La Resistencia

Resistencia la definen como “mantener las cualidades propias del paso de tiempo o de otros agentes perjudiciales” o “rechazar con fuerza una idea, una tendencia o situación”.

Ernesto Sábato en su libro “la resistencia” nos invita a resistir a lo que se ha convertido la humanidad pues hoy día no sabemos con que nombre tildar a lo que llamamos mundo. Nos hemos transformado en una generación encaminada a una ignorancia e insatisfacción personal ya que día a día actuamos como títeres y juguetes de lo que se hace llamar sociedad o el entorno que diariamente nos rodea, en donde vivimos con ciertos antivalores que nos hacen esclavos de la incomunicación, el egocentrismo, la vanidad, la envidia, la deshumanización, la competencia, el poder de la tecnología y muchos elementos mas que nos tienen presos en nuestro ser, olvidando por completo el verdadero significado de la felicidad y de todos esos pequeños y sencillos placeres que se pueden disfrutar sin necesidad de dinero, poder, competencia, etc y es así como nos damos cuenta que debemos resistir para encontrarnos con nuestro propio yo o simplemente para sobrevivir, pero aun así como lo cita Sábato estamos a tiempo de revertir esta terrible situación.

Es sarcástico el hacer llamar a nuestra actualidad la era de la comunicación por los muchos avances tecnológicos, pero lo que no notamos es que hoy día vivimos en un nivel de incomunicación extremadamente elevado, pues cada quien esta metido en su mundo y su vida se ha convertido un celular, una Tablet, un portátil o en su defecto un mp4, lo que ha hecho bruscamente cambiar nuestras costumbres y este es precisamente el motivo por el cual se debería llamar “la era de la incomunicación”. Podemos observar que el hombre ha perdido el dialogo personal, familiar, social y pierde la oportunidad de expresarse como realmente lo necesita. “Nada de lo que fue vuelve a ser, y las cosas y los hombres y los niños no son lo que fueron un día” un ejemplo claro para esta frase lo podemos evidenciar en los niños entre 4 y 10 años de la sociedad actual, pues hoy día ellos colorean y juegan con sus tablets, nintendos, play station e inclusive celulares, algo muy opuesto a lo que significaba la palabra niñez unos años atrás, un niño jugaba en la calle con sus amigos, iba al parque, disfrutaban corriendo largas horas, y ahora es triste ver los parques vacíos y saber que es algo que no regresara jamás, y simplemente nos queda los medios de comunicación.

Aunque no creamos, nosotros como ser humanos necesitamos expresarnos y no conocemos el verdadero valor que tiene una palabra, la cual es más poderosa que cualquier cosa que haya sobre este mundo. Uno no se da cuenta de todo lo que tiene para decir hasta que realmente se empieza a decir, las palabras siempre estarán en nuestra cabeza, queriendo ser dichas, queriendo convertirse en acción. Dicen: “una imagen vale más que mil palabras, pero cuando una palabra tiene valor, contiene mil imágenes”, lastima que el valor de la palabra realmente se esté perdiendo pues vivimos en un entorno atormentado de ruido, de falta de tiempo, individualismo, desconfianza, etc. Muchas costumbres se han perdido, por ejemplo, el compartir un momento agradable con tu familia en la mesa, y se ha cambiado por una “cajita engañadora” la televisión.

Actualmente podemos considerar el hecho de llamarnos una “generación desencantadora” ya que la humanidad va en un constante descenso de sus valores morales, y aquellos valores espirituales que caracterizaban al hombre ¿dónde han quedado?, ¿qué ha pasado con esa serenidad frente a las adversidades?, miles de preguntas surgen, pero muy pocas respuestas. Un valor que Sábato resalta que la sociedad ha perdido es la vergüenza, de tal forma que al hablar de ella se considera una ridiculez y se ve reflejado en muchos aspectos. Y uno de esos aspectos entremezclados con gente honesta encuentra uno sonrientes a cualquier sujeto acusado de las peores corrupciones como si nada, ejemplo de esto tenemos los políticos, que luego de ser destituidos y sancionados por manejo indebido de dineros, siguen en el mundo

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