El Camino

Trabajo practico sobre “el camino”, de Miguel Delibes.

1) El Tiñoso fue el encargado de poner el apodo de Mochuelo a Daniel, en su primer día de escuela, ya que le llamó la atención lo interesado que parecía Daniel en todo lo relacionado a la escuela y en los ojos verdes y redondos, esto último lo relacionó con los mochuelos y de ahí nació su apodo.

Citas:

“por lo que a Daniel, el Mochuelo, concernía, es verdad que era curioso y todo cuanto le rodeaba lo encontraba nuevo y digno de consideración.”

“[…] Un modo de mirar las cosas atento, concienzudo e insaciable.”

“[…] Y tiene los ojos verdes y redondos como los gatos […]”

2) Me siento identificada con Daniel, el Mochuelo, en la forma de observar las cosas. Me puedo reflejar en él, en el interés por las cosas que no conozco, la importancia que le doy a las vivencias del día a día. Quizás no me siento tan identificada con quedarme con lo que tengo, me gustaría poder cumplir mis sueños y aspiraciones en el futuro.

3) •Anécdota 1 (tono humorístico). Capítulo X.

El Mochuelo sentía que no tenía valor, ya que carecía de cicatriz alguna. Este sentimiento se veía aparejado con las cicatrices del Moñigo y el Tiñoso. El primero disponía de una cicatriz de guerra, ya que cuado de pequeño huía al bosque con la Sara, una bomba estalló cerca de él. Mientras que el Tiñoso tenía sus calvas.

Es por esta sensación de que “un hombre sin cicatriz era, a su ver, como una niña buena y obediente”, que decide hacerse una cicatriz y en un día de caza junto a su padre, el Mochuelo, consiguió accidentalmente su objetivo, aunque según su padre, se borraría pronto y no sería permanente.

•Anécdota 2 (tono humorístico). Capítulo XV.

Con la intención de levantar las notas en el colegio y no recibir más castigos. El Mochuelo, el Tiñoso y el Moñigo, confeccionaron una carta en la que, bajo el nombre de Sara, intentaron juntar al maestro con la hermana del Moñigo, en la carta le pedía Sara asistir a la puerta de su casa a las siete pero con la condición de que jamás nombrará a la carta, ya que ella moriría de vergüenza.

El encuentro finalmente ocurrió ante la sorpresa de Sara, y luego de un período de tiempo, la hermana del Moñigo y Don Moisés establecieron una relación y se casaron.

Esta nueva situación benefició al Moñigo ya que Sara había suavizado su carácter y Roque comenzó a levantar las notas en el colegio y no sufrió ningún castigo más. Aunque sus dos amigos no corrieron con la misma suerte.

•Anécdota 3 (tono emotivo). Capítulo XIX.

Tanto el Mochuelo, el Tiñoso y el Moñigo estaban cerca de La Poza y es por esto que el Moñigo señaló que había un tonto de agua, es decir, una culebra de agua.

Germán, el Tiñoso, advirtió a sus amigos no dejarle subir e inmediatamente saltó de roca en roca, pero desafortunadamente resbaló y golpeó su cabeza contra una piedra. Sus amigos nadaron hasta donde se encontraba el Tiñoso y lo encontraron con una herida enorme en la nuca e inconciente. Daniel y Roque lo condujeron a la ciudad y un tiempo después de cuidados intensivos, el Moñigo falleció.

Todo el pueblo lamentó profundamente la muerte de Germán. En el entierro del Tiñoso, también se desarrolla un hecho, según el pueblo, “milagroso”, que es que dentro del féretro encontraron un tordo, que previamente había depositado Daniel, aunque luego no se animó a decir que fue él.

4) Desde el capítulo III se describe al pueblo desde el punto de vista puro e inocente de un niño que admite haber pasado las vivencias más bonitas de la infancia. El pueblo es caracterizado como un lugar colorido y agradable. En cuanto a lo emocional, en el capítulo III se habla de individualismo, algo que cambia con el paso del tiempo hacia el capítulo XIX.

En el capítulo XIX, debido a la muerte de Germán, el Tiñoso, el pueblo, según la vista de Daniel, cambia. De repente todo se vuelve opaco y detestable, ya nada es lo que era. Todo lo que Daniel había amado, las montañas, el valle, era oscuro. Pero en cuanto a las personas, el Mochuelo descubre que el individualismo en ese momento se hizo inexistente, según Daniel “… por los hipos y gemiqueos se diría que Germán, el Tiñoso, era hijo de cada una de las mujeres del pueblo…”. Todo el pueblo se solidarizó con los allegados a Germán.

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