Informe leer y escribir en un mundo cambiante- Emilia Ferreiro

Las prácticas de lectura y escritura han sido muy importantes a través de la historia, por lo tanto el concepto de leer y escribir se ha modificado con el paso del tiempo. En épocas pasadas estos términos eran considerados una profesión  y solo unos pocos, los más afortunados, tenían estos conocimientos. Con el transcurso de los siglos estas actividades dejan de ser un oficio y pasan a convertirse en una obligación para ser un ciudadano.

 Emilia Ferreiro menciona que; “Todos los problemas de la alfabetización comenzaron cuando se decidió que escribir no era una profesión sino una obligación y que leer no era marca de sabiduría sino marca de ciudadanía”. La democratización de estas tareas se ven acompañadas de la escuela pública y obligatoria, y con ella la noción de lo que hoy conocemos como fracaso escolar primero, como responsabilidad de los alumnos. Y luego, de su entorno familiar.

Por otra parte la autora relaciona este fracaso con la pobreza y el analfabetismo, a pesar de no tener muy clara la división de los países que están en vías de desarrollo, el 80% de la población mundial, no tiene las condiciones económicas que contribuyan al éxito de la escolaridad. En esta misma línea comenta que “una escolaridad que va desde los cuatro años bien avanzados a los veinte (sin hablar de doctorado y pos-doctorado) tampoco forma lectores en sentido pleno”. Este tipo de alfabetismo que llama iletrismo, consiste en la incapacidad de sentir gusto por la lectura y su práctica cotidiana y se da aun en los países desarrollados. Esto demuestra que la escuela no ha dejado de abordar la enseñanza de leer y escribir como un simple cúmulo de técnicas.

Según esta psicóloga, la democracia exige ciudadanos alfabetizados y no alcanza con el mínimo del deletreo y la firma (lectores plenos y no descifradores) hoy día los requisitos sociales y laborales son mucho más elevados y exigentes. A esto se le suma el desarrollo tecnológico y su implementación en el aula, como si las computadoras por su sola presencia, pudieran lograr niveles de alfabetización nunca alcanzados. No obstante, como lo expone Ferreiro la herramienta no debe utilizarse sin el adecuado desarrollo de competencias que permitan usarla en beneficio propio.

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