LECTURA Jarrón Azul

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

FACULTAD DE ARQUITECTURA[pic 1]

PROYECTO DE TITULACIÓN I: TEORÍA

ASESOR: DR. MARTÍN SANDOVAL BOJÓRQUEZ

LECTURA:

JARRÓN AZUL

ALUMNO:

OLIVA ITURRALDE ISAAC FRANCISCO

GRUPO: 2

SEMESTRE: 9

Culiacán, Sinaloa                                          Septiembre 2016

Introducción

Como sabemos en la actualidad hay muchos problemas por la desigualdad social, debido a que es una situación en la que no todas las personas, ya sea de una misma sociedad o comunidad, gozan de los mismos derechos, beneficios, bienes o acceso a tales cosas, por problemas de discriminación.

Enfocándonos en la lectura, en todos los países existe un grado de discriminación laboral y esta se presenta mediante en la exclusión o trato preferencial en motivo de una relación de trabajo, ya sea basada por condiciones físicas, sexo, religión, raza, orientación sexual u otro motivo que sea considerado injustificado o irracional.

El Jarrón Azul “La Anécdota del luchador que nunca se da por vencido” la historia habla de un joven desempleado que a pesar de sus condición física está firmemente convencido de conseguir un puesto en tal afamada empresa, cuando lo logre tendrá que conseguir la confianza de sus superiores para así demostrarles que el físico no lo es todo, si no que se debe ser optimista, tener auto-confianza, saber correr riesgos, entro otras cosas. Es una de esas historias basadas en la vida real, que fácilmente podrías ser tu o cualquiera que esté a punto de leer esto, te dejará una enseñanza de vida, te hará dejar atrás tus complejos y verás, que eres capaz de superar cualquier obstáculo que te topes en todos los retos que te propongas.

El Jarrón Azul “La Anécdota del Luchador que nunca se da por vencido”

Lo ocurrido con William Peck al comienzo de la historia, no es muy distinto a lo ocurrido en la actualidad, ya que nuestra sociedad está muy mal acostumbrada a vivir de prejuicios, catalogamos y/o fichamos a las personas sin siquiera conocerlas ya sea por su modo de vestir, su modo de hablar, condición económica, y mayor mente por su condición física, no nos ponemos a pensar ni siquiera un minuto en el cómo se sentirá esa persona, que cosas positivas nos puede aportar, que pensará, entro otros, eso mismo le ocurrió al protagonista, quien llegó a la maderera en busca de una oportunidad y el no tomaría un “NO” por respuesta, a pesar de haberse topado con dos de los tres líderes de la empresa y haber recibido feas miradas y trabas por parte de estos por su condición física “No aptas para un trabajo” ahí en la empresa, consiguió su entrevista con el Dueño y jefe el Sr. Cappy Ricks, el vio y escuchó sin juzgarlo, (algo que no hicieron el Sr. Skinner y Matt Peasly) pidió que lo contrataran, ya que la auto-confianza, la habilidad de persuasión y la fijación de puntos objetivos que planteó William, fueron los puntos clave para que el Sr. Cappy Ricks se viera maravillado con tan esplendida presentación. Una vez ya contratado el Sr. Cappy buscó poner aprueba y ver la máxima capacidad que pudiera tener William y así poder mantenerse dentro de la empresa, y esta la buscó explotar haciéndole vender la madera podrida (que es muy raro que se vendiera), a pesar de estar informado Peck logró venderla y no nomas eso, si no que logró conseguir vender más de esa madera podrida, aparte de más madera que se maneja en la empresa y conseguir así 5 clientes nuevos; los jefes maravillados, buscan aumentarle el sueldo al joven y otorgarle un mejor puesto, pero para esto tenía que pasar una última prueba, la prueba del jarrón azul, consistía en que William lo comprara y se lo llevara a su Jefe antes de las 8 porque el partiría fuera de la ciudad y era un regalo de suma importancia y debía estar a tiempo según se lo explicó a William E. Peck. Sr. Cappy organizó todo, William salió a buscar el jarrón donde le habían indicado, no encontró nada en esa dirección, buscó por las calles aledañas a la dirección, de nueva cuenta no encontró absolutamente nada, siguió buscando hasta que después de varias calles lo encontró, intentó entrar a la tienda, ya estaba cerrada, aun sin perder la fe, buscó y localizó después de varios minutos al dueño, el cual se encontraba lejos de la ciudad no podía hacer nada por el, localizó al trabajador de la tienda, con la información proporcionada por el dueño mismo, consiguió que abrieran la tienda, al momento de pagar le habían dicho que costaba 10 dólares el jarrón y vaya sorpresa que le dieron, el jarrón estaba valuado en 2,000 dólares, los cuales el no tenia, siguió insistiendo y al final consiguió llevarle el jarrón a su jefe.

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