Se Murio Mi Hijo

SE MURIO MI HIJO

Una historia corta de Andres Gonzalez

Al dar vuelta a la izquierda sobre la avenida Central llegamos a la entrada del estacionamiento. Casi todos los espacios estaban vacios, apartados para nosotros. Mi esposo se tomo su tiempo estacionando el carro, no sé si fue porque en verdad le preocupaba dejar todo el espacio posible para las damas personas por llegar o porque al igual que yo tenía miedo a entrar. Baje despacio para no maltratar las flores que tenia a mis pies, se acerco un muchacho preguntándome si necesitaba ayuda a bajar las flores. – Mi nombre es Aarón señora, si ocupa cualquier cosa me avisa por favor, yo les dejo esto es su lugar… la entrada esta a la vuelta por la 42 place- Me dijo antes de sacar las flores de la cajuela para llevárselas por una puerta que decía: SOLO PERSONAL AUTORIZADO. Dimos la vuelta hasta la entrada principal, dos puertas de madera una de ellas ya estaba abierta, detrás de las puertas se alcanzaba a leer en un letrero: EN AMOROSA MEMORIA DE ANDRES GONZALEZ 1987 – 2012.

No estoy segura de cuantos minutos estuve parada afuera de la entrada de la Funeraria antes que mi esposo me tomara por los hombros y me ayudara a entrar. El mismo muchacho que se había llevado las flores ya estaba al entrar, nos recordó sobre el libro de firmas y de las tarjetas de oración que había dejado la mortuoria en la entrada. –Ya estamos listos señora, pueden pasar cuando gusten- Me dijo en voz baja el joven. –Sí, gracias- Le respondió mi esposo. Cien tarjetas de oración venían incluidas en el servicio, yo hubiera querido escogerle alguna oración bonita, pero por las ideas que tenia Andres no pensé que le hubiera gustado a él. Tome a mis hijas de la mano y con mi marido siguendonos entramos a la capilla para la velación de mi único hijo.

Una capilla de un color arena oro con bancas de madera, se miraba bonita por toda la luz natural que entraba por los traga luz en el techo. El humilde ataúd metálico hasta el fondo brillaba a la luz de las lámparas con forma de veladora que habían dejado a los lados. La impresión me afecto mucho al principio, la primera hora no pude dejar de llorar por él, mi hijo, siempre tan activo y fuerte… ahora dentro de una caja. Al poder tranquilizarme fue cuando por fin pude mirarlo bien y apreciar todas sus facciones. Esa nariz chueca de cuando le pegaron en aquel concierto, sus cejas grandes y esa barba que tanto le pedía que se rasurara. Una mano en mi hombro me hizo voltear y me di cuenta que mis hermanas ya habían llegado junto con otros conocidos que se habían sentado en las bancas de atrás. –Era tan trabajador y buen hombre- Me decía una y otra vez mi hermanita Vero entre llantos mientras que Mayra mi otra hermana nos abrazaba a las dos. No sé quien estaba consolando a quien en ese momento pero me sentí mejor al ver que sus tías también miraban lo mejor de mi hijo, su honestidad y fortaleza.

Mas personas llegaron en la siguiente hora, dejando pan dulce y café en el área de comida de la funeraria, saludando a sus conocidos, tomando una tarjeta, pasando al baño, fumando un cigarro o cualquier otro pendiente que tuvieran antes de pasar a mostrarle sus respetos al cuerpo de Andres. No me moleste tanto por eso, ya tenía esa idea en mente, las velaciones parecen eventos sociales para los que no son cercanos a las persona muerta. No sé si fueron las mismas personas las que me hicieron reaccionar al fin, la impresión fue tan fuerte al principio que no escuchaba con claridad los pésames, los buenos deseos a la familia y escuchar lo mucho que se iba a extrañarlo, todo lo escuchaba lejos… pero con tantas personas hablándome ya pude darme más cuenta de lo que pasaba, me hizo sentir mejor el ver y saber que muchos lo querían.

Una muchacha de ojos verdes se acerco a mi llorando con los brazos cruzados por debajo de los senos- Usted es la mamá de Andres?- me pregunto pero antes de que le pudiera contestar ya decía- Soy su amiga… me llamo Alicia… lo siento mucho po-por su pérdida señora… e-el también era muy especial para mi… y… y… lo voy a extrañar mu-mucho- Tan rápido rápido como llego se fue, dio la vuelta y se sentó en una de las bancas de el medio de la capilla junto a otra muchacha que me imagine era su amiga. Solamente una novia le conocí a Andres, de hecho creo que ni siquiera novios eran, solo llego una tarde a la casa y me la presento, una muchacha muy bonita, Vanessa se llamaba o llama todavía, la verdad no estoy segura porque tenía tiempo sin saber de ella, me voy a casar con ella un día me llego a decir Andres. Pero después de esa vez ya no volvió a ir a la casa y él dejo de hablar de ella después de unas semanas. Yo sabía que él desde los catorce el salía con muchachitas pero nunca las llevo a la casa, nunca supe porque. Me pregunte si llego a tener algo que ver con la muchacha de los ojos verdes, me gusto pensar que quizá si miraba a una de las mujeres en la vida de mi hijo.

Carina mi hija levanto el micrófono para decirle a la gente de pie en la capilla, en el área de comida y en la entrada que tomara un asiento porque iban a comenzar a decir una palabras sobre él. Carina llorando abrazo a Laura mi otra hija mientras ella ajustaba la altura de el micrófono para su hermana- Mi hermano era ateo y no quería ninguna misa… asi que la familia decidió pasar a platicarles un poco de quien era Andres Gonzalez… el que guste también puede pasar al micrófono… Ammm no sé exactamente que decirles… Carin… así le decíamos a Andres los de la familia… es por Oscarin pero a él no le gustaba que le dijeran Oscar… Carin y nosotras no hablamos mucho… no teníamos una relación tan ideal entre hermanos que digamos… la verdad muchas veces me molestaba… pe-pero yo se que el siempre nos cuidaba y preocupaba por nosotras… no-nos queríamos mucho aunque no nos lo

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