Libros o Audiolibros, ¿qué es mejor?

Libros o Audiolibros, ¿qué es mejor?

Desde que los audiolibros han ganado fama hay mucha gente cuestionando ¿qué es mejor, un libro o un audiolibro? No son pocos los que se preguntan si es trampa escuchar un libro, si es un engaño, un fraude que si uno va a sustituir al otro, finalmente la verdad es que leer es diferente que escuchar, pero no es cuestión de qué es mejor o peor, sino que son dos medios de comunicación diferentes y cada uno puede adaptarse mejor a determinados objetivos.

Ejemplificando, los audiolibros son una estupendo herramienta para los chicos.

 Además de que a los peques les fascina una buena historia, este medio da otros beneficios como son la estimulación de la imaginación, optimización de la función de escucha y de atención, crecimiento de la comprensión lectora, o inclusive les ayuda a descansar.

 Willingham, psicólogo de la Universidad de Virginia, estima que los audiolibros son una estupendo solución para los individuos que padecen dislexia. Posibilita al oyente gozar de un libro sin tener qué hacer el trabajo de descodificación del escrito escrito.

 Sin embargo además, confirma que para un lector usual, la lectura no involucra un más grande esfuerzo que la escucha.

 Aunque una vez que hablamos de memorización y asimilación la cosa cambia, siendo más provechosa la lectura o las técnicas de análisis que la escucha de un temario, como observaremos después.

https://lecturaagil.com/audiolibros-vs-libros/Ambos formatos poseen sus ventajas e problemas, aunque el contenido es una de las propiedades que más se debe considerar en el momento de decantarse por una u otra elección.

 Pero es lo mismo oír que leer un libro?

 Para Diego Redolar, neurocientífico y instructor de estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, una de las primordiales propiedades en las que debemos fijarnos en el momento de escoger el formato de un libro es, claramente, el tipo de mensaje que incluye. “El contenido que hemos recibido por medio del sistema visual podría ser más difícil que el que dé grado auditivo”, comenta.

 El contenido podría ser más difícil si leemos que si oímos

 Sin embargo, el sistema auditivo nos ayuda a notar más que nada el habla, un discurso que suele ser más corto y conciso que el de un escrito escrito”, puntualiza el experto.

https://www.sabervivirtv.com/actualidad/audiolibro-escuchar-leer-libro-papel-beneficios-ventajas-inconvenientes_3455

https://www.dosdoce.com/2018/11/28/se-diferencia-leer-libro-oir-libro/

A partir de un criterio académico, todos entendemos que leer un libro en papel o en pantallas no es lo mismo que oír un audiolibro, empero no dejan de ser diferentes senderos que nos conducen a un mismo destino. En este entorno, denigrar la lectura en pantallas o la escucha de audiolibros es contraproducente para el planeta del libro ya que dichos formatos tienen la posibilidad de apoyar al sector a recobrar lectores o hasta producir novedosas audiencias. Lo fundamental es leer, independientemente del formato (libro en papel, ebooks y audiolibros).

 Por otro lado, una vez que alguien oye audiolibros, como no puede volver atrás y hacer un acto inmediato parecido a la relectura, es muchísimo más posible que realice un mejor esfuerzo al intentar de sustraer la esencia de lo cual la voz quiso mencionar en la locución, más que una vez que uno lee, que sí puede retomar la lectura una vez que se desee (ponen el ejemplo de la lectura de Shakespeare, cuya obra, aseguran, es más simple de entender oída que leída).

 Además señalan los médicos que una diferencia sustancial entre los audiolibros y le lectura es que los primeros tienen la posibilidad de ocasionar un contestación más emocional frente al contenido, más que nada ya que se asemeja a una vivencia social, donde poder escuchar diferentes matices vocales que señalan sarcasmo, ironía, etcétera., como los que tienen la posibilidad de oír en una plática entre gente.

 Por cierto, la lectura es un acto solitario, y un audiolibro se puede escuchar con otras personas, lo cual posibilita ver diversos tipos de actitudes, tiene un elemento social que puede hacer de la vivencia algo más interactivo. https://www.eldiario.es/consumoclaro/ahorrar_mejor/leer-escuchar-libro-procesa-cerebro_1_1577323.html

Los audiolibros, un formato de extenso recorrido en otros territorios empero que jamás se expandió en nuestra región, son la nueva enorme apuesta de la industria editorial de España

Quizá por dicha razón la nueva enorme apuesta de la industria editorial son los audiolibros, o sea, libros en formato de ruido, como un podcast, que quieren a emplear la época de la población a medida que conduce su automóvil, hace deporte, friega los cacharros o se dedica a otra actividad que –al menos en teoría– le ocupa los brazos, los ojos y otras piezas de su cuerpo humano, sin embargo no toda su atención.

La del audiolibro es una industria fructífera en USA: generó 2.500 millones de dólares en 2017. Ahora, no obstante, quizás animadas por el hecho de que plataformas como Spotify, Netflix y HBO han desarrollado una determinada "cultura de la suscripción" y por el desembarco de Storytel, el grande sueco especializado en audiobooks, vuelven a ver en este formato una posibilidad.

La situación es que, frente a este viable nuevo auge, emergen cuestiones de índole científica y casi filosófica: oír un audiolibro, ¿es leer? ¿Es lo mismo entrar a un escrito leyéndolo con los propios ojos que escuchando la voz de otras personas? Leer y oír, las mismas construcciones neuronales

Leer y oír un escrito implica las mismas redes neuronales.

Art Markman y Bob Duke, profesionales de la Universidad de Texas y divulgadores científicos, llegaron a esa conclusión tras hacer algunas averiguaciones al respecto. Como argumentan Markman y Duke claramente en un podcast, titulado Reading vs. Escuchar), en los dos casos el cerebro descodifica los vocablos y "llena los espacios en blanco", o sea, la información que no está en el escrito de forma explícita. Una diferencia que resaltan dichos profesionales es la contestación emocional que tienen la posibilidad de crear los audiolibros, ya que la voz incluye matices, inflexiones, pausas, etcétera., lo que implica una interpretación del escrito (en el sentido en que los actores "interpretan" un papel en el teatro o en el cine). "Basta con rememorar cómo memorizamos todos nosotros mismos a idolatrar las historias", sugiere el editor Íñigo García Ureta, creador de diversos libros sobre el planeta del libro. Quien solo escucha se distrae más

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