El Libro "Continuación: padre rico, padre pobre".
fannychiinaReseña3 de Septiembre de 2012
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CONTINUACIÓN: PADRE RICO, PADRE POBRE.
estaba interesado en aumentos, planes de retiro, beneficios médicos, licencias por enfermedad, vacaciones y otros ornamentos. El estaba muy impresionado con dos tíos que fueron miembros de las fuerzas armadas y obtuvieron una jubilación y acreditaciones de por vida, luego de veinte años de servicio activo. Amaba la idea de los beneficios médicos y otros beneficios que el ejército brindaba a sus retirados. También amaba el sistema de puestos inamovibles accesible a través de la universidad. La idea de un trabajo protegido de por vida, y sus beneficios, parecía a veces más importante que el trabajo en sí. A menudo él decía, "he trabajado duro para el gobierno, y eso me da derecho a los beneficios".
El otro papá creía en la total auto-dependencia financiera. El hablaba bien claro sobre la mentalidad de "beneficiario", y de cómo estaba creando gente débil y con carencias
financieras. Era bien enfático en relación a ser financieramente competente.
Un papá bregaba por ahorrar unos pocos dólares. El otro simplemente creaba inversiones.
Un papá me enseñó cómo redactar un currículum vitae que dé buena impresión, a fin de encontrar un buen trabajo. El otro me enseñaba cómo redactar fuertes planes de negocios y finanzas a fin de crear puestos de trabajo.
Ser producto de dos padres fuertes me permitió darme el lujo de observar los efectos que dos formas diferentes de pensamiento tenían sobre la vida de uno. Me di cuenta de que las personas realmente dan forma a sus vidas a través de sus pensamientos.
Por ejemplo, mi papá pobre siempre decía "nunca seré rico". En cambio mi papá rico siempre se refería a sí mismo como rico. Decía cosas como "soy un hombre rico, y los ricos no hacen esto". Aún cuando estaba totalmente quebrado luego de un revés financiero importante, continuaba refiriéndose a sí mismo como hombre rico. Se cubría a sí mismo diciendo: "Hay una diferencia entre ser pobre y estar quebrado. Quebrado es temporal, y pobre es eterno”.
Mi padre pobre decía también "no estoy interesado en el dinero" o "el dinero no cuenta". Mi padre rico siempre decía "el dinero es poder".
De manera que, puede que el poder de nuestros pensamientos nunca sea medido o apreciado, pero, siendo aún un joven muchacho, se hizo obvio para mí que debía estar conciente de mis pensamientos y de cómo me expresaba. Noté que mi papá pobre era pobre, no por la cantidad de dinero que ganaba, la cual era significativa, sino por sus pensamientos y acciones. Siendo niño, y al tener dos padres, comencé a estar agudamente atento de cuidar qué pensamientos elegiría adoptar como propios. ¿A quién debía escuchar? ¿A mi padre rico o a mi padre pobre?
Aunque ambos hombres tenían un gran respeto por la educación y el aprendizaje, ellos
estaban en desacuerdo sobre aquello que pensaban que sería importante aprender. Uno quería que yo estudiara mucho, lograra un título, consiguiera un buen empleo y trabajara por el dinero. El quería que yo estudiara para convertirme en un profesional, abogado o contador, o que asistiera a la escuela de negocios para lograr un Master. El otro me animaba a estudiar para ser rico, para entender cómo funciona el dinero, y para aprender cómo tenerlo trabajando para mí. "¡Yo no trabajo por el dinero!" eran palabras que él repetía una y otra vez, "el dinero trabaja para mí".
A la edad de nueve años, decidí escuchar y aprender de mi padre rico acerca del dinero. Al hacer esto, elegí no escuchar a mi padre pobre, aunque fuera él quien tenía todos los títulos universitarios.
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Una lección de Robert Frost Robert Frost es mi poeta favorito. Aunque amo a muchos de sus poemas, mi preferido es "El camino no tomado". Uso su lección casi a diario.
El camino no tomado
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
y lamentablemente no podía recorrer ambos
siendo un solo viajero; por largo tiempo me detuve
y contemplé uno de ellos tan lejos como pude
hasta donde se perdía en la maleza.
Entonces tomé el otro, tan justo como honesto,
y teniendo quizás el mejor motivo,
ya que las pasturas estaban más crecidas
y pedía ser recorrido
aunque quienes habían pasado por allí
las habían desgastado casi por igual realmente,
y esa mañana ambos por igual se tendían
sobre hojas que ninguna pisada tornara ennegrecidas.
¡Ah, dejaré el primer camino para otro día!
Y aún sabiendo que un camino conduce a otro,
dudé si alguna vez debería regresar.
Y estaré diciendo esto con una visión,
en alguna parte, de aquí a épocas por venir;
Dos caminos se bifurcaban en un bosque, y yo,
yo tomé el menos transitado,
y eso ha hecho toda la diferencia.
Robert Frost (1926)
Y eso hizo toda la diferencia.
A lo largo de los años, he reflexionado a menudo sobre el poema de Frost. Elegir no escuchar el consejo y la actitud de mi padre altamente instruido fue una decisión dolorosa, pero fue una decisión que moldeó el resto de mi vida.
Una vez que decidí a quién escuchar, comenzó mi educación acerca del dinero. Mi padre rico me enseñó por un período de 30 años, hasta que tuve 39. Cesó cuando se dio cuenta que yo sabía y comprendía plenamente lo que él había tratado de introducir repetidamente en mi, a menudo duro, cráneo.
El dinero es una forma de poder. Pero lo que es más poderoso aún, es la educación financiera.
El dinero viene y va, pero si usted cuenta con la educación acerca de cómo funciona el dinero,
gana poder sobre él y puede comenzar a generar riqueza. La razón por la cual el pensamiento positivo por sí solo no basta, es porque la mayoría de la gente fue al colegio pero nunca aprendió cómo funciona el dinero, de manera que pasan sus vidas trabajando por él.
Dado que sólo tenía 9 años cuando comencé, las lecciones que mi padre rico me dio fueron simples. Y cuando todo estaba expresado y realizado, quedaron definidas tan sólo seis lecciones principales, repetidas a lo largo de 30 años. Este libro trata acerca de esas seis lecciones, expresadas de la forma más simple posible, al igual que mi padre rico las expuso para mí. Estas lecciones no pretenden ser respuestas sino pautas indicadoras. Pautas que lo asistirán a usted y a sus hijos a incrementar su riqueza, sin importar lo que esté sucediendo en este mundo de crecientes cambios e incertidumbre.
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Lección Nro. 1
Los ricos no trabajan por el dinero
Lección Nro. 2
¿Por qué enseñar especialización financiera?
Lección Nro. 3
Ocúpese de su propio negocio
Lección Nro. 4
La historia de los impuestos y el poder de las corporaciones
Lección Nro. 5
Los ricos inventan el dinero
Lección Nro. 6
Trabaje para aprender - y no por el dinero
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CAPITULO DOS
Lección Uno
Los ricos no trabajan por dinero "Papá, ¿puedes decirme cómo hacerme rico?"
Mi padre dejó a un lado el periódico. "¿Por qué quieres hacerte rico, hijo?"
"Porque hoy la mamá de Jimmy apareció conduciendo su nuevo Cadillac, y ellos se fueron a pasar el fin de semana a su casa en la playa. El invitó a tres amigos, pero Mike y yo no fuimos invitados. Y nos dijeron que no nos invitaban porque éramos `niños pobres'." "¿Ellos dijeron eso?" preguntó mi padre incrédulo.
"Sí, lo dijeron." Contesté con tono herido. Papá sacudió su cabeza silenciosamente, empujó sus anteojos sobre el puente de su nariz y volvió a leer el periódico. Me quedé esperando una respuesta.
Corría el año 1956. Yo tenía 9 años. Por algún giro del destino, concurría a la misma escuela pública a la cual la gente adinerada enviaba sus niños. El nuestro era un pueblo principalmente azucarero. Los gerentes de la plantación y otras personas influyentes del pueblo, tales como doctores, dueños de negocios y banqueros, enviaban sus niños a esa escuela, de primero a sexto grado. Después del sexto, sus hijos eran enviados generalmente a escuelas privadas.
Dado que mi familia vivía sobre uno de los lados de la calle, yo concurría a ese colegio. Si hubiera vivido sobre el lado opuesto, hubiera ido a una escuela diferente, con niños de familias más parecidas a la mía. Después del sexto grado, esos niños y yo, iríamos a la escuela intermedia y al ciclo superior en un estable-cimiento público. No habría escuela privada para ellos ni para mí.
Mi padre bajó el periódico, al fin. Se diría que estaba pensando.
"Bien, hijo", comenzó lentamente. "Si quieres ser rico, tienes que aprender a hacer dinero." "¿Y cómo hago dinero?" pregunté.
"Bueno, usa la cabeza hijo", respondió sonriendo. Lo que realmente significaba era "eso es todo lo que voy a decirte", o "no sé la respuesta, no me pongas en aprietos".
Se forma una sociedad A la mañana siguiente, le dije a Mike, mi mejor amigo, lo que había dicho mi padre. Hasta donde yo sé, Mike y yo éramos los únicos niños pobres de la escuela. Al igual que yo, Mike estaba en esa escuela por accidente. Alguien había trazado una muesca cuadrada en la línea que marcaba el distrito escolar, y de esa manera nosotros
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