Ensayo sobre Rey Lear

Rey Lear: no podemos escoger a quien somos libres de amar

Introducción.

Rey Lear es la obra que elegi para desarrollar ya que habla  de la ingratitud filial llevada al extremo. Por un lado, y en la trama principal, la de las hijas de Lear y, por otro lado, y en la secundaria, la traición de Edmond a su propio padre, Gloucester. Estas dos tramas se desarrollan de modo paralelo pero finalmente se encuentran y coinciden para descubrir la verdadera unidad de la tragedia.

El bufón de Lear se transformará  en su mayor  confidente y aliado mas cercano

Hipótesis:

Del amor pedido resulta la ingratitud y la hipocresía; el amor verdadero es puro.

Lear y Edmond son los personajes opuestos, apenas intercambian alguna palabra. El rey es todo sentimiento y Edmond está despojado de todo afecto. Los dos buscan afecto, a su manera, el anciano, el de sus hijas, mientras que el joven busca el afecto de su padre.

Tanto Lear como Gloucester son incrédulos en su prisa por creer a sus hijos engañosos, lo que les permite ser manipulados fácilmente.

La ingratitud tendrá su contrapunto en la falta de lucidez de Lear y de Gloucester que les llevará a cometer objetivas injusticias con sus hijos Cordelia y Edgard y la hipocresía se verá reflejada en la ambición y avaricia de sus hijos que buscan el poder y el reconocimiento de sus padres.

Desarrollo

Para comenzar diré que la necesidad o la elección de Lear para heredar a sus hijas no fue la correcta y desata una serie de eventos desafortunados que se vislumbran desde el inicio de la obra: traiciones, conspiraciones, destierros, asesinatos

La tragedia comienza con una acción del rey que anticipa lo que puede suceder. Gloucester presenta a su hijo natural, explicando su procedencia, este acto, también deparará un destino oscuro.

Las hijas de Lear lo manipulan con sus palabras para conseguir un trozo de reino, mientras que Cordelia se niega a participar  de este ejercicio trivial y obtiene el destierro y desprecio de su padre, solo por amarlo sinceramente.

Gloucester es engañado por Edmond con una carta falsa de Edgard y una pelea imaginaria. La negativa de Gloucester, al igual que Lear, lo lleva a elegir al hijo equivocado.

 Harold Bloom considera que esta obra «trasciende los límites de la literatura», Una tormenta dentro de otra tormenta, la de las circunstancias conflictivas que se están viviendo, y en las que «las penas de la lucha generacional» se ponen de manifiesto.

De las obras de Shakespeare, Rey Lear, es la que más me atrae, me conmueve, no podría explicar el motivo exacto pero si el mensaje final, mi interpretación “ no podemos forzar un amor cuando la relación esta cargada de ambicion, ingratitud e hipocresía”. Y estos motivos me llevan a trabajar en esta gran obra.

Lear cansado de gobernar y, considerando su edad avanzada, decide abdicar su trono en nombre de sus hijas pero de una manera poco convencional.

 En el primer acto se presentan  todos los personajes, que reunidos en el palacio esperan las noticias que el rey tiene para darles. En esta primera escena nos enteramos que el conde de Gloucester tiene dos hijos uno de los cuales es bastardo podría parecer un dialogo trivial pero luego se convertirá en la trama secundaria de la obra.

A continuación se presentan esos diálogos:

CONDE DE GLOCESTER.-Su educación ha corrido a mi cargo, y tantas veces me he avergonzado de reconocerle que al fin mi frente, trocada en bronce, no se tiñe ya de

rubor.(…) Su madre me entendería mejor; por haberme entendido demasiado vio un hijo en su cuna, antes que un esposo en su lecho. ¿Comprendéis, ahora, su falta?

CONDE DE KENT.-No quisiera yo que esa falta hubiese dejado de cometerse, pues produjo tan bello fruto.

CONDE DE GLOCESTER.-Tengo, además, un hijo legítimo, que le lleva a éste algunos años de ventaja, mas no por ello le quiero más. Verdad es que Edmundo nació a la vida antes que le llamasen; pero su madre era una beldad, y no hay que ocultar el vergonzoso fruto que dio a luz. ¿Conoces a este gentilhombre, Edmundo?

Dentro de la misma escena hace su aparición Lear con sus hijas y sus yernos (el duque de Cornwall y Albany), antes de entregar la mano de Cordelia, su hija menor decide abdicar a favor de sus hijas de una manera que traerá graves consecuencias.

“Hablad, hijas mías: ya que hemos resuelto abdicar en este instante las riendas del gobierno, entregando en vuestras manos los derechos de nuestros dominios y los negocios de estado decidme cuál de vosotras ama más a su padre. Nuestra benevolencia prodigará sus más ricos dones a aquella cuya gratitud y bondadoso natural más los merezcan. Vos, Goneril, primogénita nuestra, contestad la primera.” (Lear, Acto I, esc I)

Goneril hace uso de su discurso y adula a su padre quien se regocija al escucharla, luego es el turno de Regan, quien en no menos elogios, que su hermana mayor, envuelve al rey en mentiras. Llega el turno de Cordelia y responde sin mentiras pero no de la forma que esperaba Lear:

“LEAR.- ¿Cómo, cómo Cordelia? Rectifica tu respuesta, si no quieres perder tu fortuna.

CORDELIA.-Vos, padre mío, me disteis la vida, me habéis nutrido y me habéis amado. Yo, por mi parte, os correspondo, tributándoos todos los sentimientos y toda la gratitud que el deber me impone; os soy sumisa, os amo y os respeto sin reserva. Mas ¿por qué mis hermanas tienen maridos, si dicen que es vuestro todo su amor? Tal vez cuando yo me case, el esposo que reciba mi fe obtendrá con ella la mitad de mi ternura, la mitad de mis cuidados y la mitad de mis deberes; de seguro, jamás me casaré como mis hermanas para dar a mi padre todo mi amor.” (Lear, Acto I, esc I)

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