La realidad de la guerra

La realidad de la guerra

      Rodolfo Enrique Fogwill fue un escritor y sociólogo argentino nacido en 1941 y fallecido en 2010, conocido por novelas, cuentos y poesías tales como Los pichiciegos,  Partes del todo; Mis muertos punk, Una pálida historia de amor, Las horas de citas, Música japonesa, entre otros.

     Los pichiciegos, una de las novelas más conocidas del escritor, relata que durante la guerra de las Islas Malvinas, transcurrida desde el dos de Abril al catorce de junio de 1982, un grupo de soldados argentinos abandonan sus escuadrones, haciéndose pasar por muertos o haciéndoles creer a sus compañeros que habían sido capturados por los ingleses, ocultándose en un refugio bajo tierra para poder sobrevivir. Este refugio es creado por cinco personas, el ingeniero, el turco, Viterbo, el sargento y quiquito, que se hacen llamar los reyes y van a ser los que van a liderar este refugio hasta que finalice la guerra.

     Los reyes van a intentar sobrevivir junto a otros soldados durante la guerra en el refugio, al  que poco después lo van a empezar a llamar la pichicera y ellos a llamarse los pichis debido al animal que vive bajo tierra y solo sale de noche. “El Pichi es un bicho que vive abajo de la tierra. Hace cuevas. Tiene cáscara dura -un caparazón- y no ve. Anda de noche. Vos lo agarrás, lo das vuelta, y nunca sabe enderezarse, se queda pataleando panza arriba. ¡Es rico, más rico que la vizcacha!” (Fogwill, 2012:27). “Desde entonces, entre ellos, empezaron a llamarse “los pichis”.” (Fogwill, 2012:29).

     Desde Abril de 1982 los medios de comunicación contaron una historia sobre la guerra de Malvinas que en realidad no era cierta, ya que proclamaron con grandes titulares que Argentina iba ganando, la gente creía en ellos, desconociendo lo que en realidad sucedía.

     En la novela de Fogwill se ve perfectamente la realidad de como se había mandado a la guerra a soldados inexpertos que no tenían una preparación adecuada para combatir ni tampoco para sobrevivir, porque al fin y al cabo sólo eran adolescentes de dieciocho, diecinueve años. Mientras que los británicos eran soldados de carrera, que sabían cómo sobrevivir y cómo manejarse porque era a lo que se dedicaban.

     “Pero pelear, pelear, en realidad, nadie sabía. El Ejército toma soldados buenos, les enseña más o menos a tirar, a correr, a limpiar el equipo, y con suerte les enseña a clavar bien la bayoneta, y viene la guerra y te enteras de que se pelea de noche, con radios, radar, miras infrarrojas y en el oscuro y que lo único que vos sabes hacer bien, que es correr, no se puede llevar a la práctica porque atrás tuyo, los de tu propio regimiento habían estado colocando minas a medida que avanzabas. Y las minas son lo peor que hay.” (Fogwill, 2012:115)

     “A partir del quinto tiro, la placa base del mortero se va hundiendo y ya no se puede seguir disparando. En ese momento, empieza a caer la réplica del fuego enemigo. Un fuego muy intenso. Los ingleses tenían detectores de calor, sabían desde dónde tirábamos.” (Marcelo Larraquy (2 de abril, 2012)

     Los pichis muestran la realidad de  cómo sobrevivir, escondiéndose en la pichicera, y haciéndoles creer al ejército que estaban muertos o que eran prisioneros de los ingleses, ya que si el ejército los encontraba los ataban y los dejaban ahí, mostrando que lo único que querían ellos era que terminara la guerra sin importar si ganaban o perdían.

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