MI hijo El doctor

Trabajo Práctico:

M’hijo el dotor

De Florencio Sánchez

Alumna: Dana Barroso Peralta

Profesora: Gabriela Mancini

Institución: Escuela Provincial de Teatro y Títeres

Florencio Sánchez fue un dramaturgo uruguayo nacido en 1875, cuyo mérito fue el de traer las estructuras del drama moderno al teatro rioplatense. M’hijo el dotor fue estrenada exitosamente el 13 de agosto de 1903, en el Teatro de La Comedia de Buenos Aires.

La historia surge en una época en la que el Estado invirtió en educación. Se montó un sistema de enseñanza primaria de muy buena calidad, a la que luego se le sumaría la enseñanza media y universitaria. Junto con esto, se dio un gran crecimiento económico debido al modelo agroexportador que adquirió argentina: se producían materias primas agrícolas y se exportaban. Surgió así, una gran clase media, por el ascenso social producto de este crecimiento. Por otro lado, la gran masa de inmigrantes europeos que se instaló en la zona pampeana, trajeron consigo ideas anarquistas y modernas.

M’hijo el dotor es un drama rural que justamente contrapone la mentalidad rural, tradicionalista, conservadora simbolizada por Don Olegario y la estancia del interior del país; y los pensamientos modernos de la ciudad, personalizada por Julio. Estas dos posturas se verán reflejadas a lo largo de la obra mediante los distintos tipos de lenguaje que manejan los personajes y la forma de relacionarse entre ellos (Julio queriendo ser más cariñoso y Olegario más frío), hasta la forma de alimentación que cada uno elige y los hábitos (madrugar o dormir hasta tarde).Otros problemas que se desencadenan en la obra son: la deshonra por parte de Julio: por dejar embarazada a Jesusa y engañar a Sara  y endeudarse; el triángulo amoroso entre Jesusa, Julio y Don Eloy; y la enfermedad de Don Olegario.

Para analizar la obra, elegí la escena 7 del segundo acto. En esta escena, se puede observar claramente los vínculos y la relación de poder que hay entre los personajes. Don Olegario lidera una familia conservadora, patriarcal y machista; en la cual todos deben obedecerlo. De lo contrario, él responde con violencia física y verbal. Tiene arreglado todo: con quién se debe casar la criada, Jesusa y con quién se debe casar su hijo Julio. Pero, cuando las cosas no salen como él quiere se enferma, se violenta y cambia sus órdenes de acuerdo a la situación, obligando a sus familiares a hacer como él dice. En esta escena como los matrimonios arreglados, no van a poder ser, Olegario decide obligar a Julio a casarse con Jesusa.

Olegario aprovecha la noticia de que Jesusa está embarazada de Julio para expresar todas las demás problemáticas que vimos a medida que se desarrollaba la obra: ¨No te bastó maltratarme, hundirme en la desesperación, matarme a disgustos… que por tu culpa me estoy muriendo!¡Si no que has llegado a deshonrar a esta infeliz, a esta inocente criatura!¨.

El papel de las mujeres en esta escena es totalmente secundario, ellas solo deben escuchar y obedecer lo que se decida en esa discusión entre Julio y su padre. Solo intervienen cuando todo se está por desbordar: Mariquita para auxiliar a su marido cuando se siente mal y Jesusa, para auxiliar al padre de su hijo cuando Olegario quiere pegarle. Solo intervienen en casos extremos.

Hay una gran diferencia en la forma de discutir de Julio y Olegario. Julio tiende a querer explicar todo desde la palabra, trayendo nuevas concepciones a la familia. Olegario, por el contrario grita, insulta, se sobresalta, busca resolver por medio de la violencia. La oposición entre las formas de hablar ¨¿se han ASUSTAO, no?¨ o¨¡Soy yo!... ¡Tu VIEJITA!¨, también marca la dicotomía campo y ciudad: civilización y barbarie.

A medida que Julio y su padre discuten, muestran las distintas ideas que trae cada uno, uno de la vida tradicional y otra de la vida moderna en la ciudad. Julio, entiende el embarazo de Jesusa como algo natural, que puede pasar, fruto de los instintos humanos y no ve necesaria casarse con la mujer que dejó embarazada, no le encuentra el sentido.Olegario, en cambio ve esta situación como un completo deshonor no solo a su familia sino a Jesusa, siente que no responde a la moral de su familia y la única forma de enmendarlo es que se casen. Florencio Sánchez acá expone una tesis: ambos mundos (el del hombre común, tradicional y el del hombre moderno con ideas innovadoras) deben encontrar un equilibrio. No se puede solucionar nada imponiendo ideas y estilos de vida a uno y a otro, se debe crear un puente entre ambos mundos. En el segundo acto, dónde se sitúa esta escena, se nos hace imposible imaginarnos un final que satisfaga a ambos tipos de pensamientos. Sin embargo, sobre el final, Julio decide casarse con Jesusa, una decisión que alegrará a Olegario. Pero es una decisón completamente personal, un deseo de él y no algo impuesto. El equilibrio entre estos dos mundos es simbolizado por el hijo de Julio y Jesusa: padre moderno de ciudad y madre de campo.

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