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NO SÉ REALMENTE COMO SUCEDIÓ


Enviado por   •  16 de Octubre de 2018  •  Apuntes  •  1.765 Palabras (8 Páginas)  •  139 Visitas

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Realmente no sé cómo sucedió todo, no sé en qué momento llegaron a ocurrir tantos sucesos que me dejaron algo trastornado y desorientado de mi situación, pero debo admitirlo, no fue un año esperado, la décima noche en el psiquiátrico fue caótica. Temblaba de fiebre, la vista estaba extraviada, flotando alrededor de serafines hechos de trazodona. Mi compañero gritaba "¡Fernando!" una y otra vez. Los enfermeros llegaron, calmaron al loco y luego me atendieron a mí. Como pude, en medio de ese sopor denso, agradecí. Al poco rato me dijo mi compañero:-No puedo dormir. Tengo miedo-. Intenta rezar-respondí-. Sólo me escucho a mí-guardó silencio-. ¿Por qué Dios nunca responde a nuestras oraciones?-dijo, llorando-. Porque Dios es sordomudo-respondí, y pretendí dormir...

Es inútil temerle a la muerte. La vemos a diario. La vemos en los periódicos, en las noticias nacionales. Hace parte de la cultura de este siglo. Mueren al día miles de millones de sueños. Hay más muerte que vida, y se le teme. Ya no le temo. El espejo es una instantánea del alma tal y como es; la mía se presenta como un espectro silencioso, taciturno. Ojos vegetales flotan en el cristal. No hay duda: Dios es la muerte. Omnipotente y omnipresente. Todo muere. El sentido de la existencia está clavado al efluvio mortecino de las estrellas fantasmas. En nuestros cofres fúnebres ocurre el milagro de Dios: quienes son más felices, los cadáveres o los gusanos, indistintamente a esto, el transcurso de mi año se desembocó en una serie de sucesos que no sabría calificar por tanta incertidumbre, no sé por qué me sucedió, si realmente me lo merecía los sucesos que ocurrieron y a día de hoy siguen ocurriendo, como lo es el mayor exponente del mismo: La muerte de mi hermano mayor. No simpatizo con la idea de desearle la muerte al prójimo ni pretender causarle dicho destierro a este, independiente a ello, la muerte de la persona que más infinitamente admiraba (y no porque fuera mi hermano) estaba a punto de suceder en aquel año, aunque, a día de hoy me asedia el dilema moral detrás de la frase “Y lo extrañas?”: Si su muerte no hubiese ocurrido, no hubiesen sucedido varias cosas que, en gran escala, aportaron a un gran desarrollo de mi vida, esto lo digo porque siento que de alguna manera me estaba quedando corto de pensamiento y aunque admito que soy bastante vago, en el sentido anglosajón de la palabra, quería ilustrar más mi conocimiento.

En lo que puedo cavilar o discurrir a día de hoy, las letras están escondidas en las sombras de la noche. No consigo atraparlas, no tengo red para cazar mariposas. Intento ordenar un par de ideas, pero se amontonan; suenan como si regurgitara una promesa fatal. Suena como el idioma de Dios. En las sombras, detrás, en la matriz de la muerte. Me observan, mudas y sordas. Me observan volverme loco, insomne, desvariando sobre poesía y muerte y enemigos imaginarios.

Eso es lo que me acarrea a una gran historia que estoy a punto de contar, que no sólo conlleva a la muerte de mi colactáneo o consaguíneo, sino que me llevó a grandes eventos que supieron delimitar un gran guarismo o factor complementario en mi vida, entre progres que eran fácil de ver por allí, aquí vengo yo, un millennial más en este mundo, de ésta generación, a el que le proyecto un futuro distópico.

Llegada.

5 de Agosto.

Aquí comienza todo, sin tanto descenso. Vale, iré a un pueblo ubicado en las afueras de la ciudad, ¿iré acompañado? -Por supuesto. Es mi primera vez y además, qué mejor primera vez que ir con tu mejor amigo, aquí aparece Eric, mejor amigo de la infancia y que sigue perdurando a día de hoy, congeniamos en muchos aspectos el uno del otro. Llegó el día, teníamos que abordar al coche, pero no sin antes habernos despedido de todos nuestros familiares y demás amigos, aún recuerdo la mirada de algunos como si una desdicha se reflejase en ellos.

El viaje fue extraño, mi amigo dormía, parecía sonámbulo, aquel ocaso se presentó con varios avistamientos susceptibles, anexando a ello: Arbustos y demás plantas en un parpadeo resonante, no lo entendía, de hecho, el sitio por el cual íbamos era nuevo, jamás visto por mi par de luceros, el camino era de subida e incluso llegué a ver sombras.

-¿”Gente sombra”?- dijo Eric en medio del sueño luego de haberle dicho en voz baja… No, yo no le respondí nada, sólo me puse a respirar e intentar deleitarme con el pavoroso camino, en ocasiones me siento catalogado como un loco ante Eric, de igual forma no vi más nada, sólo lo comentado anteriormente, una lástima, tengo una estúpida atracción hacía lo sobrenatural, no sé que me pasa.

Llegamos, por fin el viaje había concluido, Eric se adelantó sin decir nada y la mirada sutil del conductor, que, poco hablé de él... Mientras se despedía el chófer, me dejaba una sensación tenue, aproveché el momento para adelantarme a Eric, lo logré, pero no pude entablar una conversación con él puesto que parecía traer expresiones forzosas, no lo seguí molestando.

Una vez al llegar, detallé la residencia, diseño rústico-moderno, muebles y habitaciones en un estado aceptable, como soplos de posesión, paredes aparentemente estables, poco más.

La propensión se precipitó y decidí indagar las avenidas del pueblo, en busca de un equilibrio soberbio, con una certidumbre inexplicable, pero que me lograba robustecer en mis primeros pasos. Mi marcha transcurría regular, hubo silencio en toda la caminata, el terreno el cual estaba pisando me contagiaba melancolía, algunos residentes del área me observaban desde adentro, detenidamente, con la luz de sus casas encendidas, me sentía atemorizado y yo sólo me hacía el desentendido, pero lo intrigante viene cuando el detalle que me dejó estupefacto, fue el saber, que llevaban máscaras de gas, estaba desconcertado, ¡Esas miradas penetrantes que me hacían sentir petrificado en un infierno! No lo dudé más y empecé a dar zancadas desmesuradas para llegar en cuanto antes, mi fidedigno me esperaría allá. Una vez arribé a la morada, cerré la puerta vertiginosamente y le recité a Eric sobre el término “Extraño” y por qué estaba relacionado con este pueblo.

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