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La trama del poema "Tierra Baldia"


Enviado por   •  18 de Mayo de 2014  •  2.830 Palabras (12 Páginas)  •  325 Visitas

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El hombre del siglo XX. Características y símbolos que lo develen.

La presente obra ha sido vista como la poética de Dante en el siglo XX. Este hecho se debe a la similitud establecida entre sus obras, así como el autor florentino estructura su creación en tres partes, Eliot dará a luz distintas creaciones que se corresponden con ellas. “La tierra baldía”, se compara al Infierno, mientras que “Los hombres huecos” tiene puntos en común con el Purgatorio, y finalmente los “Cuatro cuartetos” tendrían una equivalencia con el Paraíso dantesco.

El inglés parte de la oscuridad hacia la luz, de un pesimismo absoluto a una visión más positiva del mundo.

En la obra en cuestión se fusionan la sincronía (recuerdos de su propia vida), y la diacronía (fragmentos de distintas obras de Dante, Baudelaire, Shakespeare, entre otros). Además se presentan diferentes personajes, símbolos, hechos cotidianos, temáticas y referencias culturales.

“La tierra baldía” fue publicada en 1922. Se trata de un poema extenso (cuatrocientos treinta y tres versos), estructurados en cinco partes: “El entierro de los muertos”, “Una partida de ajedrez”, “El sermón del fuego”, “Muerte por agua” y “Lo que dijo el trueno”.

En una primera instancia hay que destacar que “El entierro de los muertos”, plantea una visión cíclica de las estaciones, estableciéndose de esta manera una gran metáfora que alude a la vida de las personas que habitan el mundo de la modernidad, en una segunda etapa se presenta a la suerte como la guía que conduce el destino de las personas.

La obra comienza aludiendo al mes de abril, el que representa la primavera, pero no simbolizándola de manera tradicional, sino como una estación “cruel” y negativa, que intenta imponer la vida (“lilas”) en este lugar que está lleno de “tierra muerta”. Este mes puede ser visto como tiránico porque intenta hacer brotar la vida, que el hombre se esfuerce por la recuperación, que enfrente el entorno, que tome conciencia de la situación que vive, yendo en contra de los preceptos y forma de vida del individuo moderno, que ya ha perdido el interés, el espíritu de lucha, las preocupaciones, centrándose en lo mundano y vano.

La primavera le muestra lo que no ha podido ser, sus fracasos, y la obligación de vivir una vida automatizada y sin sentido.

Se hace alusión ahora al invierno, estación que simboliza el pasado, la inacción humana y la pasividad. Dentro de esta estación se destaca la metáfora “Los secos tubérculos”, que representa los hombres que se encuentran sumergidos en la decadencia y en el nihilismo, el hombre se ha tornado escéptico, incrédulo, e indiferente ante su realidad.

El yo lírico al conocer la realidad invita a la renovación, al fin de un ciclo lleno de tristeza, comienza otro, el verano simbolizado a través del elemento agua: “Con un chubasco nos sorprendió el verano”. Es así como esta estación alude a la purificación, a la vida, a la fertilidad y al renacimiento. Nótese que un chubasco transmite la sensación de un chaparrón repentino que despertaría al hombre de su hipnosis.

A continuación el yo lírico muestra una forma de aferrarse a la vida mediante el recuerdo de su niñez “y cuando éramos niños, estando con mi primo, el archiduque, me dio un paseo en trineo y tuve miedo”.

Aquí la infancia cobra el sentido de pureza, inocencia, ingenuidad, movimiento, energía, vitalidad, curiosidad e inquietud. En esta etapa de la vida el niño siente miedo, constatándose de este modo signos vitales, destacando la capacidad de sentir, oponiéndose a la realidad insensible del siglo XX.

Se continúa representando al hombre, ahora a través de “escombros de piedra”, “piedra seca”, las características que de estas expresiones se desprenden son de: frialdad, insensibilidad, falta de vitalidad, ruina, dureza. Acto seguido de desvaloriza al ser humano, sosteniendo que este ni siquiera es digno de llamarse “hijo del hombre”, ha caído muy bajo, ha perdido su lugar en el mundo.

También se argumenta que la naturaleza dejó de cobijarlo, como antes lo había hecho en la niñez, donde el vínculo hombre- naturaleza arroja como resultado la libertad “en las montañas te sientes libre”. Ahora ya no busca su compañía ni su consuelo “el árbol muerto no cobija, el grillo no consuela”. En este momento mediante la ausencia del elemento agua se evidencia la esterilidad, remitiendo esto al título de la obra.

Para este yo lírico el único modo de salvación es encontrarse con uno mismo, reconocerse y enfrentar los miedos, por ello dice “y te mostraré algo diferente/ a tú sombra”, quien se expresa se presenta como una guía, es él quien le va a mostrar “el miedo en un puñado de polvo”, esto último remite directamente a la muerte de los hombres. De este modo se puede interpretar que se intenta despertar al hombre, movilizarlo, al tener que hacer frente al miedo mayor de los seres humanos, la muerte.

En la siguiente estrofa se remonta nuevamente a otro recuerdo, introduciendo la historia de la niña de los jacintos: “me diste por primera vez jacintos el año pasado”. Se trata de una historia de amor que el yo lírico niega, puesto que no se atreve a vivir: “no pude hablar y mis ojos fallaban, no estaba ni vivo ni muerto”. A través de esta expresión se presenta la incomunicación, el silencio, que es ausencia de palabras, de sonidos, de vida. Además el amor representa el compromiso entre dos personas, vínculo que él se niega a asumir.

En este pasaje, el agua se presenta nuevamente con una simbología positiva, pues representa la vitalidad y la pureza de la niña que el hombre reniega.

Los versos siguientes introducen la historia de Madame Sosostis, para realizar una crítica a creencias, vanas y superficiales, como lo son el tarot, la clarividencia, los juegos de azar y el horóscopo. Esto es lo único por lo que se interesa el hombre del siglo XX. El hombre se encuentra vacío, ha perdido la fe en la Iglesia, la educación, la política, el trabajo, la familia. En la obra “La era del vacío” se expresa: “ya han dejado estos, de funcionar como principios absolutos e intangibles, y en distintos grado ya nadie cree en ellos”. Para ellos hasta Dios ha muerto y con él toda creencia y toda guía.

Más adelante, con la carta del marinero fenicio ahogado, se hace referencia al agua con connotaciones negativas, pues esta mata al hombre. Aquí se podría decir, que se remite a un hecho real de la vida del escritor, pues un amigo suyo ha muerto ahogado.

En los últimos versos de esta estrofa, y en los primeros de la siguiente, se va a comenzar a aludir

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