LO PERVERSO Y LA LEY

LO PERVERSO Y LA LEY

El hombre es un ser social por naturaleza que habita en un entorno donde no está solo, y que se relaciona con otras personas para lo cual se hace necesario la convivencia entre los demás, a fin de que se dé un ambiente de respeto, donde se ha establecido la existencia de unas normas sociales, éticas o morales, religiosas y jurídicas. Cabe resaltar dentro del contexto que se hace necesario destacar un poco el significado de cada una de ellas para comprender mejor la relación del ser humano con la sociedad y la convivencia como constitución de las normas principales para la coexistencia pacífica y armoniosa entre los seres humanos en un determinado espacio.

Las Normas sociales son las encargadas de regular las formas de relacionarse y de llevar a cabo nuestras costumbres. Las Normas éticas o morales son las que exigen ciertas conductas en relación con los valores que impone la sociedad. Las Normas religiosas regulan la conducta de acuerdo a los principios de una religión. Las Normas jurídicas garantizan la convivencia en la sociedad y tienen carácter obligatorio, por lo que se puede forzar a que se cumplan. Estas se encuentran en la Constitución, en el Código Civil, en el Código Penal, entre otros.

En este contexto aparece la educación cívica, que se define como "el proceso a través del cual se impulsa el conocimiento y la comprensión del conjunto de normas que regulan la vida social y la formación de valores y actitudes que permiten al ser humano integrarse a la sociedad y participar en su mejoramiento".

Una vez teniendo en cuenta cada uno de éstos conceptos se puede decir que hoy en día la práctica de éstas normas no se llevan totalmente a cabo ya que Colombia ha sido de gran controversia en distintos aspectos de su desarrollo como País. Entre esos aspectos se destaca el ámbito social, cultural, jurídico, económico, educativo entre otros que han sido polémicos al momento de debatirse en una sociedad amplia como lo es nuestro territorio colombiano.

Actualmente los intereses particulares de unos pocos han prevalecido sobre el bienestar de muchos y es lo que se ha visto desencadenado en muchos factores que han afectado la vida del ser humano como lo es la crisis económica, el desempleo, la pobreza, la falta de oportunidades que han conducido a la desigualdad social, ocasionando la desmotivación, el desinterés y la búsqueda de ganarse la vida de una forma más ligera y menos honesta, desarrollado en comportamientos no adecuados, donde el sentido de la ética y la moral es cuestionado y a su vez pierden valor propio, debido a las situaciones difíciles y comprometedora que embargan al ser humano dentro de una sociedad con pocas oportunidades de desarrollo. Es precisamente aquí donde empezamos a cuestionar la forma como es administrado nuestro país junto a las leyes que lo rigen en un contexto social, cultural y de desarrollo.

Sabemos hoy en día que el poder prevalece en manos de unos pocos, que más que perseguir la lucha por un bien en común, buscan defender sus propios intereses y que sumado a ello la mayoría de las personas están cansadas de esperar a que la justicia tome las medidas para sancionar o condenar los actos de personas de mal proceder y es allí en ese preciso momento donde nacen y surgen muchas conductas no adecuadas en el ser humano en la búsqueda de satisfacer un deseo de venganza, de matar sin importar a quien se lleva por delante, irrespetando al primer derecho del ser como lo es la vida.

Ahora si bien es cierto que la justicia es un servicio esencial que debería llegar con eficiencia a todo el territorio nacional, en donde todo individuo o núcleo familiar requiere para su desarrollo en el contexto social y que se le administre cada vez que la necesite en todos los campos del derecho, civil, laboral, de familia y penal. La justicia es un bien que va más allá de la democracia y se hace indispensable en la definición misma de la sociedad. La justicia es el mecanismo que permite resolver los conflictos interpersonales o intergrupales y reparar a las víctimas, y por ello es pieza indispensable para la vida en convivencia y para el progreso de la sociedad.

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