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Ensayo De Obra "etica Para Amador"


Enviado por   •  6 de Octubre de 2011  •  2.552 Palabras (11 Páginas)  •  917 Visitas

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ENSAYO DE ETICA PARA AMADOR

Cuenta la historia de un padre que quiere dar a entender un poco a su hijo sobre la ética, su ser más importante. En ocasiones llamamos “bueno” por la conveniencia en términos positivos para nuestra vida que nos pueda causar al momento de llevarlas a la práctica y le decimos “malo” a las cosas que no son de nuestro beneficio y nos afectan o nos han causado fracasos que pasan a ser recordados, dejando una huella de tristeza, dolor o una mala sensación que no se quiere repetir jamás. Hay que saber lo que uno quiere y sentirse bien con sigo mismo. El remordimiento lo tenemos cuando nos damos cuenta de que hemos hecho algo mal, pero cuando nos damos cuenta nosotros, no si alguien nos dice que hemos obrado mal. Ese es el verdadero castigo.

Contra el remordimiento lo que debemos hacer es ser responsables, y si no pensar antes lo que vamos a hacer y las consecuencias que nos puede traer, y lo que es más importante saber aceptar las consecuencias. Hay que saber también que las decisiones que tomamos ahora van formando nuestro interior y nuestro futuro día a día.

Aunque creo que es muy difícil ser una persona consciente la mayor parte del tiempo, siempre tendemos a elegir por conveniencia y reflexionar después de haber hecho nuestra elección y no antes, que sería lo más conveniente para no tener que batallar después con los remordimientos y ahorrarnos muchísimos problemas.

Uno de los puntos agradables de este texto es el enfoque de la libertad que gozamos los seres humano y la posibilidad de poder elegir el rumbo que le queremos dar a nuestra existencia, buscando la forma de decidir acerca de la mejor forma de disfrutar de esa libertad que me permite explorar conocimientos nuevos, poderlos aplicar a mi diario vivir partiendo de que somos libres para así responder por lo que nos acontece. Cuanta más capacidad de acción tengamos mejor resultados tendremos para obtener la libertad ya que la intuición que nos lleva a buscar una solución a nuestros problemas nos hace evolucionar y buscar un sin número de salidas a nuestros problemas e interrogantes que nos formulamos a través de las experiencias evidenciadas. La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar: Sí o No. Quizá con esta acción pueda, aunque sea pequeña alimentar en cuanto a sus perspectivas la forma de ver la ética, ya que por lo general tendemos a escucharla y opinar que no sirva de nada porque de todas formas todo el mundo se sigue portando de la misma forma y como menciona el libro, llegamos a ser imbéciles al vivir siendo la copia de lo que hacen los demás, y no vemos por nuestros intereses y por lo que es mejor para nosotros, o nos dejamos llevar, manipular, ordenar y obedecemos sin ver las justificaciones y los efectos de lo que nuestras acciones pueden suponer.

Nos habla un poco acerca de las “ordenes, costumbres y caprichos” con los cuales la gente siempre va a tener un motivo para hacer lo que hace. Las ordenes son aquellas que se dan aun sin saber que pueda pasar después, buscando un bien personal o social. Las costumbres son esos actos que nos hacen ser iguales al momento de seguir una rutina, son todas aquellas tradiciones antiguas que nos llevan a conservar una cultura que por años se ha venido esparciendo por generaciones y que son de nuestro interés el decidir si sigo o no esa tradición. Los caprichos son todos aquellos gestos que salen del interior y los hacemos simplemente porque queremos hacerlo más no porque no lo ordenan, son antojos que no sabemos qué bien nos puedan causar.

Este interesante libro nos recuerda de esas ocasiones en que hacemos las cosas porque nos las mandan, otras porque es una costumbre hacerlas, para conseguir algo a cambio y otras sencillamente porque nos apetece, esto no quiere decir que una de estas tres opciones tenga la total aceptación asertiva para nuestra vida, cada persona puede tener una opinión sobre ello. Ya que no existe un reglamento que enseñe a ser un hombre bueno o funcionar siempre como tal. Con que eso signifique que no para todos tiene un mismo sentido la palabra bueno.

Lo que nos diferencia de los animales es la capacidad de razonar sobre nuestras acciones, ya que ellos solo viven de acuerdo a lo que sus instintos programados les dictan, no por lo que cada uno piense que le conviene. Esto es sencillamente lo que nos hace únicos, pero no en el sentido de que somos “únicos” invitando a la egolatría, si no porque somos muchos humanos y entre nosotros nos humanizamos.

Todo aquel que odie, sea egoísta, envidie, y pase su vida atado a la forma egoísta de interpretar la frase “vivir bien la vida”, es decir, que la mal interprete pensando que aquella refiera a rendirse ante lo material y superficial de la vida, por tratar a otros en conveniencia; está perdiendo todo su valioso tiempo y aliento, al final no le quedará nada, y tras varios ejemplos, el autor nos expresa que la mejor forma de vivir bien es ver no solo por el bien propio si no lo mismo desear para los otros, el no censurarnos, el no ser estúpidos y el ser nosotros mismos respondiendo a nuestra propia responsabilidad, escuchar y entender a los que nos rodean y así ellos nos entenderán escucharan y por tanto nos humanizaran, porque un humano solo puede serlo gracias a los demás humanos, querámoslo o no, nuestro bienestar será siempre estar en paz con el mundo. La gente quiere libertad para elegir lo que quiere pero muchas veces confundimos lo que queremos hacer por lo primero que nos venga en gana y eso la mayoría de las veces acaba siendo negativo para nosotros.

Luego también tenemos que saber que las personas son seres como nosotros y las debemos tratar como tales y relacionarnos unos con otros ya que sin ello no podríamos vivir porque no tendríamos con quien compartir nuestra felicidad, nuestro dolor, etc.

La gente quiere vivir bien, pero no tiene muy claro en qué consiste. Si se rehúye de la complicación y se busca la gran simpleza, no se vive más y mejor, sino que quieres morir de una vez.

A las personas se las tiene que tratar como personas, no como cosas.

La ética intenta averiguar qué es exactamente la buena vida. No todo da igual aunque antes o después vayamos a morir.

La gente con la palabra moral quiere decir que suelen respetarse, por lo menos aparentemente y a veces sin saber muy bien porque experimentes un comportamiento que en esa situación te conviene.

Hay dos tipos de ética, la que corresponde a cada individuo de forma individual (por supuesto), que es la humanitaria y también la política, que es el conjunto de normas o acciones básicas para poder mantener en orden y en paz la sociedad a la que se gobierna. El autor llama una frase que muchas veces

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