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James Scott. Los Dominados Y El Arte De La Resistencia


Enviado por   •  6 de Mayo de 2014  •  2.556 Palabras (11 Páginas)  •  705 Visitas

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James Scott. Los dominados y el arte de la resistencia.

James Scott es profesor de ciencias políticas y antropología en la universidad de Yale. Su trabajo se centra en las formas de dominación entre capas sociales, escondidas bajo discursos y actitudes que responden a los diferentes roles de clase. Este libro surge para intentar entender las relaciones de poder de las sociedades malayas. El discurso oculto y el privado oscila entre quienes ostentan el poder y los subordinados. Las formas de resistencia se ocultan bajo acciones aparentemente inocentes por parte de los grupos económicamente dependientes. El autor se da cuenta de que los pobres no dicen lo mismo delante de los ricos o con personas de su misma condición, y viceversa, los ricos no actúan igual con los pobres que con los de su clase. Las relaciones de poder en el discurso están incrustadas, son reconocibles, pero a su vez, pasan desapercibidas. En cualquier ámbito se pueden encontrar esta doble vía de actuar y de pensar. Las posiciones de resistencia, no por ser invisibles son menos activas. Veremos mas adelante como Scott las califica.

El propósito de este libro es desvelar que se puede enseñar sobre el poder, la hegemonía, la resistencia y la subordinación. La sabiduría popular practicada por esclavos, la servidumbre y el sistema de castas desvela dos conceptos que Scott llama el discurso público y el discurso oculto. Este estudio niega muchos de los principios de las obras posmodernistas, pero comparte con ellas que no existe una única posición analítica que determine la veracidad de un discurso o texto. Las teorías de Scott son frecuentemente comparadas con las tesis gramscianas sobre la hegemonía. Sin embargo, Scott argumenta contra Gramsci que la resistencia cotidiana de los dominados es la prueba de que ellos no han consentido la dominación.

Las clases han sido justificadas y naturalizadas por facciones con fuertes intereses económicos e ideológicos. Las clases dominantes se han ocupado de mantener el estatus por medio de la costumbre. Vemos como Bourdieu, otro autor de la dominación, trata en su teoría sobre el habitus, de como la fuerza de la costumbre conforma la percepción del mundo según patrones de clase inculcados como inevitables. Cada posición social responde de manera natural a su propia condición, compartiendo de forma homogénea, estilos de vida parecidos con los de su propia clase.

Soctt recuerda que rara vez se practica “hablarle con la verdad al poder” (1990:24) Las relaciones sociales requieren muchas veces de un cierto cinismo y de falta de sinceridad al expresarnos. Sonreír, bromear, disimular, es habitual en ciertos ambientes donde se encuentran ocultas relaciones de poder que impiden una expresión sincera hacia el “superior”. Es una conducta del más débil, que a su vez, implica una estrategia de protección ante el posible daño del opresor.

Para Scott, los subordinados tienen una vida social aparte del amo, en donde pueden hablar sin temor a ser escuchados. Esto forma parte de su discurso oculto. Es aquí donde se oye una crítica compartida hacia la dominación y donde se elaboran sueños de resistencia. Se podría establecer una regla general de resistencia a las formas de dominación, comparable a grandes rasgos entre sí. Aquí también, daríamos la razón a Bourdieu, en cuanto a las prácticas de estatus compartidas. Hay prácticas lingüísticas y conductuales que hablan de disidencia al poder, como los disfraces lingüísticos, los códigos rituales, las tabernas, las ferias, etc. en donde se puede atacar y denigrar al poder de forma encubierta, y que pertenecen al ámbito del los discursos ocultos de los subordinados. Scott da relevancia en este estudio a las cuestiones relacionadas con la dignidad y las ofensas. La imposibilidad de devolver agravio por agravio, bofetón por bofetón, son tan importantes para ellos como las cuestiones relativas al trabajo.

El autor quiere demostrar que la práctica de dominación produce una conducta pública hegemónica, a la vez que una resistencia conspiratoria para reforzar la apariencia totalitaria de poder. Los chistes, cuentos populares, chismes, canciones, teatro, gestos, etc. sirve, además para que los oprimidos insinúen sus críticas al poder sin ser explícitos y por lo tanto sin ser descubiertos. Un ejemplo de transgresión al poder es la caza furtiva, tácticas dilatorias en el trabajo, el hurto, engaños, las fugas, etc. También existen raros momentos de demostración pública explicita de crítica al poder.

El labrador y el artesano, a pesar de ser sirvientes de su amo, cumplen con su obligación cuando hacen lo que se les pide. Pero el Tirano ve a aquellos que lo rodean como si estuvieran rogando y pidiendo sus favores; y éstos deben hacer no sólo lo que él les ordena, sino que deben pensar lo que él quiere que piensen, y la mayoría de las veces tambié́n darle satisfacción y hasta adelantarse a sus pensamientos. No basta con obedecerle, ellos también deben agradarle; deben hostigas; torturar, qué digo, matar en Servicio suyo; y [...] deben renunciar a sus gustos por los gustos de Él, violentar sus inclinaciones y deshacerse de su propio temperamento natural. Deben observar atentamente sus palabras, su voz, sus ojos y hasta sus cabezadas de sueño. No deben tener ojos, pies, ni manos, sino que deben estar COMPLETAMENTE alertas, espiando su voluntad y descubriendo sus pensamientos. ¿Ésta es una vida feliz?

Más aún, ¿merece esto llamarse vida?

Estienne de la Boetie,

Un discurso sobre la servidumbre voluntaria (1990:23)

El discurso público se refiere a las relaciones explícitas entre subordinados y poderosos, acuerdan una forma tácita de imagen falsa. El arte de disimulo aparece reiteradamente en las narraciones de esclavos del sur de EEUU:

Yo había procurado entonces comportarme de tal manera que no resultara molesto a los habitantes blancos, pues sabía de su poder y de su hostilidad contra la gente de color [...] Primero, no exhibía mis escasas posesiones, ni mi dinero y trataba por lodos los medios de andar, en la medida de lo posible, vestido como esclavo. Segundo, nunca di la impresión ni.de lejos de ser tan inteligente como lo era en verdad. A toda esta gente de color en el sur, esclavos y libertos, le resulta particularmente importante, para su propia tranquilidad y seguridad, seguir este patrón de conducta." (1990:25)

Una destreza de supervivencia de los grupos subordinados ha sido aprender a disimular y ha aparentar lo que no sienten, ha obrar como se espera de ellos en los lugares vigilados por los amos. Sin embargo, los dominadores

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