El libro, la lectura y el declive del ideal ilustrado

En el siguiente escrito trataré de exponer algunas ideas que el autor Cruz Kronfly expone en la tierra que atardece”: el libro, la lectura y el declive del ideal ilustrado (1998) y finalmente expreso una breve consideración respecto a la lectura de este texto.

El autor Cruz expone inicialmente que, el declive alrededor del futuro del libro y la lectura, contrario a ser la extinción de los mismos, es el contenido de lo que se lee, involucrando a su vez  la motivación y el fin por el cual se realiza esta acción, que desde su perspectiva puede llegar a cumplir una función vital en la formación del propio ser, de su pensar y comprender el mundo.

Según el escritor Cruz, en la modernidad, la lectura y el libro significaban el instrumento, mediante el cual se perfeccionaba la espiritualidad humana, además éste expone que se pensaba que dicho perfeccionamiento iba de mano con la formación ética, pensamiento que queda desvirtuado al estudiar la historia. Es decir, que leer y ser culto, no necesariamente hace más ético a una persona.

Por otra parte, el autor Cruz expone que, la educación debe promover la ética secular y el despojo de las creencias, partiendo de la educación sentimental y fundamentada en el humanismo, y simultáneamente en los derechos del hombre y el ciudadano.

En otro orden de ideas el autor Cruz resalta que, el desarrollo humano se encuentra vinculado al lenguaje y que es éste el que nos diferencia de otras especies. El autor Cruz expone a su vez, que las primeras expresiones humanas fueron el canto y los gruñidos onomatopéyicos los humanizaron con el lenguaje. Siguiendo al autor Cruz, la apropiación del lenguaje permitió dotar de significado el mundo.

Por otro lado el autor expresa que, en el ser humano vivían los relatos sobre el origen del mundo y el cosmos, estos perduraban a través de la tradición oral, pues transcurrió mucho tiempo para que la oralidad llegase a un papel.

Según el autor Cruz, la imprenta permite entrever otros horizontes, de tal manera que la lectura y la escritura se proliferan y con el surgir del libro, se estimula la necesidad de la biblioteca.

De acuerdo al autor Cruz, el libro y la lectura no se dan en un contexto meramente oral, pues aprender hablar conlleva un proceso distinto al aprender a leer.

El autor Cruz expresa que aun en el mundo contemporáneo, no toda la población mundial goza de la alfabetización, menciona también que, hoy en día se requiere un mínimo grado de alfabetización porque la sociedad lo exige. Es decir, es así como funciona, pues todo lo que nos rodea está invadido de códigos escritos, que se requieren entender para el uso y consumo del mundo.

Según el autor Cruz, la alfabetización funcional simplemente busca que las personas se reconozcan y puedan apropiarse de su entorno, pero sin llegar a utilizar la dimensión reflexiva, es decir que cumpla con ciertas funciones operativas, ubicándose claramente en el contexto capitalista, el cual busca promover la productividad y el consumo.

En tal sentido el autor Cruz explica que, los ciudadanos tienden a pesar que con el hecho de estar informados ya están pensado, cuando en realidad se es un sujeto que ha sido alfabetizado como lo mencionaba antes para el uso y el consumo, pero de manera acrítica e irreflexiva.      

El escritor Cruz sugiere que existen diferentes tipos de lectura en el mundo actual y la predilección por estas, está mediada, como todo, de acuerdo a la racionalidad productivo-instrumental o dicho de otra manera al entorno socioeconómico y político en el cual nos movilizamos.

En tal sentido esta la lectura placentera que puede tener dos realidades, una de ellas es, la lectura en la cual se encuentra disfrute, gracias al humor, la ironía; en la cual se encuentra goce, pero también se encuentra crítica y profundidad; es un lectura lúdica en la cual se puede encontrar una buena elaboración intelectual, se puede denotar técnica, etc. En  contraste, parafraseando al autor Cruz, se puede encontrar una lectura lúdica pero inculta, que se puede describir como una lectura con bajos niveles intelectuales que no requieren mayor esfuerzo por parte del lector.  Una la lectura que se realiza en los intervalos de reposo de la vida nuestra vida ajetreada, con rapidez y sin esmero, una  lectura cuyo objetivo radica en matar el tiempo, dicho de manera coloquial. Es una lectura que simplemente no aporta más que la mera distracción. Es una lectura que no nutre y no aporta, al “perfeccionamiento y cultivo del espíritu” como dice el autor Cruz.

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