La Transmutación del Dolor hacia el Deseo
Enviado por Leonel1803 • 18 de Octubre de 2023 • Informes • 2.040 Palabras (9 Páginas) • 60 Visitas
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
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La Transmutación del Dolor hacia el Deseo
“Análisis Literario del Poema: S.O.S. (Rosella Di Paolo)”
Leonel Jonathan Arias Ortega
Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Literatura
Mg. Miguel Angel Huamán Villavicencio
11 de Julio de 2023
La Transmutación del Dolor hacia el Deseo
S.O.S.: El Significado del Auxilio
¿Se puede sentir un amor verdadero luego de la desilusión? La pasión que infunde el deseo de amar se caracteriza por la necesidad de sentirse complementados junto a otra persona. Aunque no exista el acierto de que un compromiso vaya a ser duradero y, en consecuencia, deba reiniciarse toda la concepción inicial de lo que significaba la ilusión por el amor infinito, cuando este se rompe. Y habiendo una desilusión tan fuerte, aquella que desciende a las emociones más vivas, llega a golpear la personalidad de uno hasta volverlo indiferente de lo que realmente pueda sentir y engañarse entre nuevos sentimientos de amor para cerrar heridas que no puede por sí mismo.
S.O.S. resalta la voz de un ser que enfrenta aún los dolores del pasado, sobre un amor que no le fue bien correspondido, como lo expresa en el verso 6, en el que se menciona un corazón hueco y lastimado. Mientras que, a la vez, intenta en su presente y futuro, poner su corazón y mente en juego por alguien a quien cree sentir un deseo sin límites. Ese deseo va por encima de lo que significa un amor tranquilo, que ella misma reconoce (verso 2), y ese sujeto amado lo abarca todo en su mundo: el mismismo mar (verso 22), del que no puede alejarse y solo se entrega, a pesar de las dudas y el sentimiento de que no lo encuentra completamente a su lado (verso 15 y 16), siendo supuestamente quien la envuelve con sus aguas. Esto puede interpretarse como una percepción que ella misma se impone (verso 19), se reprime al deseo idealizándolo como alguien imponente, pero que en realidad no puede tenerlo a su lado, ya sea por la locura pasional o el hecho de que él no le sigue el juego de devolverle el mismo sentimiento.
En otro caso, se podría aceptar que el amor que siente la voz poética es real, libre de las pasiones fugaces para escapar solo del dolor, pero aún continuaría la interrogante de cuánto influye el nuevo ser amado en el daño que dice sentir. Es fácil decir que existe la renovación del amor y que los demás no llegan a entender lo subjetivo que es el sentir personal, aunque con el título nos podemos dar una idea de su posición de desespero, de querer salir del peligro que le causa tanta angustia y que solo él la puede rescatar. Esto nos lleva a preguntar: ¿Es la relación pasada el real motivo del dolor o es la relación actual quien le provoca ese desánimo?, colocándolo más hacia un amor enfermizo y alejado de los toques románticos de siempre.
La subjetiva percepción del deseo
Di Paolo se aleja de la realidad con sus poemas, sin continuar el punto objetivo que proponían otras poetas dentro del contexto nacional. Además, le añade características poco comunes a las emociones que guardan las voces poéticas que crea, tal como lo confiesa en una entrevista con Roland Forgues, en 1991:
La poesía me hace jugar y tal vez esto sea lo más importante (...) es como añadir algo más a la realidad. (...) mi poesía es un poco aparte de mis amigas. Ellas hacen una poesía mucho más dada al erotismo, a la descripción de la realidad. Será que yo no entiendo bien la realidad, no puedo describirla así.
El amor que describe Di Paolo no es convencional, no tiene el toque romántico y sensible que podemos ver alrededor, con la ternura y privación que tienen las parejas para mostrar su cariño. Prefiere mostrar un amor al extremo, que no juzga ni trata de justificar, sino que lo deja fluir como si fuera cotidiano sentir ese deseo pasional, porque para la poeta de eso se trata amar bien y no limitarse a convenciones sociales de cuánto es posible mostrar las emociones más fuertes y subjetivas. Sus poemas no se basan en la mundanidad y lo que ya uno puede ver a simple vista, porque la alejaría del sentido real de lo que realmente es escribir, como lo expresa ella misma:
Eso de estar hablando de que los semáforos no funcionan puede ser muy bonito como propuesta sociológica, pero para mí el terreno de la poesía es algo sagrado. Sagrado en el sentido de que está salvado de la cotidianidad. Pero no por eso deja de ser humano. Se trata de darle vuelo a la cotidianidad y, a la vez, a lo que es demasiado volátil, pararlo con sus dos patitas sobre la tierra. Creo que hay mucha sociología en el poema, y también mucha psicología y mucha denuncia en el poema. Siento que eso la lastra. Tampoco se trata de hacer una poesía espiritualista ‘yo no la hago’, simplemente hay mucho discurso en la poesía. (Víctor Coral: 2002: 46)
La realidad se vuelve muy científica a ojos de la poeta, con casos bien predeterminados y de los que no se puede avizorar algo muy subjetivo para transmitir, por ello se enlaza a un conglomerado de sentimientos que exprime y los lleva a otros niveles, muchas veces contraponiéndolos o asimilándolos para crear en la voz poética nuevas perspectivas, que el lector puede tomar como suyas y siendo crítico directo.
El Tiempo Cíclico del Amor
Pasado, presente y futuro se conectan de manera circular para dar forma a diferentes emociones, comparados al ciclo del deseo que distingue la voz poética dentro del poema (versos 23 y 24). Para ella, el pasado significa dolor y angustia por una relación que no pudo funcionar, ya que aún carga con las dudas que no la dejan sentirse confiada en la nueva ilusión que encontró y cuestiona a su ser amado si él valdrá realmente la pena para dedicarle toda la pasión que llega a sentir. Y es esta misma pasión la que la condena a repetir las emociones que vienen después del rompimiento: ilusión y deseo, hasta llegar a la decepción de no encontrar ese auxilio que pide agobiada entre la soledad.
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