Meditaciones Gerenciales

Elaborado por: Mario Lira

Meditaciones Gerenciales

Muchas veces se entiende la gerencia y a su figura (el gerente) desde un punto de vista netamente técnico, pero esto va más allá. En el texto “Meditaciones Gerenciales”, el autor Manuel Barroso en su Capítulo 2 “El poder del desarrollo personal” expone diferentes conceptos y características desde un enfoque centrado en el perfil del gerente persona y su desarollo personal como competencia que, en conjunto con lo técnico, le permiten al mismo gerenciar de forma efectiva y armoniosa.

Gerenciar no solo consiste en dedicarse al trabajo, como personas, los gerentes también tienen necesidades, responsabilidades e intereses personales. Los gerentes tienen una responsabilidad laboral muy grande con las organizaciones, ya que, son los encargados de darle sentido y vida. Sin embargo, una de las tareas más difíciles radica en buscar armonía entre sus responsabilidades laborales y personales.

Es por ello que cuando se hace referencia a gerenciar se entrelazan a su vez los proyectos personales de vida y los medios y recursos que se tienen para afrontar diversas situaciones y escenarios. El trabajo del gerente empieza en sí mismo y con su desarrollo personal, en pocas palabras, “...saber hacia dónde se dirige y el costo que implican sus decisiones”, pues si el gerente no pone esto en práctica en su cotidianidad, resultará una labor muy compleja el desarrollo de esta capacidad en el negocio de otro.

Los gerentes deben gerenciar desde su plenitud en tres dimensiones teniendo contacto consigo mismos y con su exterior ya que la energía es expansiva. La primera, la dimensión persona: hace referencia al yo interno, a las experiencias, los aprendizajes, lo intransferible. La segunda, la dimensión intermedia: teorías y modelos, informaciones adquiridas, viene de afuera y se proyecta hacia fuera, con ella interpretamos la realidad externa. La tercera, tiene que ver con lo que viene de afuera como sensaciones y percepciones, oír, ver, oler, tocar; es la zona de experiencias con el medio.

Comprender el trabajo en conjunto de estas tres dimensiones, les permite a los gerentes no estar netamente atados a lo teórico y de tal forma entender factores que derivan de las necesidades de la persona como lo puede ser: la motivación, interés y atención. Esto le permite a su vez tener un mejor entendimiento y conocimiento de sí mismo y de su equipo de trabajo, y con base a ello establecer una estrategia más precisa para el cumplimiento de objetivos y la construcción de un ambiente armonioso.

El gerente persona debe ser competente con cuatro competencias para el desarrollo personal: el aprecio, el riesgo, la comunicación y el manejo de diferencias.

El aprecio por sí mismo es primordial y se puede traducir como el autoestima, debe tener seguridad y confianza, pues

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