EL MOVIMIENTO TEÓRICO-PRÁCTICO DE MEJORA DE LA ESCUELA.


Enviado por   •  21 de Septiembre de 2013  •  1.385 Palabras (6 Páginas)  •  743 Visitas

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EL MOVIMIENTO TEÓRICO-PRÁCTICO DE MEJORA DE LA ESCUELA.

F. Javier Murillo Torrecilla

El fracaso de grandes reformas curriculares sirvió de aprendizaje para optimizar los niveles de calidad y equidad de los sistemas educativos; es como nace a finales de los sesenta el movimiento teórico-práctico de mejora de la escuela con la idea de que “la escuela debe ser el centro del cambio”.

ACLARACIÓN CONCEPTUAL

Proyecto Internacional para la Mejora de la Escuela (ISIP) considera Mejora de la escuela como: un esfuerzo sistemático continuo dirigido a cambiar las condiciones de aprendizaje y otras condiciones internas asociadas en una o más escuelas, con la finalidad última de alcanzar las metas educativas con más eficacia.

Stoll y Fink (1999) defienden que la mejora de la escuela es: una serie de procesos concurrentes y recurrentes en la cual una escuela aumenta los resultados de los alumnos, centra su atención en el aprendizaje y la enseñanza, valora su cultura actual, cuenta con estrategias para alcanzar sus objetivos, supervisa y evalúa su proceso, progreso, logro y desarrollo.

HISTORIA Y SU LEGADO

Antecedentes: la fase de optimismo pedagógico

El nacimiento de movimiento de Mejora de la Escuela fue consecuencia de la reacción a las reformas de carácter curricular y organizativo impulsadas y dirigidas desde el exterior de los centros docentes. En la época de las 60 conocida como optimismo pedagógico, se pensaba que, con conocimientos, recursos, un poco de política a nivel de la escuela y del sistema educativo, se podría conseguir en la educación un importante papel en la redistribución social.

El modelo seguido era el llamado IDDA: Investigación-Desarrollo-Difusión-Adopción; con éste se buscaba el cambio educativo mediante la elaboración y difusión de materiales ejemplares que equipos de profesores universitarios y psicólogos habían elaborado y que los docentes se veían obligados a aplicar. Como consecuencia de ese planteamiento, se redoblaron los esfuerzos en la investigación educativa y en la elaboración de materiales didácticos para su utilización en el aula.

Primera generación de programas de mejora de la escuela

Comienza a extenderse la idea de que el cambio educativo importante es el centro, y es a éste donde deben orientarse los procesos de cambio. Este nuevo planteamiento enfatizó algunas cuestiones clave: Importa el viaje más que la llegada, ver la escuela como una institución dinámica, centrarse más en la “cultura escolar” como la forma de comprender el potencial para su desarrollo.

Los cambios educativos comenzaron a seguir una nueva perspectiva, llegando a la creación de un nuevo modelo.

El primer paso sería la iniciación de un cambio por parte del centro. La implantación se refiere al proceso de aplicación de la innovación o innovaciones dentro del centro. La fase de continuación incluye la institucionalización del cambio más allá del impulso inicial, de la cual se esperan resultados. Las flechas de doble sentido sugieren que el proceso no es completamente lineal.

Segunda generación de programas

Según Hopkins y Lagerweij, esta etapa se caracteriza por una mayor colaboración entre investigadores y prácticos, de tal forma que logren integrar sus estrategias y conocimientos de la realidad de manera pragmática, sistemática y racional.

Lecciones a tomar en cuenta para iniciar un proceso de cambio: El centro docente no mejorará si los profesores no evolucionan individual y colectivamente; liderazgo como tarea compartida; coordinación de actividades; cuidadosa planificación; los criterios clave de los procesos de cambio son los resultados de los alumnos en el campo académico y social; fuerte compromiso por parte de la comunidad educativa.

Primer modelo de Hopkins está conformado por tres componentes principales; los hechos: aspectos de proceso de cambio educativo que no son susceptibles de modificación a corto plazo; la dimensión estratégica: une prioridad, estrategia y resultados; y la dimensión de capacidad de construir: prestar atención especial a las condiciones de la escuela. El elemento final en este marco es la cultura de la escuela que está por encima de los procesos de enseñanza- aprendizaje.

Segundo modelo de Hopkins; El centro de cuadro es ocupado por la capacidad de la escuela por aprender, los factores que influyen en el desarrollo de la escuela, las capacidades de los líderes escolares, la comunicación y toma de decisiones, y la planificación y evaluación del proceso. Los factores defienden una interacción

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