Marketing 1x1

Lovemarks, el futuro más allá de la marcas.

“Las lovemarks las crean y son propiedad de quienes las aman. Donde hay un cliente enamorado hay una lovemark”.

Introducción

Las marcas son una cuestión de emociones y personalidad. Los dos momentos de la verdad son tan simples como necesarios: el primero en los estantes de los supermercados cuando la gente decide comprar nuestros productos y el segundo cuando llegan a sus hogares y el producto les guste o no.

En estos tiempos donde las personas están mucho más informadas y sus expectativas y requerimientos son más elevados. No se impresionan con marcas famosas. Necesitan sentir emociones, que les contemos historias. Un grave error es pensar que las personas ven las marcas de la misma manera que las ven las empresas. La importancia de crear emociones, crean mejores resultados. Hay marcas que hablan y hablan y no saben escuchar. Cuando se pierda el enfoque hay que regresar a lo esencial, al consumidor.

El Caso de Telecom, Nueva Zelanda; llamo mi atención. La empresa se sentía preocupada por la llegada de la competencia y su respuesta fue inmediata. Decidieron contratar una campaña publicitaria que se apasionara con la idea de crear lazos afectivos y tratar con lo que había sido imposible hasta ese momento, utilizar una canción de Cat Stevens en sus comerciales.

Las lovemarks se adaptan a las nuevas generaciones de consumidores sin dejar de contar su historia. Y ¿de dónde salen las historias de verdad? De la gente que ama lo que haces y de la gente que no. Por eso la importancia de incurrir en el consumidor, escuchar a nuestros clientes. Existe gente que evita las quejas de las personas ignorando que son una invitación a mejorar. Las grandes marcas siempre han estado rodeadas de grandes historias, basadas en escuchar al consumidor para formar ideas de sus requerimientos y necesidades para rendir un tributo al pasado mientras se mira al futuro. Debemos ser y generar consumidores inspirados mostrando el amor que sentimos por nuestras marcas. Es así como tendremos miles de consumidores inspirados hablando bien de nuestra marca, invitando a hacer uso de la misma. Vendiendo.

No se puede convertir en una lovemark y luego descuidarse. La familiaridad puede convertirse en indiferencia. Siendo una lovemark nos podemos equivocar y ser perdonados. Por tal motivo cuando se ha ganado la confianza del consumidor, no se puede traicionarla.

Según Roberts una lovemark logra posicionarse en el corazón de los consumidores, provoca en el sensaciones tan profundas, es algo que apasiona, algo que nos trae recuerdos que no podrán dejarse jamás. Creando lealtad más allá de la razón. Si las personas pueden contar diversas historias sobre una marca entonces la marca es rica sino queda mucho por trabajar.

¿Cómo

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