Ensayo El Señor De Las Moscas

Un mundo sin adultos en El señor de las moscas de William Golding.

En cada capítulo de este libro, antes de empezar una conversación entre personajes, nos explican con mucho detalle todo lo que pasaba en esos momentos, esto fué algo que nos gusto de este libro, por ejemplo; el clima, el tiempo, sus sentimientos en ese momento, como iba cambiando el clima a cada rato que pasaban en esa isla, que hacia cada uno de los personajes, como se divertían, que pensaban hacer en cada momento angustioso que pasaban en ese lugar… “El primer ritmo al que se acostumbraron fue el lento tránsito desde el amanecer hasta el repentino anochecer. Aceptaron los placeres de la mañana –el sol brillante, el mar poderoso y la dulzura del aire —como las horas buenas para jugar, sus vidas estaban tan llenas que no hacían falta esperanzas y, por ello, las olvidaban. Cuando se acercaba el mediodía, cuando el torrente de la luz caía casi en vertical, los intensos colores de la mañana se suavizaban en tonos de perla y ópalo. El calor –como si la máxima altura del sol lo impulsara –se convertía en un flagelo que ellos trataban de esquivar, corriendo hasta la sombre para tenderse o incluso para dormir”.1Esta historia se rodea de un mundo sin adultos, mentes inmaduras e inocentes, de niños y adolescentes no mayores que nosotros nos imaginamos, por ejemplo; “Ahora había un trío jugando en ese lugar. Henry era el mayor. También era pariente de aquel chico de la mancha en la cara, a quien nadie había vuelto a ver, desde la tarde del gran incendio. Pero no lo era bastante mayor para comprender aquello y, si alguien le hubiera dicho que el otro chico había vuelto a su casa en avión, se lo habría creído sin queja ni duda.”2 creemos que después de haber pasado todas estas aventuras, tristezas y miedos al darse cuenta de que serían rescatados se dieron cuenta de algo: que nadie había terminado con sentimientos inmediatos de alegría, pero conscientes de la pérdida de su inocencia infantil.

1 William Golding, El señor de las moscas, Barcelona (España), Bibliotex. SL, 2001, p.55.

2Ibíd., pp. 60-61.

Intentar actuar como adultos, para no morir en esa isla, hacer las cosas bien eso es lo que intentan nuestros personajes en esta gran historia actuando con responsabilidad, estuvo muy bien como lo hicieron en cambio si no lo hubieran hecho así, pues quien sabe que les hubiera sucedido no hubiera sido la misma leyenda, “—Necesitamos una asamblea. No para divertirnos. No para reírnos cuando alguien se caí del tronco –el grupo de los peques sentados en el precario asiento lanzó risitas y se miraron unos a otros , ni para hacer chistes, ni para –alzo la caracola esforzándose por encontrar el término preciso –hacerse el listo. Para nada de eso, sino para poner las cosas en orden”.3 Aquí nos damos cuenta de lo que me refiero.

Con este pensamiento de actuar

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