La cultura del Conflicto

Sociología de los Conflictos Sociales

Persecución de metas conflictivas

Louis Kriesberg

En este capítulo el autor realiza un análisis, lo más detallado posible, de los factores que configuran y se desarrollan en las relaciones conflictivas una vez que este ha sido reconocido por las partes en liza, partiendo de la idea de que no en todo conflicto se recurre de manera automática a la coerción como mecanismo de resolución ya que existen otras alternativas. Igualmente desarrolla cada factor paralelamente con diferentes acontecimientos históricos, entre ellos las huelgas sindicales en países industriales, los movimientos civiles de los años 50’s y 60’s en los Estados Unidos, y las diferentes guerras que tuvieron lugar en el siglo XX.

Comienza afirmando que hablar de elección de alternativas al conflicto no significa siempre que “cada una de las partes sopesa conscientemente todas las alternativas y, después de una meditación apropiada, selecciona un curso de acción… es posible que las presiones sean generalmente tan grandes que se preste muy poca atención a la selección” . Con ello quiere destacar que la conducta conflictiva es un medio para alcanzar la meta deseada y que para que la acción coercitiva sea una conducta conflictiva, debe haber cierta intención de inducir al otro a ceder algo de lo que desea obtener. Hecha esa aclaración, comienza a examinar los modos (en un sentido abstracto) utilizados al proseguir un conflicto conforme a los incentivos aplicados y el punto hasta el que estén o no regulados y así obtener un método aplicable a la mayoría de las controversias.

Establece que las partes en conflicto tienen tres modos básicos de inducir al otro a la realización de lo que desea: el primero es a través de la persuasión, en la que se trata de convencer al adversario de que no está realmente en conflicto en relación a la meta que se persigue y cuyos esfuerzos pueden ser más o menos explícitos; el segundo es la coerción, el cual implica tratar de hacer que el otro lado ceda por temor o por haber sufrido daños reales. Este modo varía en relación a si es efectivamente aplicado o si es usado como amenaza mediante la aplicación de las denominadas sanciones negativas. Y el último es la recompensa, en el que se pretende que uno de los lados ofrezca al otro una recompensa por someterse, en vez de un castigo por no hacerlo. Estos incentivos tienden a justificar aquellos en los que se puede evidenciar como la coerción puede resultar incluso más gravosa para quien la ejerce que sobre quien se ejerce (en aquellos casos donde el excesivo uso de la violencia no solo destruye al adversario sino los objetivos o metas que se querían obtener).

Entra a analizar a través de diferentes escenarios, los factores que caracterizan el desarrollo de los conflictos. En un primer plano habla sobre la regulación y la institucionalización de las conductas conflictivas y como estas se legitiman por el transcurso del tiempo o por estar contenidas en una ley, lo que establece una unidad en la que es menos probable recurrir a la violencia para la solución de controversias. Por lo general, en la medida que las partes estén integradas y compartan entendimientos, las conductas conflictivas estarán reguladas. En otro escenario plantea como el tipo de cuestiones en litigio puede llegar a afectar el grado en el que estén o no regularizadas las conductas, ya que puede presentarse el caso en el que cierto tipos de conflictos requieran de una solución rápida y definitiva en contraposición al uso reiterado de los mecanismos institucionalizados que pueden acarrear la tardanza en la solución de conflictos y provocar su futura explosión con consecuencias mucho más severas, tal y como podemos evidenciar hoy entre Colombia y Venezuela frente al tema de las FARC y el narcotráfico. Frente a este punto reconoce la postura de la adjudicación o el reconocimiento de un tercero, el cual no está exento de ser persuadido a favor de una de las partes, o de no ser reconocido como una parte neutral.

En cuanto a la selección del modo en que se persigue una meta afirma que se da por medio de una combinación de todos los incentivos con diferentes grados de regulación e institucionalización. Reconoce que el modo en que las personas tratan de obtener lo que desean, depende de lo que quieran; las metas o los beneficios pueden buscarse en grupo lo que facilita que la coerción sea más probable, y que el medio de obtención de la meta sea su mismo contenido. Frente a los adversarios dice que estos limitan la gama de modos que utiliza y afecta las probabilidades de que cada uno de ellos se utilicen en condiciones específicas. En este punto destaca la gran

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