Familia e inclusión

Fundación Universitaria Unimonserrate

Familia e inclusión

Presentado por: Xiomara Luna Sánchez

Presentado a:Daisy Toro

Marzo 13 de 2018

     Desde los inicios de la humanidad a la mujer le han vulnerado sus derechos, la han visto como el género débil al ser considerada más emocional que racional, desde esta perspectiva la mujer no tenía igualdad de condiciones de género, los hombres fueron los que tuvieron derecho a la educación, adquiriendo nuevos pensamientos a través de libros, maestros y nuevas experiencias, llevándolos a crear nuevos conocimientos que aportaban en sus diferentes ámbitos. Al verse esta desigualdad, la mujer no era tenida en cuenta, en la adquisición de pensamientos, eran sometidas a labores domésticas, cuidados de sus hijos y esposos, a las condiciones de cultura, religión, política y la sociedad en la cual estaban inmersas.

     Un ejemplo, claro de estos casos fue la época de la edad media  en donde la iglesia tenía el poder económico, educativo, social y político, en estos aspectos se evidenciaba la desigualdad de condiciones debido a que los únicos que podían estudiar eran los hombres y no cualquier hombre tenía la oportunidad, únicamente podían  los que contaran con buenos recursos económicos, dichos hombres a pesar de que adquirieran conocimiento era limitado, ya que solo se centraba en lo que digiera el clero y no tenían la oportunidad de crear nuevos conocimientos. Por su parte la mujer no tenía  ninguna oportunidad para esta adquisición, si expresaba sus ideas la tildaban de hereje, o si pasaba algún acontecimiento extraño, las culpaban a ellas y a la hoguera iban a dar sin poder defenderse. Definitivamente eran discriminadas como si no existieran en el mundo.

     Todo esto cambio, debido a la ruptura de paradigmas o estereotipos que impone la sociedad, a raíz de estas rupturas la mujer poco a poco ha ido asumiendo posturas críticas las cuales han favorecido la adquisición de conocimiento en el ámbito educativo, laboral, político y social, todo en pro de tener las mismas condiciones que el hombre, sin llegar a ser más que él,  o peor aún menospreciarlos o ignorarlos en cuanto a sus conocimientos, ya que se estaría cometiendo el mismo error o daño que nos hicieron en épocas pasadas. De igual forma en nuestra sociedad aún sigue inmersa la cultura machista en donde desvalorizan el trabajo de la mujer, pero esto se debe más a los imaginarios que tienen sobre ellas, reviviendo las épocas pasadas donde la ven como seres frágiles que piensan con la emoción y no con la razón, y que solo sirven para las labores domésticas.

     Por tal razón es muy importante el empoderamiento de la mujer en todos sus ámbitos, como lo menciona Florence (2006) “Empoderarnos significa soltar ese pequeño poder que tenemos adentro y que había sido reprimido por un “deber ser femenino” impuesto por la ideología patriarcal en la cual estamos inscritos, todos y todas; significa construirse desde la autonomía y volverse protagonista de su vida.” (p, 152).

Para finalizar, concluyo con una reflexión personal que contribuye a la ruptura de estereotipos sobre las mujeres. En mi vida, tengo la oportunidad de trabajar, estudiar, compartir con mi familia, contar con espacio de ocio en donde realizo las actividades que a mí me gustan y no las que me imponen la sociedad. Llevo una vida digna sin temor a expresar mis ideas dejando de vivir de apariencias, de mundos utópicos sino por lo contrario soy realista y se en que mundo vivo, con problemáticas que me enriquecen a diario en todos los aspectos de mi diario vivir. Cada día que vivo transformo mis pensamientos adquiriendo nuevos conocimientos desde lo subjetivo  a lo colectivo, todo esto lo he llevado a cabo gracias a la emancipación de lo que es ser mujer en esta sociedad.

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