El Uso De Portafolios. Una Propuesta Para La Evaluación De Procesos De Aprendizaje

“El uso de portafolios. Una propuesta para la evaluación

de procesos de aprendizaje”

Claudia Turri y Silvina Canedo

El jardín de niños se presenta como una iniciación al conocimiento del mundo y de la cultura, se plantea el desafío para la didáctica de encontrar modos de reconocer y comprender los procesos de apropiación de estos conocimientos. Por lo tanto la evaluación en este nivel es esencialmente cualitativa, su significado radica en la comprensión de los procesos realizados al aprender. Comprensión que se traduce, a su vez, en el diseño de intervenciones para guiar a los niños en la construcción de aprendizajes con significado.

La técnica más empleada para evaluar los aprendizajes es la observación; a través de los registros, los docentes reúnen información significativa acerca de los niños, con el propósito de tomar decisiones y evitar que la intuición sea la base para fomentar los juicios de valor.

Dada la complejidad de la evaluación en este nivel, algunos autores como Shaklee y Shulman, plantean la propuesta de la elaboración de portafolios, centrando dicha elaboración en la reflexión, como parte central del aprendizaje de los niños, estableciendo una conexión entre el proceso y el producto.

Un portafolio consiste en, según la definición de las autoras Danielson y Abrutyn, en una colección deliberada, sistemática y organizada de trabajos de los alumnos y sus reflexiones sobre ellos. En su elaboración se señalan los siguientes pasos:

1. Recolección: Los niños guardan suficiente cantidad de trabajos representativos de sus aprendizajes.

2. Selección: Consiste en que los niños revisen los trabajos recolectados para decidir qué transferir a un portafolio de evaluación y elijan el trabajo que mejor ejemplifique el criterio establecido por el maestro.

3. Reflexión: Los niños expresan su pensamiento sobre el trabajo seleccionado.

4. Proyección: Consiste en fijar metas para avanzar en el aprendizaje.

Esta colección de trabajos del niño provee variadas evidencias acerca de su proceso de aprendizaje, muestra su esfuerzo y su progreso a través del tiempo e implica al niño en su propia evaluación.

El aporte de los portafolios se centra particularmente en dos aspectos:

- Brindan al niño, en forma periódica, un soporte concreto para pensar sobre su aprendizaje, revisando errores, comparando borradores y versiones definitivas, completando trabajos, reconociendo sus puntos fuertes en los “mejores” trabajos y sus puntos débiles en los que les resultaron difíciles.

- Facilitan a los maestros obtener información sobre el proceso que realizan los niños al aprender,

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