El ejecutivo al minuto

El ejecutivo al minuto.

El libro se basa en una persona buscando un empresario que con el tiempo pueda emular. Por lo tanto empieza esa búsqueda teniendo entrevista con muchos directivos pero ninguno le parecía el ideal. Incluso hace un perfil a través de esas entrevistas del tipo de empresarios con el cual interactuar, en el cual se definen dos tipos.  Uno era aquel el cual se preocupaba mucho por los resultados finales, era duro, estricto, autartico y por otro lado el otro estilo era un empresario más bondadoso, democrático, que le interesaba lo que pasaba alrededor. El problema es que ambos perfiles no eran lo que la persona buscaba, es decir no le satisfacían estas formas de liderazgo ya que veía que únicamente estos perfiles no eran los adecuados para todo momento. Era como ser “medio ejecutivo”. Es así que en el regreso a su hogar, le llega las noticias de un ejecutivo que vivía cerca suyo. Por lo que contacta a la secretaria y organiza una reunión.

Al conocer a este ejecutivo, el joven se sorprende porque él se hace llamar el ejecutivo al minuto. Además este ejecutivo afirmaba que la mejor manera de conseguir una productividad de los empleados tanto en calidad como cantidad era con su colaboración. El joven procede a entrevistar a 3 empleados  para poder conocer mejor a esta persona,  es aquí donde surgen los 3 secretos.

La previsión de objetivos de un minuto: establecer objetivos, metas, enlistarlas en un papel. Cada previsión de objetivos debe durar un minuto y no solo mencionar las responsabilidades de quienes están involucrados sino los medios necesarios para poder llevar a cabo ese objetico.

Los elogios de un minuto:  lo que se busca es elogiar al trabajador cuando hace algo bien para que en el tiempo lo vuelva hacer, es decir no se busca el momento en el cual se hace algo mal para regañarlo sino que también se lo felicita ante alguna tarea bien hecha o una decisión bien tomada. Es decir se busca que el subordinado alcance su máxima eficiencia para que logre grandes cosas.

La reprimida de un minuto: esto se debe a que cuando el empleado comete un error, hay que hacérselo saber al minuto,  y trabajar en ello para que no se vuelva a repetir. Pero no se trata de humillarlo sino de animarlo a que la próxima lo va a hacer bien, y que aprenda y crezca a partir de ese error. Lo que se busca  es eliminar esa mala decisión o actitud, o el problema que llevo a ese error, para luego no volver a caer en el  mismo problema.  El ejecutivo al minuto hace mención de lo que siente sobre este fallo y una vez hablado  no se vuelve a mencionar.

Finalmente el joven vuelve hablar con el ejecutivo al minuto, y el ofrece que trabajen juntos. No para el sino que para sí mismo, y que aprenda a lo largo del tiempo. El joven contento encontró lo que estaba buscando.

En cuanto a la enseñanza.. es importante planificar para poder llevar a cabo los objetivos, y es importante como líder ejecutivo mantener a los empleados contentos, trabajando en condiciones que los lleve a ellos a tener la mayor eficiencia posible y logren aprender  y crecer. Es decir que los empleados alcancen su máximo potencial y decidan desarrollarlo en la empresa porque se sienten cómodos, aun así tengan la posibilidad de hacerlo en otro lado.

...