El curioso incidente del perro a media noche

El curioso incidente del perro a medianoche

Christopher el niño autista que logró escribir un libro, un niño con sus reglas, sus métodos personales basados en su pasado y su propia lógica. Un método que para él representa su bienestar, como por ejemplo el hecho de que ver varios coches amarillos en un día represente un “Día Negro” y ver varios coches rojos sea más bien un “Día super bueno”. En este libro entramos a la mente de este personaje con un orden especial y un deseo por descubrir un caso. El caso sobre quién mató a Wellington.

La inocencia de este niño es uno de los factores que hicieron que me enamorara del libro, el que sea tan recto y que vea el mundo desde una perspectiva que poca gente se detiene a observar. Jamás me había cuestionado ese tipo de mentiras piadosas que nos platica, con las expresiones que utilizamos y cómo las decimos, comentarios que nadie pensaría que fueran malos pero viéndolo desde la perspectiva de Christopher comprendo su cuestionamiento y disgusto. Creo que por nuestra cultura y la manera en que hemos crecido aceptamos esos comentarios y expresiones pero realmente son mentiras pidasosas. Puedo sentir como si estuviéramos acostumbrados a decir las cosas no como son, sino como conviene que sean o con un tono más familiar para que otros se relacionen a lo que hablamos con mayor empatía, pero aquí es donde pienso, ¿qué está bien? Ser objetivo, claro y directo o decir las cosas de manera mas vaga y ambigua para ser tomados así. No considero que tenga nada de malo utilizar este lenguaje menos directo pero creo que la perspectiva que Christopher nos platica en su libro es fascinante. Poder leer y vivir un libro con una perspectiva de alguien a quien normalmente no comprenderíamos si lo viéramos en cualquiera de las situaciones que él vive durante el libro, lo veríamos sin comprensión, no seríamos capaces de saber porqué reacciona como lo hace y hace lo que hace. Pero poder comprenderlo en cada página y saber porqué sentía que era momento de desconectarse o volver a estar en un sitio. Incluso su control de sí mismo y conocimiento es realmente fuerte, ya que él sabe qué lo hace feliz, qué puede convertir su día en bueno o malo,

Ana Paola Asali

cómo caminar entre muchas personas para sentirse bien y qué le ayuda a sentirse a salvo. Son cosas que veríamos como una persona obsesiva que no puede convivir en un mundo, pero creo que él puede entender porqué reacciona así. Se conoce más que muchos y es capaz de saber hasta qué punto avanzar con sí mismo y hasta donde ya no es capaz de continuar. Creo que es mucho más valioso una persona con la capacidad de saber sus límites que alguien dispuesto a hacer todo solo porque es lo que “está bien hacer” o “por ser valiente”.

Christopher logra hacer todo lo que jamás pensó que lograría. Fue haciéndolo con su propio ritmo, sin importar las reglas externas, sino mas bien basado en sus propias reglas, sus objetivos y sus metas. Sabía que ya no necesitaba y que sí. Poco a poco, sin la necesidad de hacer todo en segundos y con el ritmo que se supone tenemos que hacer las cosas, fue avanzando hasta que realizó cada una de sus metas. Tomar estos consejos que el libro nos comparte desde la historia de un niño y leyendo desde sus propias palabras y experiencias, me hace

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