El líder que no tenia cargo, reseña critica

Análisis crítico-reflexivo del libro el líder que no tenía  cargo[pic 1]

El mundo de hoy está en constante y rápido evolución, cambia momento a momento volviéndose mucho más exigente. Los antiguos ideales de excelencia y técnicas para alcanzarlos, han quedado más que obsoletos por lo que cada persona, cada grupo, cada organización y cada nación que desee avanzar y no desaparecer en el pasar del tiempo, debe buscar nuevos horizontes, abriendo los ojos a las posibilidades infinitas del potencial humano, un potencial muchas veces dormido dentro de cada uno pero que se puede manifestar con suma facilidad al volvernos conscientes de tal poder. Esta idea que podría parecer algo sacado de una fábula infantil, es en realidad un hecho poco conocido, pero que no por ser desconocido ante la población en general deja de ser cierto.

Con esta primicia simple y compleja a la vez, el señor Robin Sharma autor de este peculiar libro, nos quiere inculcar la perspectiva poco usual de convertirnos en un “Líder Sin Cargo”. Se expone esta primicia no solo como una acción laboral sino que busca además una profunda transformación personal, produciendo impactos de lo más positivos en múltiples ámbitos de nuestra vida cotidiana. La idea de esta filosofía no es tan solo la búsqueda del éxito, también nos guía a fijarnos la meta de alcanzar una vida plena y feliz, un estilo de vida en que pongamos en acción todo nuestro potencial y talento en lo que nos proporcione más alegría. Pero antes de lograr todo este tipo de dramáticos cambios a nuestro alrededor, debemos comenzar por nuestro interior como se dice en la página 101 del libro “Sé líder de ti mismo en primer lugar. Solo entonces serás capaz de liderar a los demás”.

Ahora  bien es hora de incursionar en el libro como tal, pues en esas modestas 125 paginas puede estar contenido un mensaje que aunque se exprese en ese espacio de la manera más comprensible y amigable con el lector, llega a guardar un profundo significado que podría contenerse en algo así como 350 páginas. Esto hace honor a la creencia de que unas pocas palabras pueden cambiar vidas enteras tanto para bien como para mal, por ello debemos ser muy responsables en como usamos nuestras palabras para con otras personas ya que no sabemos qué tan profundo estas lleguen en su ser. Nuestro protagonista Blake aprenderá esta y muchas más lecciones conforme avance la historia que va contada desde su perspectiva, él es un claro ejemplo de una persona decente que ha sido golpeado por la vida. Aunque lamentablemente al inicio se encontraba profundamente deprimido por sus experiencias, pues se centraba en abrazar sus problemas y dejar que lo consumieran en lugar de buscar soluciones para mejorar su estancada situación.

Progresivamente al abrir su mente a cada lección que se le brindaba, su actitud y entorno cambio drásticamente llevándolo a ser feliz y estar en paz, Blake puede ser un gran ejemplo de que no es tarde para cambiar, siempre y cuando se esté dispuesto a ello. Sin embargo he de observar que el cambio vino al encontrarse a la persona correcta que le daría el empujón en la decisión correcta. Tommy, se convierte en su mentor durante la conversión hacia el líder sin cargo. Lo podría describir como un pilar y figura a seguir durante el poco tiempo que pasan juntos, como todo líder sin cargo Tommy reúne diferentes virtudes que le dan un prestigio dentro de su trabajo pero que más allá de eso, le vuelven un ser humano admirable en quien se puede confiar.

La historia tiene como primicia el convertir a Blake en un excelente líder, y el puente para este proceso será Tommy quien le conducirá a los 4 maestros, estos junto con el mentor son los exponentes claros y precisos de las lecciones contenidas en el libro. Cada lección se contiene en una frase, que a su vez se rige por 5 simples normas representadas en acrónimos (una forma bastante pintoresca para hacer que aprenderlas resulte más divertido). Es resaltante  que a pesar de solo contar con 6 personajes que intervienen  a lo largo de la historia, en ningún momento resulta tediosa la lectura pues las ideas expuestas con amplitud van cuidadosamente adornadas por frases célebres de múltiples personajes reconocibles con tan solo leer sus nombres, sirviendo como un sustento firme para el desarrollo de las ideas.

En los primeros pasos de Blake se le expone la idea de la muerte, como algunas personas pueden encararla de manera tranquila y orgullosos de lo que lograron hasta el final, así como otras pueden acabar frustrada llegando al final sin tener ni siquiera un logro que les haga hecho sentir satisfecho, desapareciendo de este mundo sin haber dejado un legado o al menos una marca que trascienda en otra persona a la que se pudo influir de manera positiva. El legado, muchas personas se preocupan a diario por esta idea que puede llegar a inquietarnos, tiene muchas formas y cada uno se forja a través de sus acciones un legado. Algunos lo conciben como los bienes físicos que heredan a sus allegados (a pesar de ser fruto de un trabajo honrado todo lo físico pierde su valor porque no tiene mucho más valor que el reflejado en su costo), otras personas dejan enseñanzas y conocimientos ya sea inscritos en libros o en las mentes de sus alumnos, algunos solo dejan lecciones llenas de significado marcadas en el corazón de aquellos que pudieron pasar  tiempo a su lado.

La verdad es que muchas de nuestras obras en vida, pueden perdurar más allá de nuestro final, y esas personas pueden compartir lo que legamos a otras, así se crea una cadena de cambio a largo plazo, una pequeña acción llevada a cabo por uno que se dispersa y va creciendo hasta convertirse en una ola de inesperado crecimiento para los demás. Un líder sin cargo debe ser ese eje de cambio y mejora, que a su vez cree a otros mejores que él pues la propagación de esta filosofía especial tiene la misión final de que en cada conjunto de arriba abajo haya líderes sin cargo que eleven a dicho conjunto hasta el mayor rendimiento posible.

Pasando a los maestros, que se les podría describir como estos sabios carismáticos, con gran experiencia pero que tienen conocimiento de vanguardia para estar al tanto de las problemáticas modernas y actualizar sus conocimientos para que se adapten a la circunstancias tan complejas que encaramos. Por supuesto que al describirlos tan generosamente, la mayoría cometería el error de pensar en importantes ejecutivos, con tantos estudios reflejados en títulos que en conjunto podríamos colgarlos todos en un gran salón llenándolo de lado a lado pero aun así nos llevamos una gran sorpresa al ver que estos son: Una empleada de limpieza, un ex campeón de esquí, un jardinero y un masajista.

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