EN ANTROPOLOGIA SOCIAL (IDES-IDAES UNSAM)
maxidbg11 de Abril de 2015
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EN ANTROPOLOGIA SOCIAL (IDES-IDAES UNSAM)
Antropología Política
Parcial domiciliario
Parte 1: Relacionar los apartados “El suicidio anómico” de E. Durkheim y el “El sistema político de los nuer” de Evans- Pritchard
Reseña de “El sistema político de los nuer”
E. E. Evans Pritchard, antropólogo de la escuela Estructural Funcionalista y uno de los baluartes más importantes de la antropología política, se avocó a entender las costumbres, hábitos y usos de los nuer, un grupo étnico que para la primera mitad del siglo XX estaba situado en el sur de Sudán. En el cuarto capítulo de su libro “Los nuer” se dedica a entender el orden político de dicha comunidad a pesar de la ausencia de un Estado entendido en términos occidentales.
Las tribus de los nuer están divididas en segmentos que se subdividen en segmentos menores, y en cada una de ellas conviven diferentes linajes en los que uno es el dominante. Ante la ausencia de un agente formal que los regule, Evans-Pritchard descubre que su organización se basa en una distancia estructural que sus miembros configuran en función de cada segmento de la tribu, a la pertenencia de un linaje y un grupo de edad. Esta razón lo lleva a catalogar a los nuer como una sociedad anárquica ordenada.
Ante este panorama el autor se hace la siguiente pregunta: ¿Qué mecanismos reproducen los nuer para regular el orden social? La respuesta la consigue a partir de los principios segmentarios de fisión y fusión –aparentemente opuestos e irreconciliables- y que giran en torno al parentesco y los núcleos territoriales: “… los valores políticos son relativos y… el sistema político es un equilibrio entre tendencias opuestas hacia la escisión y fusión, entre la tendencia de todos los grupos a segmentarse y su tendencia a combinarse con segmentos del mismo orden. La tendencia a la fusión es inherente al carácter segmentario de la estructura política… pues, aunque todos los grupos tienden a dividirse en partes opuestas, dichas partes han de tender a fundirse en relación con otros grupos, dado que forman parte de un sistema segmentario” (E-Pritchard, 1987, p.166).
¿Qué quiere decir Evans-Pritchard con ello? Que los nuer logran la integración gracias a un sistema segmentario que equilibra políticamente los niveles de organización a través de la separación-división (fisión) y la unión-coalición (fusión). Si por ejemplo un conflicto se produce entre hombres de dos aldeas, éstas se movilizan para resolverlo; si por el contrario se da entre individuos de dos distritos, todas las aldeas se movilizan.
Esta estructura política que desentraña Evans-Pritchard se manifiesta claramente en la vendetta de sangre, una costumbre naturalizada entre comunidades locales dentro una tribu carente de mediación judicial, que ocurre cuando se comete una falta grave a alguna norma y costumbre a su interior (o la de otro grupo), y cuya función es la de mantener la estructura interna dentro de los segmentos, opuestos pero al mismo tiempo unidos políticamente en unidades mayores. “… el temor a incurrir en una vendetta… es la sanción legal más importante dentro de una tribu y la garantía principal de la vida y la propiedad… cuando un hombre siente que ha sufrido un perjucio, no hay autoridad ante la que pueda quejarse y de la cual pueda obtener desagravio, de modo que desafía al instante al hombre que lo haya agraviado y éste debe aceptar el desafío. No existe ninguna otra forma de resolver una disputa y el valor de un hombre es su única protección inmediata contra la agresión” (E-Pritchard, 1987, p.169).
En el marco de la reproducción de esta clase de venganza destaca la mediación de los jefes piel de leopardo o ancianos como agentes mediadores del conflicto que, en ocasiones, lo pueden impedir; siempre que no se trate de homicidio: “Podría suponerse que ese funcionario ocupa una posición de gran autoridad, pero no es así”. (E-Pritchard, 1987, p.190). Sin embargo, existen una serie de mecanismos reguladores, como por ejemplo la pertenencia a un determinado grupo, la condición del parentesco, la intervención de muchos en un conflicto, el uso o no de lanzas, etc.
Las vendettas tiene carácter ritual; ello se refleja en el siguiente fragmento en el que se vislumbra el inicio de una purificación luego de un homicidio: “Tan pronto como un hombre mata a otro, se apresura a presentarse en la casa de un jefe piel de leopardo para purificarse de la sangre que ha derramado y buscar refugio contra la venganza a que se ha hecho acreedor” (E-Pritchard, 1987, p.171).
Reseña de “El suicidio anómico”
Émile Durkheim, uno de los padres de la Sociología moderna, se dedicó a estudiar las causas que generan el suicidio en la segunda mitad del siglo XIX, por lo que en 1897 pública la póstuma obra titulada “El suicidio”, en donde distingue cuatro tipos: el altruista, el egoísta, el anómico y el fatalista.
El apartado correspondiente al suicidio anómico empieza con la siguiente hipótesis: las muertes voluntarias aumentan en épocas de crisis, con lo cual en las épocas de bienestar deberían disminuir. A lo largo de las páginas, Durkheim demuestra que la misma carece de validez, al comprobar -a través de datos estadísticos a los que tuvo acceso- que en los países donde ocurrieron desastres económicos y aquéllos donde hubo momentos de bienestar, el índice de suicidios aumentó.
Como ejemplos cita el caso de Viena, que en 1874 alcanzó una importante debacle económica. “Lo que prueba que esta catástrofe es la única causa de este crecimiento, es que el mismo se hace sentir, sobre todo en el momento que la crisis se agudiza” (Durkheim, 1982, p.255). Para ilustrar lo opuesto, comenta el ejemplo de Prusia: “En 1866 este reino obtiene un primer aumento. Se anexionan muchas provincias importantes, al mismo tiempo que llega a ser la capital de la Confederación del Norte. Esta ganancia de gloria y de poder se acompaña en seguida de una brusca afloración de suicidios”. (Durkheim, 1982, p. 239).
Estos y otros casos lo llevan a afirmar que la causa del suicidio se produce debido a una perturbación del orden colectivo, o lo que lo mismo, una situación de anomia. Toda vez que la anomia significa “conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación”, Durkheim plantea que el suicidio anómico es propio de las sociedades modernas-capitalistas y se da a partir de la insatisfacción de deseos ilimitados.
“Un ser vivo cualquiera no puede ser feliz, y hasta no puede vivir más que si sus necesidades están suficientemente en relación con sus medios. Cuando el vacío que la vida ha ahondado con sus propios recursos está colmado, el animal se encuentra satisfecho y no pide más” (Durkheim, 1982, p.262). Sin embargo, lo mismo no ocurre “con el hombre, porque la mayor parte de sus necesidades no están, o no están en el mismo grado, bajo la dependencia del cuerpo” (Durkheim, 1982, p. 262).
El autor sostiene que los deseos del hombre no tienen límites, aun cuando racionalmente sepa que no puede satisfacerlos, y que la insaciabilidad es una condición humana en la que se juegan factores principalmente mentales. Para que suceda lo contrario, las pasiones deben ser limitadas a partir de una fuerza externa al individuo: un agente regulador de las necesidades morales, de la misma manera que el organismo regula las necesidades físicas.
Ese agente, dice Durkheim, es la sociedad. “La sociedad sola, sea directamente y en su conjunto, sea por medio de uno de sus órganos, está en situación de desempeñar este papel moderador; porque ella es el único poder moral superior al individuo, y cuya superioridad éste acepta” (Durkheim, 1982, p. 265).
En las sociedades que fijan el máximum de bienestar que cada clase puede ostentar, sus miembros conocen mejor el límite de sus deseos y no aspiran a ir más allá. Sin embargo, aquéllas que sufren alguna perturbación –sea para mayor bienestar o decadencia- sus individuos tienden más a quitarse la vida voluntariamente. Es por ello que para Durkheim lo países más empobrecidos tienen menores tasas de suicidios ya que sus deseos están a la par de sus medios.
Puntos en común entre las propuestas de Durkheim y Evas-Pritchard
Tomando en consideración lo anterior, a continuación relaciono “Los nuer” de Evans-Pritchard y “El suicidio anómico” de Durkheim y englobo dentro de 6 categorías:
• Conflicto. Para Durkheim se presenta como una patología, es decir, en tanto y cuanto una sociedad sufra una rotura del equilibrio social (anomia) sus integrantes tenderán más a quitarse la vida voluntariamente al no contar con un agente externo que regule sus pasiones. Para Evans-Pritchard, el conflicto tiene una función, como es el caso de la vendetta, que permite mantener la estructura interna de los segmentos de una tribu y, además, se reproduce en términos de fisión.
• Regulación. Durkheim destaca la importancia de la sociedad, a través de sus órganos, como único garante de su equilibrio y que impide caer en situaciones de anomia. Evans-Pritchard detecta que los nuer carecen de regulación externa; más bien se autoregulan de forma, si se quiere, elástica, a partir de los principios de fisión y fusión, según la conveniencia de sus miembros.
• Caos. Para Durkheim el caos se presenta como una patología, o lo que es igual, anómico, cuando la sociedad pierde su capacidad de agencia y equilibrio. Para Evans-Pritchard el caos viene por la falta de instituciones que regulen la vida de los nuer, que si bien cuentan con mecanismos de autoregulación, él los define como una sociedad anárquica
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