LA DIABETES. Vivir con diabetes tipo 1
Vico MolinaApuntes23 de Febrero de 2017
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LA DIABETES
La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo pierde su capacidad para regular y controlar los niveles de glucosa en la sangre, lo que también es conocido como el azúcar en la sangre. Son muchos los pacientes a quienes se les ha diagnosticado esta afección, pero lo cierto es que también existe una importante cantidad de gente que la sufre sin saberlo. Esto puede ser debido al tipo de diabetes que padezcan, ya que algunos signos y evidencias pueden pasar desapercibidos. Para que entiendas más sobre esta patología, en unComo te explicamos cuál es la diferencia entre la diabetes tipo 1 y 2.
- En primer lugar, cabe destacar que existen dos tipos de diabetes: tipo 1 o I y tipo 2 o II. Esto se debe al hecho que existen diferencias entre los enfermos de uno y otra tipología, en función de cuál sea la alteración de su organismo.
- De esta forma, los diabéticos de tipo 1 pierden la capacidad de producir ellos mismos insulina en el cuerpo, ya que su páncreas deja de segregarla.
- Este tipo de diabetes es posible a cualquier edad, pero lo cierto es que es más común en niños y jóvenes, a los que se les suele diagnosticar la enfermedad rápidamente.
- En cambio, en la diabetes del tipo 2, el cuerpo de quienes la padecen produce insulina, pero la cantidad es insuficiente o de baja calidad.
- En la segunda tipología de diabetes, la edad es un factor mucho más relevante y muchas veces se conoce como diabetes madura. Se desarrolla con mucha más lentitud que el tipo 1, de forma que los síntomas son menos obvios y mucha gente no sabe que la padece.
- Otra diferencia entre ambos tipos de diabetes es el hecho que los anticuerpos anti insulina, anti GAD, IA2 e ICAs son positivos en la diabetes tipo 1, en la tipo 2 están ausentes.
- De esta forma, los pacientes de la diabetes de tipo I suelen depender de la administración de insulina de forma externa, mientras que los del segundo tipo no tienen por qué necesitarlo.
Vivir con diabetes tipo 1
Un diagnóstico reciente de diabetes tipo 1 (diabetes juvenil) puede detonar una amplia gama de reacciones, incluyendo ira, tristeza y culpa.
Vivir con diabetes tipo 1 representa retos para todos los miembros de la familia. Ya sea que tú vivas con diabetes, o bien que seas el padre o la madre de un niño con diabetes, o una persona muy cercana a alguien a quien acaban de diagnosticar, es necesario reconocer que toma tiempo adaptarse a las demandas del día a día de este padecimiento.
Pero también es cierto que las alternativas de tratamiento mejoran todo el tiempo, y que vivir con diabetes tipo 1 no te impedirá en lo más mínimo disfrutar de una vida plena y llena de actividad. Con apoyo médico y emocional, quienes han sido ya diagnosticados, al igual que sus familias, aprenden a hacer frente a la atención diaria que requiere este padecimiento.
Inclusive un niño o niña con diabetes tipo 1 – dependiendo de su edad – aprenderá a hacerse cargo de muchos de sus cuidados.
Por eso, hasta que haya una cura, queremos brindar información que te ayude a hacer frente con las cargas inherentes a la diabetes tipo 1, que puedas aprovechar ayuda que está ahora mismo al alcance de tu mano, y mantenerte a ti y a tus seres queridos tan fuertes y saludables como sea posible.
Este sitio contiene información básica sobre la diabetes y su manejo que está basada, en primer lugar y sobre todo, en la retroalimentación de adultos y niños que “han estado ahí”, así como en la opinión de doctores y educadores en diabetes.
Tu hijo o hija tiene diabetes tipo 1
Para el niño en lo particular, y para toda la familia, la diabetes tipo 1 cambia la vida. Como padres de niños con diabetes tipo 1, sabemos eso a ciencia cierta. Pero también sabemos que así como la diabetes tipo 1 cambia la vida, no tiene porqué convertirse en “la vida” de tu familia.
Antes que nada, queremos asegurarte enfáticamente, que tu hijo o hija puede vivir una vida normal y plena con diabetes tipo 1.
Niños con diabetes tipo 1
Algunos niños pueden tener problemas para entender los cambios repentinos – monitoreo de los niveles de glucosa en sangre, inyecciones de insulina, restricciones alimenticias – que la Diabetes tipo 1 trae a sus vidas. Algunas reacciones comunes son:
- Un sentimiento de que están siendo castigados por desobediencia.
- Sentimientos de vergüenza o culpa.
- Miedo a todo lo desconocido que implica el padecimiento.
- Enojo y/o angustia también por el padecimiento.
Estas reacciones podrían orillar al niño a actuar con cierta hostilidad hacia sus padres, quizá sintiendo que uno como padre le ha fallado.
Por otro lado, dado que los niños piensan que sus padres todo lo pueden, su hijo podría pensar que usted puede hacer desaparecer la diabetes tipo 1.
Cuidado personal y tu cuidado
Una de las responsabilidades más importantes que tiene como padre o madre de un niño con diabetes tipo 1 es supervisar, motivar, incentivar la independencia que su hijo o hija necesita para manejar atinadamente su diabetes tipo 1.
Trata de no sobreprotegerlos. Los padres sobreprotectores lastiman el autoestima de sus hijos.
En lugar de desarrollar un sentimiento de dominio sobre su entorno, el niño podría desarrollar una imagen propia enfermiza, usar la diabetes como elemento de control (o inclusive chantaje), utilizar los bajos niveles de glucosa como pretexto para regir actividades que no le gustan, o dejar que sus niveles de glucosa en sangre se eleven inclusive hasta un punto de crisis.
El auto cuidado es clave para desarrollar la independencia y el autoestima de un niño. Este punto debe ser recalcado: debe involucrar a su hijo o hija en sus propios cuidados tan pronto como él o ella sean capaces de manejar ciertas tareas y se encuentren emocionalmente listos para ello.
Adolescentes y la diabetes tipo 1
La adolescencia es un periodo difícil para los jóvenes y sus padres. Los adolescentes con diabetes cargan algunos elementos adicionales. Aquel niño que siempre era muy bueno en el manejo de su diabetes puede repentinamente rebelarse contra la rutina.
Él o ella pueden rehusarse a monitorear sus niveles de glucosa, dejarse llevar por antojos y excesos en la comida, ser evasivos en cuanto a resultados de sus pruebas. Su adolescente puede ser quisquilloso, enojón o inclusive distante.
Consejos
Los Padres en el Manejo de Días de Enfermedad
Hemos preparado estos consejos para manejar mejor los días de enfermedad, pero asegúrate de llamarle a tu médico también. Estas líneas generales seguramente tendrán que ser ajustadas dependiendo de cada niño, así como de la naturaleza y severidad de la enfermedad.
Medir los niveles de glucosa con mayor frecuencia
Cuando se está bajo estrés por enfermedad o por alguna lesión, el cuerpo libera hormonas, que pueden ocasionar que los niveles de glucosa se vayan a las nubes. Pérdida de apetito, náuseas y vómito, por el otro lado, pueden tener como resultado niveles de glucosa extremadamente bajos.
Como no se puede estar seguro de cómo afectará una enfermedad a los niveles de azúcar, es muy importante medirlos frecuentemente. ¿Qué tan frecuente? Depende de cada niño y de lo serio de la enfermedad. En general, una buena sugerencia es hacerlo cada 2 a 3 horas.
¿Qué hacer cuando se presentan bajos niveles de glucosa sanguínea?
Una lectura en el glucómetro con valores inferiores a los objetivos especificados por el médico indican un bajo nivel de glucosa sanguínea.
El médico y los padres (cuando se trata de niños) deben determinar el curso a seguir. Por favor tome en cuenta que los síntomas de bajos niveles de azúcar se presentan a diferentes lecturas para diferentes personas. Algunas personas se sienten muy bien cuando tienen 70 mg/dl. Otras personas muestran síntomas con valores de 80 mg/dl o inclusive superiores.
1. Si los niveles de glucosa en sangre son ligeramente bajos y la persona está alerta y lúcida, él o ella debiera:
- No hacer ejercicio.
- Comer. Después de comer, medir su nivel de glucosa en sangre nuevamente para asegurarse que está dentro del rango indicado. La persona podría requerir otra colación más tarde durante el día.
- Seguir revisando sus niveles con frecuencia.
2. Si los niveles de glucosa en sangre son bajos y la persona muestra síntomas de hipoglucemia, pero puede ingerir alimentos sin problema:
- Debiera inmediatamente ingerir una fuente de glucosa de rápida acción (jugo, glucosa, gel o pastillas). Podría necesitar comer otra fuente sólida de carbohidratos inmediatamente (galletas u otro carbohidrato complejo).
- Continuar midiendo sus niveles de glucosa con frecuencia.
3. Si los niveles de glucosa sanguínea son bajos y la persona muestra síntomas y no está consciente, está convulsionando y/o es incapaz de tragar:
- Mantenga la calma.
- NO ADMINISTRE comida o bebidas a una persona inconsciente, pues esto puede obstruir sus vías respiratorias.
- Coloque a la persona en el piso, sobre su costado, para evitar caídas, lastimaduras o golpes mayores.
- Si es posible, unte miel o mermelada en las encías de la persona.
- Si está disponible, aplique una inyección de emergencia de Glucagon (el estado inconsciente podría durar hasta 10 minutos después de aplicar esta inyección; prepárese, pues podría presentarse vómito cuando la persona recupere la conciencia).
- Una vez consciente, brinde comida adicional (jugos, carbohidratos complejos como galletas) si fuera necesario, para mantener los niveles en el rango indicado.
- Continúe midiendo los niveles de glucosa en sangre frecuentemente.
Disciplina para aplicar insulina
Las personas con diabetes tipo 1 no deberían dejar de recibir insulina exógena por completo, aún cuando no estuvieran ingiriendo alimentos. La insulina es necesaria para mantener el metabolismo normal, y sin ella, el cuerpo comienza a quemar grasas, que puede llevarlo a una cetoacidosis*. Así es que, aún si el niño estuviera vomitando o no puede comer, debemos saber que cuenta al menos con su insulina basal.
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