Lectura Del Libro...

El presente trabajo expone como palabra clave de análisis, la contracultura. Examina el papel de la escuela en la sociedad y expone que debe de aplicarse una contracultura de manera urgente al sistema educativo. Se reflexiona sobre algunas características de la sociedad posmoderna y el impacto de ésta en las escuelas. Además se subrayan las actitudes de los docentes modernos. Se concluye relacionando el contenido de la lectura (contracultura educativa), con las acciones realizadas dentro de la MEIPE.

Se parte de palabras claves que reflejaron la oposición de algunos grupos sociales. Una de estas es la contracultura, que se manifiesta en contra de lo ya establecido; su inconformidad se refleja en las actitudes manifestadas (forma de vestir, de hablar, de vivir, etc.) porque desobedecen todas las normas sociales instituidas.

Critican el papel que desarrolla la escuela en una sociedad, porque solamente trasmite contenidos, los objetivos ya están señalados, es decir únicamente se “enseña” lo que el sistema desea, como consecuencia se crean personas con ideologías parecidas. En este tipo de escuela, se trabaja con propósitos de la teoría de la reproducción, se “fabrica” en base a las necesidades, pero no las del pueblo, sino la de los grupos privilegiados.

La sociedad impide que se satisfagan los deseos de superación de las personas a nivel individual y social. La educación debe de transformarse en acciones pedagógicas que ayuden a satisfacer estas necesidades. Los grupos deben buscar las soluciones para lograr sus ideales; para ello es importante unificar agrupaciones que no busquen el beneficio personal, sino el de su comunidad. Para lograrlo se requiere de personas con capacidad crítica y de resistencia, vencer la cultura establecida, hacer contracultura. Ante esta reflexión la interrogante ¿Cuáles acciones pedagógicas me corresponden realizar para formar ciudadanos críticos y reflexivos?

Es preciso que en las escuelas se aplique una contracultura, en cuestión de aplicación de formas de trabajo, de propósitos, ideologías diferentes de los educadores y por ende de los educandos. Reconozco que las actitudes de la mayoría de los docentes, son de pasividad, somos observadores externos de nuestra práctica, estamos acostumbrados a obedecer lo que se dice, a creer lo que nos expresan, a vivir como alguien más quiere que lo hagamos, imitamos el trabajo de alguien más, sin cuestionar el por qué de ello. Ante estas posturas de pensamiento ¿qué estoy haciendo como educador para mejorar?

Supuestamente vivimos en una sociedad posmoderna, donde los valores ya no existen, donde los medios de comunicación están adueñados de nuestras almas. Es la época de la informática, de la comunicación, donde diariamente se vive conectado a las redes de ¿comunicación?

Paradójicamente en este tiempo se vive aislado, “la época de la comunicación es la más incomunicada”, casi no hay diálogo entre las personas que habitan la sociedad, se vive gritando, violentamente, acelerados, pensando solamente en el yo, y atendiendo las necesidades personales, dominando la ley del más fuerte. Consecuentemente todas estas formas de vida son manifestadas dentro del aula de clases.

Los maestros nos hemos quedado con ideas antiguas, pensando que los alumnos actuales, son los mismos de hace veinte años, comparando en las actitudes de unos y de otros; lo principal es analizar que los alumnos ya están dentro de la sociedad posmoderna y buscar las estrategias para este tipo de discípulos que nos están extralimitando nuestras expectativas.

Aunque le duela al sistema educativo, la educación deberá transformarse y cambiar a fin de que los nuevos modelos se adapten a otras formas de pensamiento, de vivir, a las exigencias de la sociedad posmoderna, ya no es cuestión de querer, sino de necesidad inmediata.

Meditando en esta temática

...