El complot mongol

EL COMPLOT MONGOL

Julio César Monroy Saulés

Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, México.

¿Qué nos dice el autor acerca de la sociedad/contexto en el que se desarrolla la obra?

Rafael Bernal nos muestra una visión real de la sociedad mexicana la cual el experimentó durante su vida, la historia se encuentra situada en las calles de la ciudad de México de los años 60’. Durante un periodo posrevolucionario y habiendo sucedido el atentado contra el presidente de los Estados Unidos Americanos, John Fitzgerald Kennedy, asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas.

La novela se desarrolla completamente en la Ciudad de México, específicamente, en el barrio chino de la calle Dolores, una colonia china en medio del centro histórico de la Ciudad de México.

El complot mongol tiene un panorama más allá de solo ser una novela obscura, detrás de ella se encuentra un trasfondo con una crítica social/política en el México posrevolucionario. Rafael Bernal, a través de nuestro protagonista, Filiberto García, nos muestra su opinión sobre el gobierno corrupto de México, en el que nadie quiere hacer el trabajo sucio y funcionarios contratan a matones como Filiberto para que eliminen aquellos que estorban, además era una época donde la portación de armas era legal y el tráfico de drogas era algo que estaba presente en cada momento. Todos estos sucesos envuelven a Filiberto y a México en un ambiente obscuro, lleno de sangre, miedo y dolor.

Sus criticas sociales, ideas e ideologías son a través de la voz narrativa entre el narrador en tercera persona y el protagonista en primera persona, esto por medio de monólogos sobre lo que sucede en el transcurso de toda la historia.

“México, con cierta timidez, le llama a la calle Dolores su barrio chino. Un barrio de una sola calle de casas viejas, con un pobre callejón ansioso de misterios. Hay algunas tiendas olorosas a cantón y funkien, algunos restaurantes. Pero sin el color, las luces y banderolas, las linternas y el ambiente que se ve en otros barrios chinos, como el de San Francisco o el de Manila. Más que un barrio chino, da el aspecto de una calle vieja donde han anclado algunos chinos, huérfanos de dragones imperiales, de recetas milenarias y de misterios.”

¿Qué nos dice el autor, a través de los personajes, acerca del ser humano?

Hablamos de un marco histórico situado en un México de los años 60’, siendo que la personalidad de nuestros personajes es muy estereotipada a la época como se verá detallado a continuación.

Filiberto García, un ex revolucionario perdido en un mundo de políticos corruptos disfrazados de diplomáticos, es un asesino a sangre fría que cumple las ordenes de sus superiores no por lealtad sino por un sueldo. A la edad de sesenta años Filiberto viste de gabardina y sombrero usa colonia y porta siempre una pistola calibre cuarenta y cinco, tenía la sensación de que era parte esencial de su personalidad.

Como muchos de la época, Filiberto era un tanto machista y trataba a las mujeres como simple compañía, veía la amabilidad y la cortesía como actos con falta de hombría diciéndose a sí mismo “esto me saco por pendejo y por maricón. ¡Pinche maricón yo!” aunque, dentro de la historia, se enamora de una mujer china llamada Marta, de esta manera, nos damos cuenta de que Filiberto expone sus sentimientos tanto de soledad, diciendo que un hombre como él siempre termina solo; y la tortura que le traía el haber asesinado a tantas personas, “uno siempre recuerda sus muertos” mencionaba él.

Rafael Bernal, como lo dije anteriormente, muestra su imagen y su postura ante la sociedad a través de Filiberto García, la cual queda muy bien detallada a lo largo de la lectura.

En casos como el coronel y el señor Del Valle son políticos un tanto diferentes entre ellos. El coronel, a menos en lo que data el libro, parece ser un servidor publico joven y que cumple su compromiso con el oficio que ejerce. El señor Del Valle por el contrario es un político corrupto, sus aptitudes siempre dan el indicio de que dentro de el existe maldad, tratando de desviar las atenciones a otros horizontes mientras él lleva a cabo planes detestables por un bien propio, lo cual termina en muerte.

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