ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA ESCUELA DE LA NOCHEReflexiones sobre la educación


Enviado por   •  12 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  534 Palabras (3 Páginas)  •  149 Visitas

Página 1 de 3

LA ESCUELA DE LA NOCHEReflexiones sobre la educación

William Ospina

En algún momento de su retiro en los bosques de Walden, Henry David Thoreau le contó a uncampesino que Platón había definido en Atenas al hombre como “un bípedo sin plumas”, y queDiógenes, el cínico, para burlarse de aquella definición, había desplumado una gallina y lahabía soltado por la Academia gritando: “Aquí está el hombre de Platón”. El campesino,después de oír con atención el relato, en lugar de reír, dijo pensativo: “Tal vez ha debido añadir que las rodillas se doblan en sentido contrario”.Siempre vuelve a mí esa historia cuando reflexiono sobre el saber, y pienso que tal vez estáencerrado en ella mucho de lo que se puede decir sobre los sabios y sobre su conocimiento.Muy a menudo la gente común, que no tiene instrucción académica, ni títulos, haceobservaciones más sensatas sobre la realidad que los sabios y los profesores. Pero es quenuestras ideas de la sabiduría y del conocimiento, y toda nuestra pedagogía, reposan sobresupuestos harto esquemáticos y formales. Se piensa que los seres humanos llegamos al saber exclusivamente por el camino de la educación académica, y que la educación consiste enapartarnos de todo que éramos originariamente para inscribirnos en una tradición establecida eilustre; cambiarnos las falsas nociones por nociones verdaderas, brindarnos información sobreel universo, adiestrarnos, corregirnos. Antes del estudio, se piensa, sólo hay en nosotros error ytorpeza.Lo que originalmente somos tiene mala fama. Recuerdo una historieta en la que una niña sequeja de que la publicidad, cuando quiere decir que hasta una persona torpe puede manejar cierto instrumento, dice: “hasta un niño puede hacerlo”. Sin embargo muchos estudiosmodernos nos recuerdan que hay en los niños unos talentos y unas destrezas que ya sequisieran los adultos. He oído contar la historia del desciframiento de los glifos mayas, y delpapel que jugó en esa labor de reconocimiento de una escritura la presencia de un niño. Unchico de diez años, hijo de una pareja de arqueólogos y lingüistas, los había acompañado aTikal o a Palenque, y mientras el grupo de profesionales se reunía para intercambiar información y conjeturas, el niño jugaba entretenido entre las ruinas. En algún momento,cuando estaban en una discusión intensa sobre las estelas de piedra, el niño, que los oía,intervino y les dijo: “No, es que hay unos dibujos de aire, otros de tierra y otros de agua”. Lospolemistas lo miraron con asombro. El niño entonces los llevó por los campos y les mostró lasestelas en que el tema era el aire, aquellas en que el tema era la tierra y aquellas en que eltema era el agua”. Lo que los mayores, sabios y especialistas no habían podido ver, lo habíavisto ese niño que jugaba; con la extraordinaria capacidad

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.4 Kb)   pdf (38.8 Kb)   docx (11.1 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com