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Eric Hobsbawm, La revolución industrial


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2017  •  Resúmenes  •  567 Palabras (3 Páginas)  •  1.042 Visitas

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Eric Hobsbawm. La Era de la Revolución,

1789-1848. “La revolución industrial”,

pp. 34-60. 

Capítulo del historiador marxista británico

de origen judío que narra el periodo de la

revolución industrial desde un punto de vista

social, industrial y económico; así como sus

consecuencias en el orden mundial.

        

        Para contextualizar –y yendo de la mano del autor- pondremos la mirada en la Gran Bretaña del siglo XVIII, cuando los pequeños pero apresurados avances en el campo de la industria comienzan a hacer su debut. Pero al mencionar el estallido de la Revolución Industrial, así, de tajo, nos referimos a que entre 1780 y 1790 despegó el poder productivo hacia un crecimiento auto sostenido. Es decir que todos los progresos antes minimizados se reunieron para formar algo realmente grande. Todos esos pequeños pasos para el hombre se volvieron en un gran salto para la humanidad.

        Y a pesar de ser Gran Bretaña un país con educación muy pobre e inventos no muy eruditos, se convirtió en el pionero en revolucionar. Los terratenientes comenzaron a privatizar tierras y a comerciar con los excedentes de sus cosechas; el capital se veía invertido en buques, puertos, caminos y canales para así poder transportar la mercancía. El dinero ahora gobernaba y se nota claramente con la clase burguesa que, a comparación con la vieja aristocracia, comenzó a hacer bailar al perro con dinero y no con sus títulos inquebrantables de nobleza.

El secreto de por qué Gran Bretaña fue la estrella en este periodo se debe a su posición geográfica estratégica y su buena flota naval. Así, básicamente dominaba los mares y controlaba, entre otros, los territorios del subcontinente Indio, fuente importante de materia prima como el algodón; es decir, que triunfó por su industria algodonera y su expansión colonial.

Hasta aquí, todo es luz y esplendor. Pero después del arcoíris viene la tormenta y la primera crisis general capitalista surgió por el exceso de producción de algodón y la falta de compradores: la producción superó la demanda y creó el descontento de los trabajadores, quienes entraron en miseria y crearon levantamientos sociales. La solución fue la reducción de trabajadores, sustitución por mano de obra barata y el cambio de la máquina por la fuerza humana. Disminuyeron los precios de los productos diarios pero también se redujo el salario.

Y a pesar de que el hierro ya no era tan solicitado debido a la poca demanda militar, la explotación del carbón se intensificó al incluir en las ciudades el ferrocarril –tan aclamado por poetas y literarios- y así, metió a la metalurgia al juego de nuevo con la construcción de vías que conectaran caminos. El ferrocarril y sus derivados fueron la nueva joya en el mundo de las inversiones para aquellos con tanta fortuna que no sabían ni en qué gastar. Los ricos se enriquecían y el hombre medio seguía siendo medio.

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